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Todo era demasiado hermoso.

Neteyam se sentía plenamente feliz.

Cuando volvió a su casa por la madrugada que su padre los había recogido llevaba una enorme sonrisa... Y caminaba un poco raro.

- ¿Te emborrachaste? 

Preguntó su padre, sus opciones eran...

Decirle que no; Sospecharía que "eso" había sucedido y no era la mejor forma de que se enterara.

Decirle que si y tomarlo como un descuido adolescente... Mucho mejor.

- Si, lo siento. Se me pasó un poco la mano.

- No lo hagas muy seguido.

Dijo su padre sonriendo ligeramente, después de todo el también había sido adolescente.

Asintió y todos se dirigieron a sus cuartos, totalmente agotados como para hablar de lo que había pasado esa noche.

El de trenzas se dirigió al baño para cambiarse.

Se desnudó frente al espejo, fue inevitable ver las marcas que yacían sobre sus glúteos, cintura, hombros y cuello.

Sonrió y sus mejillas se tiñeron de rojo, recordando las palabras de Ao'nung antes de que se fuera.

- Nos vemos el domingo en el café de siempre por la noche, quiero que vayamos a cenar.

Algo le decía a Neteyam que a partir de ese día ya no sería soltero.

Dio algunos saltitos emocionado, antes de terminar de vestirse y lanzarse a su cama, logrando dormirse a los pocos minutos.

El Domingo...

El gran día había llegado, Neteyam moría de los nervios mientras se arreglaba, había optado en ponerse un vestido

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El gran día había llegado, Neteyam moría de los nervios mientras se arreglaba, había optado en ponerse un vestido.

En un principio había dudado demasiado en usarlo, pero al final Spider le había convencido.

El vestido estaba abierto de la espalda en forma de "v" hasta llegar a su cintura. Era de terciopelo, el corte le llegaba un poco más abajo de medio muslo y era ajustado, haciendo relucir su silueta. Añadió unos guantes del mismo material, que le llegaban un poco más arriba de sus codos y dejaban sus dedos libres, ya que se ajustaban solo al dedo de en medio.

Se puso arriba un abrigo de color negro y colocó el anillo que el chico le había regalado con una sonrisa en su dedo anular.

Cuando bajó sus padres lo miraron algo atónitos.

- Te ves precioso...

Dijo su madre mientras algunas lagrimas se formaban en sus ojos.

- Mamá...

- Estoy bien es solo que... Parecía ayer cuando eras un niño que bailaba conmigo en las tardes...

El chico abrazó a su mamá con fuerza y luego miró a su papá.

You... (Aonunete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora