Draco Malfoy y un traidor suelto

¿Primos?

Caminamos por los pasillos sin dejar de hablar sobre la vida amorosa de Weasley, no había pensado que decir eso iba a liar tal cotilleo sobre ellos dos.

Con un pequeño suspiro me pare en la entrada de la sala común pensando cual era la contraseña de este año

-Meigas fritas- dije algo dudoso viendo como las puertas se abrían ante nosotros

-¿Como sabías que era esa?- pregunto uno de los chicos

-Soy una persona superior- cogí disimuladamente la esquina de mi túnica para darle un poco del efecto que daba el profesor Snape mientras entraba a la sala común

-Presumido- dijo Bleise siguiéndome para adueñarnos de los sillones que estaban al lado de la chimenea.

Pasamos el rato en la sala común intercambiando chismes y historias diversas antes de levantarme para ir a descansar atrayendo las miradas de los que me rodeaban

-Voy a ir a dormir, ustedes si quieren mátense, nos vemos mañana en el comedor- dije caminando hacia el cuarto compartido que tenía ignorando un poco sus respuestas.

Tengo que hacer una lista de todo lo que recuerdo pensé mientras me quitaba los botones de la camisa observando mi pecho sin cicatrices al igual mi brazo izquierdo libre de la marca del señor tenebroso

-Libre- susurre abrazando con fuerza mi brazo contra mi pecho -Libre- dije dejando salir las lagrimas que llevaba conteniendo

-Vamos, Draco eres un Malfoy no deberías llorar- quite las lagrimas que recorrían mi cara para terminar de vestirme.

-Esta vez yo te protegeré- dije sacando un cuaderno y una plum para empezar a hacer una lista de cosas que habían en mis recuerdos, sentado en los confines de mi cama con las cortinas echadas al igual que algunas protecciones echadas empecé a escribir todo lo que podía recordar, con un pequeño suspiro cerré el cuaderno agarrando un poco mi mano adolorida

-¿Qué hora es?- murmuré a nadie en particular metiendo de bajo de mi almohada el cuaderno como un escondite provisional -Tendre que buscar otro dentro de poco- me recosté en la cama -o hacer algo para que nadie pueda acercarse a el.

🌘🌔🌕🌖🌒

-¡Ah!- grité sentándome en la cama, pasando mis manos temblorosas por mi cabello desordenado -Bloquea, Bloquea, Bloquea...- susurré apoyando las palmas de mis manos contra mis ojos intentando parar las lagrimas que manchaban mi rostro.

-Tempus- susurré quitando con lentitud las manos de mis ojos para ver que eran las siete y media de la mañana -Voy tarde- dije molesto quitando las sábanas que cubrían mi cuerpo al mismo tiempo quitaba las protecciones echas a las cortinas, salí deprisa notando que era el único que estaba en el cuarto

-Seran, desgraciados

Cogí el uniforme que sobresalía del baúl antes de ir al baño a preparame para el día, evitando cualquier contacto con mi cuerpo que pudiera desencadenar un recuerdo. Una vez listo puse rumbo al gran comedor disfrutando del silencio que había por los pasillos trayendo recuerdos de mi tiempo como prefecto

-Creo que está infestado de nargles- comentó una voz alegre desde mi derecha, provocando el saltó más indignó que podría tener un Malfoy

-Por Salazar

Escuché como la voz que había dado ese comentario pasaba a reírse por el saltó que había dado, viendo como la joven se agarraba la barriga de la risa haciendo que la mirara con una ceja alzada

-No lo veo tan divertido

-Si lo fue- dijo con una pequeña sonrisa

-¿Somos familia?- pregunte dudoso al notar su pelo rubio que podría rivalizar con él mío

-No, qué yo sepa- dijo sin mover la sonrisa de su rostro, provocando un asentimiento dudoso de mi parte

-Creo que podríamos ser primos

Vi como su sonrisa se hacía cada vez más grande estirando su mano con el fin de coger la mía

-Soy Luna, Luna Lovegood- sacudió nuestras manos con su brillante sonrisa contagiosa

-Draco, Draco Malfoy- sonreí de vuelta notando su varita detrás de la oreja al igual que sus pendientes en forma de naranja cortadas de manera extravagante -Me gustan tus pendientes-

-Te haré unos primo

-Sabes que no estoy seguro de que seamos primos ¿verdad?

La vi encogerse de hombros soltando mi mano antes de marcharse

-Nos vemos primo- dijo despidiéndose de mi con el rumbo puesto hacia otro lugar de los pasillos

Sujetó agradable y loco, me gusta pensé con una sonrisa volviendo a ir hacia el gran comedor como meta.

Entrar al gran comedor y aparentar ser el de antes fue algo fácil el simple echó de mirar con ascó a cualquier persona hacia el trabajo simple, camine con algo de dramatismo hacia la mesa

-Durmio bien, la princesa

-Dormi espectacular- apoye una mano en mi barbilla sin dejar de ver a mis amigos -No se nota-

-Tenemos que hablar sobre el cuidado de tu piel, Draco

-Mi piel está divina y no acepto quejas de ninguno- dije sentándome en medio de Daphne y Theo

-Entonces, ¿Porque no me despertaron?- pregunte mirando fijamente a tanto Theo como a Blaise

-Draco, te quiero pero ni loco tocó esa cortina

-Ver a Goyle recibir una descarga fue suficiente motivación para no tocar esas cortinas- dijo Theo con una sonrisa

-Creo que me pase con las protecciones- murmuré algo pensativo apoyando mi barbilla en mi mano derecha

-Solo creés

-Sobrevivirá- dije sirviendo mi taza de té

-A veces me preocupas

-Solo a veces- los mire con una sonrisa traviesa antes de beber feliz mi té, escuchando sobré la mezcla de rumores tanto del triángulo amoroso de Weasley como sobre la fuga de Sirius Black, pero lo que descolocó a la gente fue ver como la rubia de Ravenclaw saludaba como si no hubiera un mañana en mi dirección

-Creo que Lovegood, te esta saludando- dijo Pansy algo sorprendida

-Si, lo estoy viendo tengo ojos Pan- comenté devolviendo el saludo a la rubia con algo más de clase

-Lunatica...

Alcé una ceja algo molesto por lo que había oído -¿Como la llamaste?- cuestioné llevando mi mano al bolsillo donde descansaba mi varita

-Luna, la llamo Luna- dijo Theo cubriendo la boca del chico que soltó su comentario, asentí sin apartar mis ojos grises de los verdes de el

-Te saluda, ¿Porqué?- pregunto Blaise intentado salvar el ambiente gélido que había caído sobre la mesa

-Somos primos- finalicé como si del tiempo hablará

El silencio cayó en la mesa después de mi comentario, atrayendo las miradas de mi compañeros de casa que estaban procesando lo que había dicho, levanté una mano y empecé a bajar los dedos al mismo tiempo que la información había caído en la mente de los presentes dejando oír un grito de sorpresa que atrajo mas la atención de las otras casa

-Espera, espera...

-Estas 100 por 100 seguro

-Enloqueciste, mujer

-Los nargles- sonreí volviendo a mi desayuno