DÍA DIEZ

640 63 12
                                    

   
   
    
<kink de elogio>
   
 

 
    

[El kink de elogio o torcedura de elogio es cuando una persona obtiene placer sexual al ser elogiada. A veces se lo conoce como juego de afirmación o torcedura de buena chica/chico/mascota. Básicamente, la persona que recibe elogios se excita con palabras amables y cumplidos.]
   
  
   

_

_________ 
   
    
    
luego de varios días de suspensión finalmente podían regresar con su labor de héroes, la herida en su cuello había sanado de forma correcta al igual que su cuerpo. 

 -"héroe Dynamite necesitamos refuerzos" - escuchó la voz femenina y chillona de su compañera de agencia al otro lado del intercomunicador, miró en su celular las coordenadas, era cerca donde Red riot estaba haciendo rondas en la ciudad, se apresuró antes de que el villano hiciera más desastres. 

••••

Con una sonrisa arrogante, un labio roto y un poco de sangre en la cara salió victorioso, era el mejor no había duda de ello. 

-excelente como siempre Dynamite - sus cabellos rubios fueron desordenados por una mano que se posó en su cabeza, en su estómago la sensación de mariposas revoloteando - ese último golpe estuvo feo. -

De no haber aparecido, Bakugo habría ganado sin un rasguño, fue culpa del mismo red riot que el cenizo baje la guardia y terminase en ese estado o quizás fue la culpa de sí mismo, al escuchar de lejos la voz de Kirishima llamarlo, no sólo perdió el enfoque sino que comenzó a buscarlo con la mirada y terminó estrellado contra un muro de concreto.

- ... no te acerques - habló en lo bajo apartándose del pelirrojo, si bien no era prohibido tener pareja, las agencias los tenían en la mira por el teatro de la última vez y lo poco profesional que fueron sus acciones en la misión pasada, para ahorrarse tantos regaños de los héroes ambos estuvieron de acuerdo en mentir sobre mantener una relación romántica en secreto y sólo fue un pequeño descuido de su parte la fallida misión anterior, lo que fue más fácil que explicar ser compañeros de sexo. 

El pelirrojo sonrió mirando que los demás héroes estaban atendiendo a los heridos y terminando de encarcelar al villano, una vez se percató que no había nadie mirándo tomó al cenizo de la cintura plantando un beso en su mejilla - nadie nos está mirando chico malo - susurró siendo golpeado en el estómago por el cenizo. 

-no digas estupideces - apretó la mandíbula, una corriente se extendió por toda su espina dorsal, su cuerpo se había vuelto más sensible a los toques y palabras del pelirrojo. 

-de nuevo ese dulce aroma - murmuró Kirishima pegando su nariz en la nuca de Katsuki aspirando por encima de la cicatriz de sus dientes - me encanta - sin pensarlo mucho lamió la zona sacando un gemido del contrario que en un intento desesperado cubrió su boca empujando definitivamente al pelirrojo. 

Su zona baja ormigueaba al igual que el área donde el pelirrojo pasó su lengua, las palabras de Kirishima hacían eco en su cabeza, él aroma que desprendía su cuerpo sólo se hacía presente cuando ambos tenían sexo; sin embargo, ahora simplemente se desprendía con el mas minimo toque o palabras que salian de la boca del pelirrojo. 

Algo dentro suyo necesitaba a Kirishima más que nada, su subconsciente lo llamaba y cuando menos lo esperaba el pelirrojo estaba allí mostrando su estúpida sonrisa.

•••

-que haces aquí - Bakugo se detuvo al frente de las puertas de la agencia al tener a Eijiro esperando por él. 

-¿acaso está mal que tu noviecito venga a verte? - sonrió riendo por las palabras que dijo. 

-deja de decir esas estupideces, sabes que no somos nada - respondió de mala gana retomando su camino, mentiría si dijera que no veía venir al pelirrojo abrazando su cintura pegando su pecho a la espalda mientras ponía el mentón en su hombro caminando juntos como idiotas enamorados.

- como puedes ser tan malo siendo tan hermoso - el medio halago que salió de sus labios fue suficiente para que silenciosamente el pecho de Bakugo colapsara, esa sensación de segundos donde sientes como tu corazón explota como los fuegos artificiales, él ritmo cardíaco aumenta por segundos y respiras hondo para calmar tu inestable nerviosismo, entusiasmo y emoción.

caminaban por un parque apenas iluminado por los faroles demostrando lo tarde que era ya no había tanta gente por no decir que el lugar estaba totalmente abandonado sólo teniendo a ellos como protagonistas caminando por el lúgubre sitio. 

-que clase de halago más vacío fue ese - era la primera vez en mucho tiempo que experimentaba tal sensación tan molesta y desagradable... quería seguir sintiéndola - puedes hacer algo mejor que eso -

-... eres jodidamente increíble - susurró al oído del cenizo obteniendo un mínimo espasmo casi imperceptible - me encanta que seas un buen chico cuando estamos sólo los dos - 

Su estómago se llenó nuevamente de la extraña sensación revoloteante por tan sólo esas palabras que chocaban con su oído, él caliente vapor que entraba en su oído haciéndole cosquillas.

Desvió su cabeza a otro lado cubriendo con su mano la sonrisa silenciosa que apareció en su rostro - estuvo sólo un poco mejor - nuevamente el aroma a miel inundó las fosas nasales del pelirrojo, le encantaba y aún más al saber que sólo él percibía ese tenue aroma.

-este nuevo aroma tuyo es realmente exquisito - lo atrajo más hacia su anatomía, llenó de besos el cuello y nuca del sumiso sintiendo como el contrario disfrutaba del toque con sutiles jadeos apenas audibles - vamos, adoro cuando no contienes tu voz - 

Su cuerpo se retorció sobre el cuerpo de Kirishima, una de las manos del pelirrojo viajó hasta su boca metiendo dos de sus dedos jugando con la lengua en tanto la otra ya estaba apretando sus pezones por debajo de la ropa.

- que cuerpo tan lascivo - su corazón bombeaba realmente rápido con cada palabra, cada toque, su cuerpo aceptaba a su dominante con gusto como si fuera su tan adictiva droga diaria, sin poder dejar de pensar en él ni un solo segundo, necesitando estar a su lado en cada segundo, sus piernas temblaban al igual que todo su cuerpo vulnerable a la situación. 

- me siento tan orgulloso del buen chico que crié - sonrió tomando al cenizo de los hombros haciendo que se miren de frente - este día fue pesado, descansa por hoy mi lindo gatito - acarició la mejilla seguido a besar su frente, lo tomó de los muslos levantándolo del suelo respirando aliviado al sentir como las piernas del sumiso se enredaban en su cintura y la cabeza de este se desplazó hasta su hombro. - cuando lleguemos a casa quiero dormir encima de tus tetas - 

-... vuelve a decir eso y te arranco la polla - 

- qué pasó con mi Katsuki tierno de hace unos minutos - 

-cierra la boca maldito pervertido -

-... pero ¿si me dejaras dormir sobre ellas? - 

-... si - 
  
    
     

KIRIBAKU MOUNTH
DÍA DIEZ
KINK DE ELOGIO
PALABRAS 1139
PUBLICACIÓN 22:05hrs

KIRIBAKU MOUNTH 2023Where stories live. Discover now