Tradúceme, corazón - Guapoduo

Invitation...

☆ Estará escrito en portuñol pero para ellos todo es en portugués kkk.
–Entra a comentarios para la traducción de algunas frases en otro idioma.

Aquella tarde se habían quedado hasta las seis pm hablando, conociéndose mutuamente mediante preguntas y anécdotas. Ambos decidieron que ya era hora de irse a casa apenas cuando notaron que la luz del día ya se estaba desvaneciendo cada vez más. En el camino a casa, Roier invitó a Cellbit un helado, en una forma de agradecimiento por el té y el sushi, al cual obviamente al inicio Cellbit se negó, pero al final el astuto Roier se salió con la suya y el rubio terminó con un cono de tres bolitas de helado.

Cellbit vivía dos pisos más arriba que Roier, por lo que dejó al castaño en frente de su puerta, esperando a que la cerrara para así poder irse, estando seguro de que Roier llegó sano y salvo a su hogar.

Cuando el rubio llegó a su apartamento, fue recibido por Forever, Pac y Mike, quienes lo miraron desde el sofá fijamente, por lo que Cellbit intentó escapar de las garras de sus amigos chismosos, corriendo hacía su habitación para encerrarse pero fue detenido por Pac quien se le tiró encima.

– ¡Ah! Você ta maluco? Casi nos matas. – Reclamó el de ojos celestes, quitándose al pelinegro a duras penas de encima suyo.

– No, ¡tú estás loco! Quando você planejou nos contar sobre Roier? – Pregunto el mismo pelinegro, cruzándose de brazos y dándole una mirada de enojo, los demás copiando su acción. Cellbit estaba acorralado.

– No lo creí necesario... – Cellbit desvía la mirada un poco nervioso. Le daba vergüenza hablar de esos temas con sus amigos, nunca lo había hecho, y es que ya de por sí era muy raro verlo gustar de alguien.

– ¿¡No lo creíste necesario!? – Exclamó esta vez el rubio de trenza, desconcertándose ante las palabras de su amigo. – Cellbit, ese chico podría ser el amor de tu vida, e você não achou necessário!?

– ¿Y qué querías que hiciera? Hace apenas una semana confirmé que medio me gusta, además de que hoy fue el primer día en el que hablamos por más de dos minutos. – Exasperó Cellbit, yendo a sentarse en el sofá mientras soltaba un pesado suspiro. – Aún no lo conozco bien, por eso no creí necesario contarlo.

Sus amigos movieron algunas sillas del comedor para poder sentarse en frente de él, a lo que el rubio rodó los ojos, fácilmente podían sentarse al lado de él en el sofá pero lo querían hacer dramático como si lo estuvieran interrogando.

– Igual tem razão, apenas hoy conversaste más con él. – Pac recargó su cabeza en una de sus manos, dándole la razón a su amigo.

– Yo pensé que ya se conocían de antes, se veían bastante cercanos. – Mencionó el de mechas rosadas, a lo que Cellbit reaccionó con un ligero sonrojo, ¿de verdad se veían cercanos desde las perspectivas de los demás? Le emocionó un poquito.

– Não, nos conocemos de hace poco, mas não conversamos tanto... Por lo menos hasta hoy. – Una sonrisa aparece en los labios del de ojos celestes al recordar la amena tarde que pasó con el castaño hoy, repitiendo cada risa y sonrisa que le dedicó el de bandana.

– "Não, amigos, sólo voy a ir a estudiar y a nada más que estudiar, não vou me distrair com outras coisas." – Forever se burla de Cellbit, repitiendo las palabras que dijo hace tiempo en la fiesta de despedida que unos amigos le habían preparado en Brasil. Verlo así le causaba gracia, repitió tantas veces que no se desconcentraría de sus estudios con otros asuntos, y apenas llegaron ya estaba detrás de un guapo mexicano.

– Cala a boca, otario. – Cellbit se estiró un poco para alcanzar a darle un golpe en el hombro a Forever, recibiendo simplemente una estruendosa risa en respuesta.