4

143 9 0
                                    

-Ven Tesnim te enseñaré la casa- dijo Robert haciéndome salir de mis pensamientos y dejar de admirar la imponente mansión que estaba delante.

Nos dirigimos todos juntos hacia dentro y wow la verdad no tenia palabras para describir lo increíble que era, todo estaba perfectamente ordenado y limpio y había varios empleados por la casa. Después de ver la primera planta Robert nos guió a la segunda planta donde se supone que estaba mi habitación, al llegar nos paramos delante de una puerta blanca con un pomo demasiado elegante para mi gusto que era negro.

-Pasa, esta es tu nueva habitación, la hemos intentado poner lo más bonita y a tu gusto posible así que esperamos que te guste- esta vez fue mi madre la que habló.

Aún sintiendo la mirada de mi madre y Robert abrí la puerta encontrándome con una inmensa cama matrimonial con un edredón azul cielo, a una distancia considerable había un escritorio con un ordenador nuevo y un espejo bastante grande justo al lado, a la izquierda había otra puerta que al abrir vi que era nada más ni nada menos que un vestidor, tenía varias prendas de ropa y un par de zapatilla dentro de él.

-Cuando vayamos de compras lo podrás llenar con lo que quieras, pero no queríamos coger nada que no fuera de tu gusto- dijo mi madre.

-Vaya esto es... es demasiado, muchas gracias- dije, dejando de lado toda la situación esto era todo lo que cualquier adolescente podía soñar y aún me estaba planteando si era real o no.

-Te mereces lo mejor cariño, ya te dije que esto iba a ser un nuevo comienzo y que todo iba a ser mejor- me dijo mi madre, aunque no podía evitar pensar que estaba haciendo ese numerito solo para evitar mis recurrentes enfados.

Después de que mi madre y Robert salieran de mi nueva habitación me dispuse a ordenar todo en su debido sitio, ya que las cajas de la mudanza llegaron antes que nosotras aquí solo tenia que des empacar.

Estuve un par de horas des empacando y acomodando todo a mi gusto, hasta me eche una pequeña siesta que fue interrumpida por la voz de mi madre llamándome para ir a comer.

-Tesnim, se que esto puede ser un poco difícil para ti el haber dejado todo y empezar de cero, pero espero que sepas que tú madre y yo siempre estaremos aquí para ti, puede que no nos conozcamos aún demasiado pero espero que también sepas que no estoy intentado tomar el lugar de padre en tu vida, no me atrevería, solo a quiero que sepas que puedes confiar en mi- dijo Robert cuando ya estábamos todos en la mesa dispuestos a comer.

El echo de que sacara el tema de mi padre no me dejó con muy buen sabor de boca pero no le iba a tratar mal por ello, se veía que era genuinamente un buen hombre y si mi madre estaba feliz con el pues genial.

No supe muy bien que responder así que le di un asentimiento de cabeza con una sonrisa cerrada y me dispuse a comer.

Comí en silencio escuchando como mi madre y Robert hablaban de temas banales hasta que escuche que se dirigían a mi.

-Sabemos que es un poco apresurado pero la semana que viene empiezas las clases en un nuevo instituto y debes empezar a prepara tus cosas y libros- dijo mi madre.

Ah eso, si se me había olvidado el echo de que aún estudiaba ups. No estaba muy entusiasmada con la idea pero tampoco tenía escapatoria.

-Te hemos inscrito en el instituto Seven, es el mejor de la zona y tendrás muchas oportunidades si te gradúas de el- me dijo Robert.

-Ah si emm pues que bien, gracias- dije sin saber muy bien como reaccionar, no me apetecía demasiado ir a un instituto de pijos creídos pero bueno.

El día paso sin ningún tipo de acontecimiento interesante, me pase la mayor parte en mi habitación ordenando todo lo que me quedaba. También hablé con Luna y Lana, se veía que aún estaban un poco tocadas pero para que mentir, yo también. Estuvimos hablando sobre cómo sería ese nuevo instituto y sobre si los chicos serían guapos entre otras cosas.

Estuve tan centrada en mis pensamientos que no me di ni cuenta de cuando me quedé dormida.

Cicatrices Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt