Capítulo 125: Buscando a papá.

943 44 27
                                    

¡Kkuek!

El llanto de Cuengi no se detuvo durante mucho tiempo

¿Kuuk?

La mamá oso gigante de pelaje carmesí, Pelusa Rosa, corrió apresuradamente al sentir algo extraño. Estaba claro que algo había pasado. Normalmente, Sejun calmaba a Cuengi y este dejaba de llorar enseguida.

¿Kuuk!

Cuando Pelusa Rosa llegó al lugar donde se oía el llanto de Cuengi

¡Kkue...ek! ¡Kkuek!

No había rastro de Sejun y Cuengi estaba llorando desconsoladamente con todas sus fuerzas.

¡Piiik!

¡Kkeek!

Al lado, el conejo y las hormigas seta intentaban consolar a Cuengi, pero este se movía tan violentamente al llorar que no se atrevían a acercarse.

¿Kuuk?

Pelusa Rosa acarició a Cuengi para que dejara de llorar y le preguntó la razón. ¿Qué pasa?

¡Kkue...ek! ¡Kkeek!

[¡Papá se fue solo al piso 77 de la torre! ¡Puede que los malos le estén pegando!]

Cuengi respondió entre sollozos al abrazo de Pelusa Rosa.

¿Kuuk?!

Pelusa Rosa se sorprendió al escuchar las palabras de Cuengi. La situación era grave.

Entonces

-¿Qué?! ¿A dónde se fue Sejun?!

Kaiser, que estaba contento tras recibir un banquete de batatas asadas, sopa de batata y nieve de batata como agradecimiento por acabar con las hormigas de fuego, preguntó alarmado.

¡Kkue...kkuek!

Cuengi le explicó a Kaiser lo que había pasado cuando Sejun desapareció. Como el abuelo dragón le daba miedo, contuvo el llanto y explicó lo mejor que pudo.

-¿Desapareció al abrir el documento de tierra? ¿Ese tonto abrió el documento así como así?

Kaiser gritó enfadado al escuchar la explicación de Cuengi.

¡Kkuek...

[Quizás el documento se abrió solo al cogerlo papá...]

Cuengi trató de defender a su papá con una voz insegura.

Pero era una tontería. Los documentos de tierra sin dueño tenían una función de invocación para reconocer al primer dueño, por lo que estaban bloqueados para que no se activaran en cualquier momento.

Si no se ejercía fuerza intencionadamente, el documento no se abría. Sejun había abierto el documento sin leer la explicación.

-Ejem... Entonces mi sopa de batata...

Kellion, que le había gustado la sopa de batata, preguntó con voz triste.

-¿Ahora te preocupa la sopa?

Kaiser se enfureció con Kellion, que se preocupaba por la sopa. No tenía sentido común. Ahora el problema no era la sopa, sino Eileen... bueno, no. Sejun.

-¡Abuelo! ¡Encuentra a nuestro Sejun rápido!

Eileen, que como era de esperar, se puso a tirarle del cuello a Kaiser en cuanto supo que Sejun había desaparecido.

-Eileen, espera un minuto. Este tipo desapareció de repente... ¡Reúnanse debajo de mí!

El Kaiser convocó a toda prisa a todos los monstruos de la granja para rescatar a Sejun, que había sido convocado al piso 77 de la torre.

Cultivando solo en la torre Parte#1حيث تعيش القصص. اكتشف الآن