Capítulo 10: Chocolate.

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— Muy bien esta será tu habitación— Lance informó mientras abría la puerta de aquel cuarto— Tiene todo lo básico.

Jackson observó el lugar con interés, esto era mucho más espacioso que su antigua habitación, contaba con un baño personal, una cama grande que se veía cómoda, una televisión, armarios, muebles varios, y lo mejor una ventana grande que daba directo al jardín. Se acercó a esta última y corrió las cortinas, permitiendo que la luz tenue de la luna pudiera entrar a la habitación.

- Sí, tienes buena vista, por cierto, en el escritorio tienes una laptop de uso personal, la contraseña del wifi es "Arminmanda" todo junto y la primera "a" en mayúscula, no preguntes el por qué, no quieres saber— Lance explicó, sacudiendo su cabeza— El desayuno se sirve a las diez, el almuerzo a las dos y la cena a las siete. Soy tu vecino, por lo que si tienes alguna pregunta puedes ir y tocar mi puerta, aunque no me molestes por estupideces. No voy a arroparte— Aclaró— ¿Dudas?

Jackson negó mientras miraba el paisaje nocturno a través de la ventana, era algo que no muchas veces podía disfrutar. Por lo general, las únicas vistas que podía apreciar eran los paisajes cuando conducía un auto robado o a través de la ventana de un motel barato, el resto del tiempo estaba encerrado en aquella habitación blanca.

— Bien, entonces me iré. Vendré a buscarte mañana antes del desayuno y te daré el recorrido oficial. Te aconsejo que duermas, será un día ajetreado.

Lance estaba a punto de irse a su habitación, cuando fue retenido por una mano sujetando su brazo.

— Gracias— El pelinegro murmuró.

— No hay de qué, como dije, te lo debo. Soy un hombre palabra— Lance se soltó, aunque no fue un movimiento brusco.

— Aun así, gracias— Sonrió.

Jackson estaba realmente agradecido, podría decirse que el pelirrojo era la primera persona en mucho tiempo en preocuparse por él.

Lance optó por asentir, no era bueno en este tipo de cosas, aunque debía admitir que esa sonrisa sincera de parte del otro asesino removía algo en su interior, pero ¿Qué exactamente? Quizás solo estaba cansado, había sido un día largo después de todo. Se despidió de su ahora protegido y sin rodeos fue directamente a su habitación, específicamente a su suave cama, donde se dejó caer.

Esa noche por alguna razón no tuvo sus usuales pesadillas, lo cual fue un alivio y le permitió por primera vez en mucho tiempo, por fin descansar.

Al día siguiente, cumplió con lo dicho, después de despertar y asearse fue a por Jackson para comenzar su recorrido.

El pelinegro observó con interés aquel mesón lleno de comida, no recordaba la última vez que había visto algo así, es más, si es que alguna vez en su vida había visto algo así.

El desayuno era ofrecido en un gran salón ubicado cerca de la cocina, compuesto por una gran mesa, llena de comida, bebidas varias y dulces. Todo implacablemente servido y pulcro.

Lance los insto a tomar uno de los platos disponibles y escoger lo que quisiera, antes de que sus otros compañeros se llevaran lo mejor.

— Esa es demasiada azúcar, Lance— Kyle regañó al pelirrojo al ver su plato lleno de dulces como era habitual.

— Metete en tus asuntos— Contestó este a la defensiva— Además la azúcar es energía y por el tipo de trabajo que realizo, necesito mucha.

— Le dará diabetes a los treinta, estoy seguro— Comentó Scott, quien levantaba a Oliver para que alcanzara la mesa y escogiera su desayuno.

— No molesten a mí crítico número uno, sin Lance no podría innovar con mis postres.

Un tipo que Jackson aún no conocía se unió a la conversación. Llevaba un uniforme blanco y un sombrero de chef. Tenía el cabello y los ojos oscuros, y era el más alto y mayor de la sala.

— Siempre lo estás consintiendo, Harry— Kyle resopló.

— Es inevitable, es adorable— Sonrió.

— ¿Quién yo? — Lance preguntó con la boca llena de masa dulce de una dona.

El chef revolvió enternecido los cabellos rojizos del chico en respuesta, a lo que Lance se quejó, aunque no demasiado, ambos parecían llevarse bien.

— Y bien ¿Quién es el nuevo comensal? — Preguntó curioso el hombre al notar al nuevo integrante.

— Jackson, Harry, Harry, Jackson— Lance los presentó— Jackson es... mi amigo y protegido.

— Comprendo ¿Qué tipo de comidas te gustan? — El chef le preguntó al pelinegro.

Harry tampoco era el tipo de persona que se inmiscuía en la vida de los demás, por el contrario, estaba más interesado en los gustos gastronómicos de la gente.

— Yo... — Jackson parpadeó ¿Qué tipo de comidas le gustaban? Realmente nunca se había planteado esa pregunta, se sumió en sus pensamientos. Por lo general comía lo primero que encontraba en las misiones, que solía ser comida callejera o de hoteles, y el resto del tiempo una pasta grumosa, pero nutritiva, que le daban sus captores en cautiverio.

— Tiene problemas de memoria— El pelirrojo lo ayudó— Ya sabes, está descubriendo el mundo.

— Oh, entiendo— Harry fue comprensivo al respecto— Si te gusta algo de lo que he servido hoy, puedes decirme luego, para volver a prepararlo para ti— Sugirió amable.

A lo que Jackson asintió agradecido.

— ¿Y dónde están los demás? Se perderán el desayuno.

— Janet está en una misión, Finn salió a quién sabe dónde y Armin no sale de su cueva como siempre— Kyle informó.

— Ya veo, pasaré a darle unos bocadillos a Armin cuando vaya a dejarle la comida al jefe— Harry se comprometió.

El desayuno transcurrió sin mayores inconvenientes, Harry era extremadamente amable y simpático, por lo que el ambiente que se había generado era agradable. Por otro lado, Jackson se aseguró de probar nuevos sabores, para poder averiguar que era realmente lo que le gustaba.

En un momento dado, miró a su lado, Lance se encontraba devorando su última dona glaseada de chocolate, este último había manchado su rostro, solo un poco, bajo su labio inferior.

¿Debería informarle de este hecho? O ¿Seguir observando la inusual escena? Después de todo, el chico siempre parecía perfecto, al menos en los meses que lo había seguido y observado, esta era la primera vez que algo no encajaba en su rostro de facciones finas, era interesante.

— ¿Y tú qué tanto me ves? ¿Tengo algo en el rostro? — Lance preguntó al darse cuenta.

Jackson no supo qué decir al verse atrapado.

— Kyle ¿Tengo algo en el rostro? — Entonces el chico le preguntó a su amigo al no recibir respuesta de parte del pelinegro.

— Aprende a comer— Este le respondió extendiéndole una servilleta, además de señalarle donde se encontraba la mancha de chocolate.

El pelinegro se decepcionó un poco ante esto, debía reaccionar más rápido la próxima vez, así Lance requeriría su ayuda y no la de otro.

— Y bien ¿Algo de lo que serví hoy te gusto? — Harry le preguntó llegado un momento.

— Chocolate— Jackson respondió sin pensar.

Definitivamente el chocolate era de su gusto. 

La mafia sobrenatural [Versión BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora