Cicatrices

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No pude ni mirarle de la vergüenza pero parece que el se había quedado aún más sin palabras. Cuando por fin salí de mi trance de la vergüenza no se me ocurrió mejor idea que darle un empujón y salir casi que corriendo por las escaleras, creo que lo de mirar los libros lo podía dejar para otro día. Ignore que escuche su voz a lo lejos cuando ya iba bajando, no sonaba muy feliz así que mejor no me daba la vuelta.

Ni siquiera pensé en darme la vuelta y me dirigí directamente a casa, ya iría a la biblioteca otro día sin tener que encontrarme nadie.

Por qué siempre me pasaban estas cosas a mi?

Al siguiente día me levanté con más pereza de lo usual pues la noche anterior me quedé un poco tarde leyendo un libro que me engancho demasiado. Sin más me puse el uniforme aún medio dormida y desayuné lo más rápido que puede ya que iba muy justa, cogí mi mochila y me lleve unas galletas para el camino.

Ya en el coche mientras miraba el horario para ver en qué clase me tocaba mi móvil vibró y cuando lo vi.... Como no, era Will manifestándose ya de buena mañana.
En su mensaje decía que me esperaba en la puerta, que ya sabía que le necesitaba y que me sintiera honrada de tenerle a él como ayudante y guía.
Muy Will la verdad.

Al llegar como era de esperarse estaba Will en la puerta esperándome.

-Miss Australia no tienes muy buena cara- me dijo con tono de broma- Pero no te preocupes si caminas conmigo tu cara se verá opacada por mi belleza-

-Hoy estás más egocentrico que de costumbre no?- y mira que eso era difícil.

-Es parte de mi persona, tendrás que aguantar- y sin más si fue caminado a paso apresurado.

Alcance a Will y seguimos caminado entre bromas, de echo teníamos muchas cosas en común y nuestros sentidos del humor eran bastante similares a decir verdad.

Al llegar a nuestra respectiva clase y yo ya me iba a dirigir a mi sitio pero Will entonces hablo.

-A donde vas? Ya te e dicho que soy tu guía, acostúmbrate a tenerme pegado como una lapa a ti miss Australia- y sin siquiera dejarme responder me cogió del brazo y me llevo con el a su respectivo sitio.

Cuando Will me llevaba a su respectivo sitio un par de chicos, que supongo que eran sus amigos, nos estaban mirando con mucha curiosidad.

-Vaya William, ya has cazado a tu siguiente víctima?- dijo uno de los chicos, pelo castaño y ojos verdes muy imponentes.

-No digas esas cosas Axel, ya sabes que Will es un alma caritativa y no soporta no ayudar a los demás- ahora la que hablo fue una chica, muy guapa de echo, rubia y ojos oscuros.

No sabía muy bien que responder así que Will al ver lo cohibida que estaba hablo.

-Bueno bueno ya basta de charletas que yo no e pedido comentaristas- dijo Will mirando a sus amigos y arrastrándome hacia el sitio- Miss Australia no les tomes en cuenta, a veces mis amigos no tienen suficientes neuronas en la cabeza-

-Miss Australia?- dijo la rubia mirándonos nuevamente y soltando una risa.

-Solo Tes, a Will le gusta poner apodos que nadie le a pedido- le dije en tono burlón y ya sentándome en el pupitre libre.

-Bueno pues entonces Tes, encantada, soy Samantha, si algún día necesitas deshacerte de Will no dudes en pedir ayuda- me dijo con una sonrisa- Y el es Axel, no te preocupes por su cara siempre esta malhumorado y más a las mañanas-

El tal Axel me dio un asentimiento y una pequeña sonrisa como saludó. Yo por mi parte empezar a desconectar de la conversación cuando empezaron a hablar entre ellos.

Y cuando cierta persona entró en clase no pude evitar desviar mi mirada.

Quien entró fue el rey de roma, el señor Nalga como no.

No miró a nadie y simplemente se dirigió a su respectivo sitio y cuando yo ya me iba a girar hicimos contacto visual por lo que pareció una eternidad, el entonces miro el sitio en el que me senté el primer día, que estaba al lado del suyo. Después de eso me volvió a mirar y unos segundos después apartó la mirada.

Vaya eso había sido intenso.

La clase siguió sin ningún tipo de acontecimiento interesante, solo Will y sus bromas, bueno de el y más de sus amigos también, Samantha era muy divertida, Axel por otra parte no hablaba tanto.

Al llegar la hora del almuerzo y después de unas insoportables y aburridas tres horas de clase, me fui con Will y sus amigos, que me habían ofrecido almorzar con ellos.

Me desvíe un momento para ir al servicio y quede con ellos en una de las puertas que daban a la zona del recreo, al salir del servicio alguien me dio un empujón, en principio no iba a darme la vuelta pero cuando vi que había sido el Naglas el que me choco no pude evitarlo.

-Creo que deberías dejar esa costumbre de perseguirme a todos lados, encima lo de agredir a una persona tan habitualmente no es algo muy agradable que digamos- joder Tesnim por qué no controlas tu bocota, siempre acabo hablando cuando me debería callar.

Tenía pensado huir como siempre pero un agarre en la manga de mi camisa me lo impidió.

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Espero que os haya gustado, y perdón si hay alguna falta de ortografía!