nahuel molina

520 8 0
                                    

Estaba tirada en el sillón boludeando en Tik Tok cuando sentí que tocaron el timbre de una manera que sólo mi mejor amigo podría tocar, era como un código entre nosotros.
— Mira lo que traje —alzó sus manos a la altura de su cara, en una sostenía dos paquetes grandes de Doritos y en la otra una bolsa transparente donde pude divisar una botella de 7up y de Coca Cola y un par de chocolates— si no soy el mejor pega en el palo.
Le sonreí mostrando mis dientes y lo abracé tan fuerte que podía dejarlo sin respiración, no se que haría sin este hombre.
— ¿Te sentís mejor? —me preguntó una vez que nos sentamos en el sillón apoyando nuestros pies en la mesita ratona.
— Más o menos —hice puchero. Le conté que me dolía mucho el cuerpo porque me llegó el período y no dudó en venir a hacerme compañía— tomé de todo pero mucho no me ayuda.
— Bueno tranqui, ahora estoy para cuidarte y te vas a sentir mejor —me guiñó el ojo y se metió un par de doritos en la boca, repetí su acción.
— Tonto —le di un besito en la nariz. Agarré el control remoto y me puse a buscar una peli en HBO Max— ¿Queres mirar esta?
— Me da lo mismo —viré los ojos porque siempre me hacía lo mismo y después lo tenía que aguantar molestandome porque se aburría o me decía a cada rato que era malísima.
Puse 'Un Vecino Gruñon' dejando a un costado el control y me tapé con la frazada acurrucandome en el sillón abrazando a Nahuel, él me rodeo con uno de sus brazos apoyando su mano en mi cintura acariciándola y con la otra agarraba el snack. A los cuarenta minutos miré hacia arriba para ver si se había dormido pero no, estaba concentradisimo.
— ¿Tengo un moco o que? —me preguntó sin correr la vista del televisor.
— No tonto, estaba chequeando si estabas mirando —reí con timidez, no pense que se iba a dar cuenta— que raro que te enganchaste.
— Es que es Tom Hanks y no me puedo negar no por algo es el mejor —esta vez me miró, me sacó la lengua y le hice lo mismo.
— Ay la puta madre —solté un quejido porque me dio una puntada en mi zona íntima.
— Uy boluda, ¿estás bien? —negué cerrando mis ojos sufriendo y él puso sus manos sobre mi panza refregandome suavemente.
No se cuanto tiempo estuve puteando pero el dolor ya se me había pasado un poco y le agradecí como mil veces a mi amigo por todo lo que estaba haciendo por mi. La peli paso a segundo plano, apagué todo y nos fuimos a acostar a mi pieza pero antes de que pudiera levantarme me alzó en sus brazos llevandome como una princesa, me puse toda colorada y me reía de la verguenza. Una vez que me acomodó en la cama se tiró al lado mio y nos tapamos hasta la cabeza uno en frente del otro, me abrazo nuevamente por la cintura metiendo su mano por debajo de mi remera y acaricio mi espalda, cerré mis ojos disfrutando de sus mimos.
Con Nahuel nos conocemos desde segundo grado de primaria y desde el minuto uno que cruzamos palabras nos hicimos inseparables pero como en toda amistad siempre había uno que se enamoraba del otro, lamentablemente esa fui yo. No recuerdo como empecé a desarrollar sentimientos hacia él solo se que me di cuenta el día que empezó a salir con alguien y cada vez que los veía besarse o cuando me contaba cosas sobre ella me ponía triste, mi corazón dolía y tenía celos deseando ser aquella chica.
— Tati... —susurró acercándome más a su cuerpo pero solo emití un "mmm" porque me estaba durmiendo— se que capaz no estuvimos pasando mucho tiempo juntos por culpa de mi trabajo que me tiene de acá para allá, pero quiero que sepas que siempre que me necesites voy a estar, sos mi persona favorita, a la que le confio absolutamente todo y...
Se quedó en silencio, lo que hizo que abriera mis ojos pero antes de que pueda decir alguna palabra continuó hablando.
— Y no se como vas a tomar esto, pero también sos la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida —sacó su mano de mi cintura para apoyarla en mi mejilla y yo me quedé recalculando sus palabras porque me dejaron confundida— me cuesta una banda decirte todo esto sabiendo que podría arruinar nuestra amistad porque es lo que menos quiero, perderte me partiría el alma pero cada vez que te veo tengo la necesidad de besarte y no poder hacerlo me está matando.
Las lágrimas no tardaron en aparecer y posta que no podía creer lo que mis oídos escuchaban después de tantos años sintiéndome culpable por haberme enamorado de él creyendo que no era correspondido.
— Vos... Vos —titubee de los nervios pero no pude continuar porque sus labios se posaron sobre los míos interrumpiéndome.
Al principio no podía coordinar sus movimientos del shock en el que estaba hasta que caí en cuenta y lo atraje más hacia mi siguiendo el beso como correspondía. Con el corazón latiendo a mil, con el estómago vibrando como si explotaran fuegos artificiales creí estar en las nubes.
— Me gustas mucho Tatiana —confesó sobre mis labios y me separé para apreciarlo más aunque estábamos a oscuras pero eso no me lo impedía porque me sabía su rostro de memoria— estoy enamorado de vos desde aquella vez que llegaste a mi casa toda empapada porque querías ver conmigo el capítulo de Casi Ángeles ¿te acordas?
— Si, como olvidarlo si después de eso estuve enferma como una semana —nos reímos y se me formó un nudo en la garganta haciendo que solloce— sos un boludo ¿por qué nunca me lo dijiste? Podría haberme ahorrado mucho sufrimiento cada vez que me presentabas una novia.
— Y no te das una idea de lo arrepentido que estoy, salía con ellas solo para reprimir lo que sentía pero por más que trate y trate no pude, solo espero que no sea tarde.
— Nunca es tarde Nahuel —le di un pico— yo también estoy enamorada de vos.

one shots - scalonetaWhere stories live. Discover now