𝐄𝐔𝐍𝐎𝐈𝐀 - 𝗔𝘃𝗮𝘁𝗮𝗿: 𝗧𝗵𝗲 𝗪𝗮𝘆 𝗼𝗳 𝗪𝗮𝘁𝗲𝗿
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𝗞𝗔𝗜𝗟𝗔𝗡𝗜 𝗧𝗢𝗥𝗥𝗘𝗦 le habían dado la oportunidad de su vida, haciendo un viaje a la luna que captó la atención de la humanidad l...
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⠀˖ ࣪،،̲ 𑁍 eunoia ༘* ✱ ‹ 〔 sus〕pensamiento bello. una persona de alma pura.
La tenue luz de la fogata nos alumbraba mientras nos preparábamos para la festividad que daría inicio cuando terminara el eclipse. Kiri se encontraba a mi lado ayudándome a terminar de trenzar mi cordón musical. Antes de regresar a la isla, había recolectado cosas de mi antigua choza y con ello habías podido darle inicio. Una piedra color zafiro para marcar el día de mi nacimiento, seguido por un verso y el coro que relataba mi estancia sola en el bosque. Una pluma para marcar el día en que conocí a los Sully que me dio Neteyam de una de sus flechas, seguido por más versos y coros hasta llegar al punto que llegamos al clan metkayina.
—Está de aquí— dije tendiéndole una pequeña caracola que me había dado Tsireya el primer día que nos conocimos, cuando nos mostró el pueblo.
—Esa es...
—Sí, la misma— respondí a la chica, quien se encontraba arreglando mi cabello—. La tengo guardada desde entonces, es demasiado hermosa como para no tenerla en algo que llevaré hasta mi último suspiro.
Giré mi rostro con cuidado para verla y le di un pequeño abrazo a lo cual ella rió.
Estaba bastante ansiosa porque llegara el anochecer, mis manos no paraban de temblar ligeramente mientras ayudaba a Kiri a terminar el cordón. Tsireya no paraba de hablar de las cosas que se habían preparado para la noche y Tuk se nos unió al poco tiempo, ayudando a Kiri con su artesanía.
A pesar de los nervios, me sentía demasiado contenta con todo lo que había pasado en los últimos meses y el progreso tan grande que tuve. Todo fue de una manera tan rápida y a la misma vez inesperada, que solo puedo decir que se siente casi perfecto, como si fuera algo a lo que estuviera destinada.
Terminé de cambiarme, encontrándome con las chicas Sully que ahora incluía a la madre de la familia. Tsireya había partido para terminar de arreglarse con su familia.
—¡Te ves muy hermosa!— exclamó emocionada la más pequeña.
Llevaba un top decorado con perlas y caracolas de diversos tamaños. La parte posterior era una falsa que llegaba un poco más arriba de mis rodillas, amarrada en mis caderas con un nudo, tenía unos pequeños flecos adornados por más perlas y caracolas. Tsireya me trenzó mitad del cabello, dejando el resto de mi cabellera rizada suelta, dejándome suelto dos pequeños mechones que caían sobre mi rostro.
—No tan hermosa como tú— respondí tocando su nariz con mi dedo índice, dedicándole una sonrisa.
—Algo me dice que pasarán cosas muy especiales esta noche— comentó Kiri con una pequeña sonrisa, mirando de reojo a su madre y está le correspondió la sonrisa.
