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Acaso aquí solo aceptaban a gente atractiva o que? No pude contener mis pensamientos al ver al chico que acababa de atravesar la puerta, alto, muy alto de echo, pelo negro y gracias a esa camisa que llevaba se podía ver que tenía un cuerpo bastante ejercitado. Era muy guapo, para que mentir, pero si iba a tener la misma arrogancia que Will mejor que no se me acercara demasiado.

-Es la segunda vez que llega tarde señor Alanga, si se vuelve a repetir una vez más tendré que ponerle un punto negativo- dice el profesor, del cual aún no se el nombre.

¿Alanga? menudo apellido más raro la verdad, bueno supongo que serán cosas de ricos, bueno el tal Alanga, ni siquiera le respondió al profesor y entró sin mirar a nadie a la clase y sorpresivamente se sentó justo en el pupitre que estaba junto al mio, solo separados con un pequeño hueco, ¿no había más sitios en toda la clase o que?. Ahora mismo no me apetecía mucho ser sociable la verdad.

Parece que el tal Alanga no se dio cuenta de lo que había echo hasta unos segundos después donde se dio la vuelta y me miro con una mirada... bueno... digamos que no muy amistosa. Y justo como si el universo hubiera escuchado mi deseo de no ser sociable hoy escuché que el profesor se dirigía a mi.

-Tú debes de ser Tesnim, la nueva estudiante verdad? Por favor podrías presentarte ante tus compañeros?- me dijo el profesor a lo que yo respondí con un asentimiento.

¿Es enserio? Venga ya si lo de las presentaciones es de parvulario.

Me trague mis pensamientos y sin más remedio me dispuse a hablar.

-Em... Bueno me llamo Tesnim, tengo 17 años y me acabo de mudar de Australia, un placer- dije dando por terminado mi pequeña introducción, aun que se veía que el profesor se esperaba una introducción más extensa no hizo ningún comentario solo me dio la bienvenida al centro.

Ni siquiera quise mirar las caras de mis compañeros, solo me senté y me mentalice sobre el día que se venía por delante.

La clase pasó sin ningún tipo de acontecimiento interesante, aún que eso si no me puede contener en mirar al tal Alanga que estaba a menos de dos metros de mi, era demasiado guapo para que mentir.

Cuando me dirigía a la salida para irme a la siguiente clase después de haber recogido mis cosas sentí un empujón en mi costado que me pego a la pared. ¿Pero que le pasa a esta gente? ¿Los ricos no saben caminar sin perder el equilibrio o que?.

Me di la vuelta dispuesta a encarar a quien sea que me hubiera dado ese empujón para nada amistoso.

-Oye mira por dónde vas- dije viendo que delante mío se encontraba el tal Nalga, ¿Nalga? quiero decir Alanga, era muy guapo pero no por eso mi iba a quedar callada.

-Si no te quedases quieta en medio de el pasillo quizás no te pasarían estas cosas- me dijo murándome con esos ojos marrones.

Ni siquiera le pude responder por qué tan rápido como llego se fue por el pasillo sin siquiera dejarme responder, menudo asco de día y eso que acababa de empezar.

Me dispuse a seguir mi camino y búsqueda a mi siguiente clase pero antes de poder hacerlo escuché esa irritante voz de nuevo.

-Vaya veo que ya has echo amigos- no me había echo falta siquiera girarme para saber que se trataba de Will.

-Y yo ya veo que has estado bien pendiente de mi- dije sarcásticamente mirando como esbozaba una de sus sonrisas ladeadas.

-Pues claro que si, como delegado es mi responsabilidad cuidar de todos los alumnos, y más de las nuevas insoportables- dijo esta vez ya soltando una carcajada al final, ¿Pero quien se creía?.

-Si pues si eres tú el encantado de cuidar a los alumnos que dios nos ayude- está vez fui yo la que esbozó la sonrisita.

-Vaya y yo que venía en son de paz, pero bueno tendré que dejar que te busques tu sola el camino por este inmenso instituto- dijo con un falso dramatismo. -Aunque viendo como te fue antes estoy preocupado por tu sentido de la orientación- vaya mira que era pesado este chico.

-No te preocupes señor orientación que no necesito tu ayuda para llegar ~mentira~ así que si me disculpas me voy a mi siguiente clase- dije ya empezando a caminar, aunque ¿a quien quería engañar? no tenia ni idea de dónde estaba la clase indicada en el horario.

No tarde ni dos segundo en escuchar pasos apresurados detrás de mi.

-Mira que las de Australia soys tercas, por ahí no es el camino, así que más te conviene seguir al delegado estrella si quieres llegar- y ahí estaba la arrogancia de nuevo.

-Que conste que solo te voy a seguir por que soy una estudiante muy responsable y no quiero llegar tarde- le dije a Will una vez que ya estábamos en marcha los dos, pero ¿A iba a mentir? Si no llega a ser por el seguramente habría acabado en cualquier sitio menos en la calase que me tocaba.

-Si si lo que tú digas miss Australia, nadie se puede resistir a mi y eso es un echo- dijo esbozando una sonrisa de lado a lado esta vez.

Y así entre risas nos dirigimos a la siguiente tortura del día.

Cicatrices Where stories live. Discover now