DÍA CUATRO

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<voyeurismo> 

      
    

[El voyeurismo consiste en obtener excitación sexual mientras se observa a alguien desprevenido que se está desvistiendo, que está desnudo o en plena actividad sexual.]

   
     
    

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-oye idiota hasta cuando vas a quedarte aqui - refutó gruñendo, se sentó en la cama pateando las costillas del pelirrojo tratando de tirarlo - ya lárgate de aquí - Kirishima se quejó lanzando sin previo aviso una almohada en la cara del cenizo tirándolo de espaldas fuera de la cama, lo miró desde arriba con una sonrisa de burla y victoria. - eres tan jodidamente molesto... tengo que ir más tarde a mis guardias ya largate y déjame descansar -

- descanzar de que - comentó sentándose en la cama estirando sus brazos chasqueando algunos de sus huesos en el proceso - ¿te refieres a eso de meterte un tubo en el pene? ¿tan cansado quedaste por esos simples movimientos patéticos de cadera? -  bromeó entre carcajadas, se vestía mientras pensaba en lo tierno y desesperado que se vio Katsuki en esa situación.

- eres un idiota - murmuró lanzándose de vuelta a la cama y pateando al pelirrojo en la espalda logrando que este por fin caiga de frente al suelo sin poder evitarlo, sus pantalones estaban a media rodilla - eres un idiota creído, cerebro de pito - 

- pero tu - se lanzó encima del cenizo, ambos comenzaron una mini pelea forcejeando con sus manos entrelazadas la una con la otra - no eres mejor que yo, tu cerebro sólo piensa en mi pito -

- jodete ni que fueras el único con un pito grande - se cansó del forcejeo dejando al pelirrojo acostarse encima suyo usando sus pectorales como almohadillas - de no ser por tu pito grande jamás hubiera aceptado tu estúpida propuesta ese día -

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- iré a buscar a Bakugo a la sala de música pueden adelantarse al arcade, los alcanzaremos luego - sonrió un pequeño pelirrojo de segundo año cursando la Academia prestigiosa de héroes, vaya gran amigo tenía que ser para buscar al rubio tsundere explosivo y no descolarlo del grupo, sin importar que este claramente les dijo que no lo molesten después de clase.

- ¡hey Bakug_! - al entrar a la sala de música lo único que encontró obviamente fueron los instrumentos más no la cabellera ceniza de su rubio explosivo favorito - donde se metió - caminó abriendo la puerta de madera con una rendija de vidrio como ventana entrando a la pequeña bodega dentro del salón donde guardaban el resto de instrumentos grandes, la puerta se cerró por el sistema automático - rayos - estaba por girar la perilla más sus articulaciones hicieron corto circuito dejando su anatomía completamente estática en su lugar.

   
   

-agh~ mierda hazlo rápido~ -

-cállate un poco o alguien podria venir -

-todos ya se fueron deja de ser marica y metela de una vez - 

Lo que antes era una bodega común y corriente ahora se parecía más a una trampa mortal donde si te mueves tan sólo un centímetro las paredes comenzarían a cerrarse entre ellas hasta aplastarlo, lo que miraban sus ojos atravez del cristal de la rendija de la puerta era simplemente una broma a su parecer, a decir verdad jamás pensaría que su amigo y compañero con una personalidad explosiva estuviera pidiendo polla tan desesperadamente a un tipo de tercero, abriendo sus piernas para recibir el miembro de otro hombre. 

No estaba seguro de cómo lo vería al siguiente día, como hablaría con él conociendo ese secreto suyo, su cabeza estaba totalmente en un desastre, esa tarde sólo quería jugar a las maquinitas con sus amigos; sin embargo, allí estaba, escondido cual animal enjaulado temíendo por su muerte desde el primer segundo que miró a su compañero entrar torpemente entre besos con el otro sujeto. 

La luz era tenue en el salón si se escabullia como lagartija arrastrándose hasta la puerta trasera lograría salir y olvidar el mal rato, abrió lentamente la puerta del armario procurando hacer silencio, miró de reojo a su compañero quedando en seco, la rendija empolvada de la bodega no le permitía ver con claridad antes pero ahora lo tenía en primera fila, al explosivo empotrado en uno de los escritorios siendo follado sin piedad, levantándo la cadera quedando en puntillas con el pecho en la madera, retenía sus gemidos con ambas manos interpuestas en su boca.

Su corazón bombeaba sangre rápidamente a cada rincón de su cuerpo, acompañado del latiendo en su polla también uniéndose al ritmo rogando  atención dentro de sus pantalones, estaba embobado con esta doble personalidad que descubrió minuto a minuto en Bakugo en ese salón de clases.

El tipo hacía del cenizo un desastre, sudor, gemidos, sonidos obscenos y Bakugo sintiéndose en un completo éxtasis… estaba mal, lo que estaba a punto de hacer, pero de no hacerlo su polla seguro estallaría, su pene sólo cobró vida propia pidiendo atención desesperadamente misma que fue concedida por Eijiro. 

Con el ruido mas mínimo bajó sus pantalones, su miembro goteaba líquido preseminal tanto que sus calzones estaban húmedos, miró al par aumentando la masturbación en su falo, Bakugo se veía tan único siendo adornado con esas perlas de agua salada por toda su piel, gimiendo plácidamente, sus mejillas rojas, ojos llorosos, sus piernas temblaban con cada estocada.

Para cuando el par terminó el acto, Kirishima ya se había corrido quizás unas tres veces manchando el suelo y sus propias manos, no era correcto, se masturbó viendo a su amigo, no podía siquiera verlo a la cara sin imaginarlo de manera sumisa, él par se retiró de la sala sin siquiera percatarse de ser protagonistas de un clip porno ante los ojos del pelirrojo.

Los días pasaron a ser Kirishima escondido en lugares pequeños mirando de primera fila a Bakugo siendo follado por estudiantes varones al azar, poniéndose cachondo al ver ese lado sumiso del cenizo, imaginando escenarios donde él fuera quien este arremetiendo su miembro duro en ese culo grande masturbandose en silencio hasta quedar satisfecho con la imagen vivida de su compañero.

A decir verdad le gustaba sólo verlo, se sentía satisfecho con masturbarse... pero en cuanto más grande el deseo más falta le hacía, él podría darle mejor placer que todos esos sujetos juntos, quería tener al cenizo rogando por su polla debajo de su cuerpo, ya no le bastaba con ser espectador necesitaba pasar a la acción y amarrar al cenizo a su lado. 

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-¡oye idiota ya te voy explicando estos ejercicios más de cinco veces y todavía no puedes resolverlos! ¡¿en qué mierda estás pensan_?! - 

- Bakugo tengamos sexo - 

   

KIRIBAKU MOUNTH
DÍA CUATRO
VOYEURISMO
PALABRAS 1079
PUBLICADO 23:34hrs

KIRIBAKU MOUNTH 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora