3

162 13 1
                                    

6:35 am, los gritos de mi madre para que me despertase fueron lo único que me hicieron levantar de la cama, ni siquiera recuerdo cuando me dormí la noche anterior.

Me levanto con pereza de la cama y aún escuchando las quejas de fondo de mi madre, no tenia mucho que hacer, me lave los dientes después de beber un vaso de leche con un par de galletas y cogí mi mochila ya preparada de la anterior noche.
Llevaba un chándal con una sudadera negra y las deportivas más cómodas que tenia, la mayoría de nuestro equipaje ya se había ido antes de nosotras gracias a la empresa de mudanza. Me arregle el pelo como pude debido a mi somnolencia y me quedé en lo que era el salón, ahora vacío a esperar a mi madre.

El taxi llegó a las 7:00 en punto y junto con mi madre nos dijimos al aeropuerto de Sidney, nuestro vuelo partía en 2 horas pero mi madre tenía una necesidad absurda por estar horas antes, en fin.

Cuando llegamos nos dirigimos a hacer el checking del billete de avión y solo nos quedaba esperar hasta que llegase la hora de nuestro vuelo.

No tenia mucho que hacer así que cogí mi teléfono y me puse mis airpods para intentar dormir un poco, lo cual funciono.

Me desperté con mi madre agitando mi hombro levemente, ya era hora de embarcar así que nos dirigimos al avión. Lo que si no me esperaba era que estuviéramos en business class, es decir, no era la primera vez que iba en avión pero nunca me habría imaginado ir en esa clase. Todo era demasiado irreal y los asientos ridículamente enormes, hasta podía tumbarme y hacer la croqueta si quería.
Se ve que Robert no escatimó en gastos al elegir nuestros billetes.

Después de tres horas por fin aterrizábamos en el aeropuerto de Auckland en Nueva Zelanda, me había pasado el vuelo durmiendo y la verdad es que esos asientos deberían ser ilegales de lo cómodos que eran.

Baje con mi madre del avión y nos dirigimos a la salida del aeropuerto cuando veo un Range Rover nuevecito delante de la puerta y un hombre con traje llevando un cartel con mi nombre y el de mi madre.

-Robert!!!!- el grito de mi madre me sacó de mis pensamientos, la vi dirigirse rápidamente hacia el y fundirse en un efusivo abrazo, ew.

Yo por mi parte me quedo a una distancia considerable esperando a que este reencuentro tan "romántico" acabe de una vez. Cuando por fin se separan Robert se dirija hacia mi.

-Tu debes de ser Tesnim, encantado de conocerte, tú madre me ha hablado mucho sobre ti! Cosas buenas no te preocupes- me dijo con una sonrisa e intentado soñar gracioso con su último comentario por el cual el y mi madre compartieron unas risas.

-Si, soy yo, encantada de conocerlo señor- dije practicando mi línea que prácticamente mi madre me había obligado, por que según ella tenia que causar una buena impresión.

Después de esas incómodas presentaciones nos subimos al coche, que por cierto tenía hasta chófer. Mi madre y Robert hablaban alegremente sobre el viaje y los planes que querían hacer al llegar pero yo me abstuve de participar en la conversación, simplemente estuve mirando por la ventana hasta que sentí que el coche se detenía.

Lo último que me esperaba era que al abrirse las vayas que rodeaban la casa me encontrara con una mansión de esas que ves por la tele y sabes que nunca estarás en una. Parecía irreal, estaba pintada completamente de blanco con algunos detalles azules en varias columnas y se podía ver también la inmensa piscina rodeada de un gran jardín.

Era real lo que estaba viendo?

Cicatrices Where stories live. Discover now