Capítulo 29: Salvaje

9 1 0
                                    

Deimon.

—¿Cómo te sientes?— me encojo de hombros vagamente, mientras me mando un trozo de tarta a la boca.

—No lo sé,— trago antes de seguir— pero tengo mucha hambre, demasiada en realidad, lo cual es extraño—

Él sonríe divertido al ver que es el tercer plato de tarta que como, después de dos tazas de café, un batido de frutilla y un plato de galletas, sí lo sé, todo un entrevero de alimentos pero aún así no me conformo.

La hija de la señora del motel nos recomendó una cafetería que solo está a cinco calles del motel, y debo admitir que no se equivocó al decir que es la mejor cafetería que podríamos ir, es un lugar tranquilo, con comidas deliciosas, buen café y un increíble servicio, nada que ver a la de Bygils.

—Es impresionante ver todo lo que ha aguantado tu estómago— asiento mientras él le hace una seña a la mesera— Por cierto, ¿cómo vamos a pagar todo esto? No tenemos dinero, lo último que quedaba lo utilizamos para pagar el motel— trago el último pedazo de tarta, la mesera se acerca con una jarra de café y le rellena la taza a Ryan.

—¿Desean algo más?— nos da una sonrisa amable, apoyo mi mano en su antebrazo ganándome su atención.

—Somos hijos del dueño y todo esto es invitación de la casa— las pupilas de la mesera se dilatan y ella pestañea, retiro mi mano y ella nos vuelve a mirar con una sonrisa.

—Pequeños, me alegra mucho verlos de nuevo, ¿desean algo más? La casa invita—

—Gracias pero estamos bien— ella asiente y se retira. Lo miro y él me observa serio, cosa que odio porque siento que me vuelvo pequeñita.

¿Desde cuándo te intimida este tipo?

—¿Qué le acabas de hacer?— deja la taza sobre el platito.

—No le hice nada— junta sus manos debajo de su mentón para reunir paciencia.

—No me mientas Deimon, ¿qué fue lo que le hiciste?—

—Solo le convencí de algo— murmuro de mala gana.

—¿Qué?— mira para todos lados— ¿Manipulaste su mente?— habla entre dientes.

—No la manipulé solo... le hice creer una mentira—

Me mira con una ceja enarcada.

—Eso es manipulación y lo sabes, al igual de que no puedes utilizar tus poderes para beneficio propio—

Bufo con burla.

—Oh vamos Ryan, tú también lo haces, ¿o crees que no te he visto teletransportarte para ser el primero en la fila del comedor o en los entrenamientos cuando no estaba permitido?— me encojo de hombros— Además, no es la primera vez que lo hago— me cruzo de brazos molesta, lo veo molestarse aún más.

—No es excusa, no puedes ir utilizando tus poderes para conseguir lo que quieres siempre y mucho menos en frente de los humanos, porque por si no sabías existen personas llamadas cazadores que saben lo que somos y son expertos en eso—

Queri sicut noluisti venire (de quejarte así no hubieras venido)— murmuro bajo.

—¿Eso qué significa?—

—Nada olvídalo- hago a un lado la tarta, ya se me revolvió el estómago.

Él suspira.

—Solo... trata de no usarlos por ahora— niego con la cabeza aún enfadada porque sé que tiene razón. Lo miro y noto algo que no me había percatado antes.

DeimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora