Capítulo 8: La prueba.

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— ¿A qué se refería tu jefe con la prueba? — Jackson preguntó con curiosidad mientras recorrían los helados pasillos de las instalaciones.

— Significa que solo puedo ayudarte si pasas un análisis exhaustivo, todos los nuevos que llegan deben pasar por él— Lance le explicó con calma.

— ¿Él? ¿Análisis? ¿Qué tipo de análisis?

— Lo sabrás cuando lleguemos.

No quería ser malvado, o tal vez sí, debía admitir que le gustaba un poco molestar a otros, pero entre menos supiera Jackson de esta prueba sería mejor, así los resultados serían más fiables. Bueno, aunque él jamás se equivocaba... no a corto plazo al menos. Las personas eran fluctuantes y solían cambiar con el tiempo, pero era muy difícil engañarlo en el presente. Por lo que, este análisis le permitiría saber por fin si podía confiar plenamente en el chico, o, por el contrario, él lo estaba embaucando y tendría que cortarle el cuello. Pronto lo descubrirían.

Golpeó la puerta de una de las habitaciones del pasillo, cuando esta se abrió al fin después de un minuto, no se sorprendió de ver a Scott en el lugar.

— ¿Sabes dónde está Kyle? — Optó por ser directo.

— La última vez que lo vi estaba con el niño— Contestó este soñoliento, mientras soltaba un bostezo, su cabello estaba desordenado, al parecer lo habían despertado de su siesta— ¿Quién es el nuevo?

— Scott él es Jackson, Jackson él es Scott— Los presentó sencillamente.

— Un gusto, amigo— El castaño hizo un gesto despreocupado con su mano a modo de saludo.

Scott parecía haber dejado su mal humor atrás después de la siesta, y a su vez, estaba acostumbrado a recibir a nuevos integrantes. Después de todo, aquel era uno de los muchos puntos claves de su trabajo en la organización, ayudar a sobrenaturales.

— Un gusto— Jackson asintió.

— Supongo que buscan a Kyle para "la prueba" — Adivinó.

— Solo así podrá quedarse. Tiene que ayudarme con unos asuntos.

La explicación fue corta, aún no quería entrar en muchos detalles de aquella situación. La antigua vida de Jackson sería un problema, no todos confiarían en él, estaba seguro de ello.

— Sala de juegos, de seguro lo encuentras ahí— Scott contestó. Aquella quizás era una de sus mejores cualidades, no tenía interés en los asuntos ajenos, a menos claro, que lo involucraran de forma preocupante a él o Kyle. Siempre estaba pendiente de la seguridad de ese último.

— Gracias, Scott.

Lance se despidió y tomando a Jackson del brazo lo jaló por los pasillos.

Scott los vio marchar pensativo, tenía el presentimiento de haber visto a aquel chico antes. Pero ¿Dónde? En fin, se encogió de hombros, no era de su incumbencia.

Kyle se encontraba con Oliver, justo exactamente donde Scott había predicho, en la sala de juegos temporal que habían construido años atrás para dar asilo a niños sobrenaturales antes de reubicarlos, pero a juzgar por las características que poseía Oliver, Lance dudaba que su paso por las instalaciones fuera algo fugaz. Es muy probable que terminara siendo adoptado por la organización, al igual que él lo había sido de pequeño. Tenía el perfil perfecto para encajar en el lugar, una historia trágica, huérfano y sin hogar, con el único deseo de estar a salvo y ser comprendido. La facción podría ofrecerle aquello último.

El niño reaccionó apenas sentir su presencia, lo primero que hizo fue dejar el videojuego, que estaba probando junto a Kyle, de lado, para ir con él y abrazarlo.

Lance se quedó quieto como la última vez, aún no se acostumbraba a este tipo de afectos, aunque palmeó la cabeza del niño en respuesta. Los niños necesitaban calidez y un trato amable para formar un vínculo seguro, se recordó a sí mismo.

— Dije que volveríamos a vernos. Te di mi palabra— Le recordó al pequeño.

El niño asintió, más luego se escondió detrás de él, al ver a Jackson, había estado tan concentrado en Lance que había olvidado la presencia de otro ser con habilidades en la habitación. Lo reconoció como la persona que los había estado siguiendo.

— Tranquilo, es... un amigo— Lance explicó al darse cuenta de esto, más el niño se mantuvo detrás de él.

— ¿Nuevo integrante? — Kyle interrumpió acercándose a ellos sin ignorar la situación— Soy Kyle, un gusto— Le extendió su mano, amistoso, al recién llegado.

Jackson desvió su mirada hacia Lance, como si esperara instrucciones o algo. El pelirrojo le hizo una leve señal con la cabeza para que aceptara el gesto.

— Jackson. Un gusto— El chico de cabellos oscuros aceptó el amistoso apretón.

Entonces Kyle lo retuvo, uniendo su otra mano sobre la suya. En ese preciso momento sería analizado.

— Solo relájate— Lance murmuró cuando el chico buscó su mirada otra vez, confundido y alerta— Esta es la prueba— Le aclaró.

Jackson asintió, ya más tranquilo.

Kyle se concentró, cerrando sus párpados. Usando su habilidad... Debía averiguar si aquel chico era digno de quedarse, como todos los demás. Nadie se salvaba de su análisis.

— Percibo mucha confusión, demasiada... como si la forma en que veías todo hubiera cambiado los últimos meses— Susurró al sentir las primeras emociones del pelinegro a través del vínculo— Estás perdido, es como si faltara algo importante ¿Arrepentimiento? ¿Culpa? Sin embargo, no percibo malas intenciones, no, todo lo contrario... es como si desearas proteger, algo valioso que no deseas que te arrebaten, no como todo lo demás, tú... — El chico abrió sus párpados lentamente al descubrir lo último— Comprendo— Asintió, para luego soltarlo.

— ¿Y bien? ¿Pasó la prueba? — Lance preguntó curioso.

La prueba era simple, consistía en un análisis de emociones realizada por Kyle, dado que el chico tenía la habilidad de saber si alguien tenía o no, malas intenciones para la organización y sus miembros a través de un solo toque. Algo que había sido muy útil de poner en práctica a la hora de incluir a nuevos integrantes.

Kyle percibía las emociones, y con mayor fuerza las que eran negativas, ya que estas solían ser más propensas a contaminarse y permanecer en el tiempo, a diferencia de las positivas, que solían ser más fugaces, aunque no por eso menos importantes. Los buenos momentos, aunque efímeros, eran los que le daban sentido a la vida, según las palabras del chico, que había tenido que aprender a comprender estos sentimientos aún más profundo al no solo percibir los suyos. Aunque había una emoción positiva que solía perdurar, pero podía llegar a tener demasiados matices, por lo que solía estar entre los dos polos. El amor.

— ¿Y bien? — Lance comenzaba a impacientarse.

Kyle alterno su mirada entre ellos. Era impresionante lo que podía descubrir con un solo toque. Debía tomar una decisión. 

La mafia sobrenatural [Versión BL]Where stories live. Discover now