25: DAHLIA

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Testamento de Nicholas Alexander Borne.
17 de Noviembre de 1725.

Yo, Nicholas Alexander Borne, le cedo todos mis bienes y absoluto patrimonio a la señora Loisana Davies. Siempre y cuando que, llegado el momento, no tenga ningún primogénito a mi lado. La señora Loisana cuidó de mi desde el nacimiento, durante mi adolescencia, hasta mi muerte.

El señor notario terminó de leer y se aclaró la garganta. Lois estaba junto a la puerta y William Jones sentado en una de las sillas casi boquiabierto.

—Eso... Eso no puede ser cierto. ¡Nicholas nunca haría eso! ¡Compruébelo! ¡Debe de ser falso!

—Señor Jones, le pido que se tranquilice. Este estamento está firmado por el señor Nicholas, no hay manera que fuera cambiado. No consta de nada más.

—No... Después de todos estos años... —él se levantó y fue a salir, pero se acercó hasta Lois y la miró muy de cerca—. Tú... Sé que le hiciste algo.

—Márchate, ya no eres bienvenido —espetó Lois.

William alzó las cejas.

—¿Perdón?

—Este lugar ahora me pertenece, es mi hogar, y yo no estoy conforme con que usted y vuestros guardias sigan formando parte de él.

—Maldita desagradecida...

—¡Seguridad! —gritó Lois.

La nueva seguridad que Lois había contratado fue directa a William y este se alejó un par de pasos.

—Agarradla, se ha vuelto loca —les dijo.

La seguridad hizo caso omiso al joven y lo agarraron de los brazon. Él frunció el ceño de inmediato.

—¡¿Qué hacéis?! ¡Soltadme! ¡Estáis cometiendo un error!

Lois observó como se llevaban a rastras a William y lo desterraban de allí. Se apoyó en la puerta de la habitación y suspiró. El señor notario cerró su maletín y fue hacia la puerta, Lois habló.

—Gracias por ayudarme —esbozó una sonrisa.

—Es un favor que le debía a la señorita Olivia y a mi hermano —asintió—. Cuida de Winter, por favor.

—Lo haré. Por cierto, Nathaniel, —habló—, ¿esta seguro de que no quiere conocer a su sobrina?

—Por ahora no, no quiero que la gente nos malinterprete. En unos meses, seguro —sonrió. Antes de irse dijo algo más—. Ah, una cosa más —sacó unos papeles y se los entregó—. La casa ya está a su nombre y al de Winter, aunque ella no figure en el nombre público. Sois libres de hacer lo que queráis con ella.

—Gracias, Nathaniel.

Él asintió sonriendo y se marchó de allí. Lois observó los papeles, los leyó un par de veces.

Loisana Davies y Kim Winter, nuevas dueñas de la mansión Dahlia.

Aquello era una auténtica locura.

Lois y Winter organizaron bien en plan para salir de esta, todo con ayuda de Karina. El plan consistía en crear una nota de suicidio falsa, junto a un testamento nuevo. Todo era claro y sencillo, quedaba que fuera creíble, sobretodo para personas como William Jones, su mano derecha.

Karina buscó uno de los notarios de la familia, pero cuando le mencionó el nombre de Nathaniel a Lois, esta se dio cuenta de que ese chico era el hermano pequeño de André. Lois, arriesgando todo, decidió contarle la verdad por su hermano, para su sorpresa el joven sabía parte del asunto. No dudó en ayudarlos.

Dahlia | winrinaWhere stories live. Discover now