¿cómo llegamos a esto?

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Y sinceramente no sabía cómo había llegado a esto. Pero aquí estaba, siendo curado por Alastor.

Se había peleado con Ron, o más bien Ron lo había atacado de la nada, todavía alegando ser un "maldito mentiroso", como él decía. Y no sabía porqué no lo había superado ya, eso había sido hace varios meses, pero bueno.

—¿Te duele mucho?—, preguntó Alastor en un susurro casi cariñoso, limpiando una herida en mi antebrazo. No quería ir a la enfermería.

—Un poco— respondí sin ánimo. ¿Cómo habíamos llegado de ser mejores amigos a atacarme? Es que simplemente no lo entendía, en el pasado había pensado que iban a ser amigos por y para siempre, pero se equivocó. Anteriormente, mientras caminaba por los pasillos, Ron lo había insulado e incluso se había metido con su familia.

Se sentía desanimado. Tenía a Neville,  pero simplemente no podía olvidar los momentos que había pasado con Ron...

Y Hermione era otro asunto, se mantenía alejada de él, siéndole indiferente y, sinceramente no sabía que era más doloroso... pero tenía el apoyo de sus otros amigos, sin embargo.

Solté un quejido al sentir la herida de mi mandíbula arder al ser curada.

—¿Alguna vez le dirás a un profesor?— habló después de mucho tiempo Alastor. —A parte de mí, quiero decir—, agregó con rapidez, antes de sacar un comentario sarcástico. Yo negué.

—¿Para qué? si de todas maneras me van a ignorar. Todos están un poco muy cegados por Dumbledore— Él asintió y se dedicó a seguir con su labor de curarme. Lo hacía con delicadeza, algo que nunca había sentido anteriormente, al menos no en ese terreno. Recordé las múltiples palizas de tío Vernon, en dónde me dejaba magullado y no hacía nada más que encerrarme en el armario, pero me obligué a olvidar eso. Tenía que volver ahí en el verano, pero por ahora disfrutaría las leves caricias que dejaba Alastor sobre mi ante brazo, sintiéndome cálido con todo esto.

Cerré los ojos, perdiéndome en mis pensamientos.

Claro que no noté en el momento que me dormí. Y claro que tampoco noté la mirada cariñosa que Alastor me lanzaba.

Y mucho menos aquellas caricias que él me brindaba.


𓆙


Miraba el rostro casi angelical de Harry, sintiéndome culpable por la tarea que debía cumplir... ¿Cómo había llegado a tenerle tanto afecto al chico? no se supone que esto pasaría, no estaba en mis planes. Pero no podía decir que me arrepentía de haberlo conocido, me alegraba, de hecho. Verlo tan concentrado y cómodo estudiando a mi lado hacía que mi pecho se calentara. Verlo dormir con total tranquilidad y seguridad me hacía sentir bien.

Lástima que esa confianza pronto se rompería, no había forma de mantenerla luego de lo que iba a pasar... pero por lo pronto disfrutaría de su compañía y confianza. Disfrutaría poder platicar con él, porque pronto él, probablemente lo odiaría... no tenía idea de cómo iba a lidiar con eso en un futuro, pues él chico se había vuelto una parte casi fundamental de su vida.

Y tenía miedo. Miedo de verlo odiándo.

Pero no había nada que hacer, simplemente esperar.

Esperar a ver la traición y el odio en sus ojos dirigido a él.

Esperar a que cualquier tipo de amistad se rompiera.

Y esperar a que Harry finalmente se derrumbara. Después de varias traiciones Harry le dijo que no sabrías si podría soportar otra. Era solo cuestión de tiempo para que Harry finalmente se rompiera en pedazos.

Y él no estaría para apoyarlo, solo esperaba que de alguna forma Harry, en algún futuro lo perdonase. Poco probable, pero no perdía la esperanza.

Por tí Where stories live. Discover now