Destino

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Dicen, que cuentan, que nació en las sombras

crepusculares de un otoño infiel.

Que trajo un corazón lleno de anhelos...,

y el alma enferma por vacío cruel.


Cuentan, que nunca ha conocido el miedo,

que de imposibles, alfombró el camino;

que nunca el amor le dio esas fuerzas

que enderezan las curvas del destino.


Dicen, su mente le forjó en las nubes

un castillo de perlas y cristal;

y que vive cuidando un paraíso

para su reina de amor ideal.


Cuentan, que a veces al abrirse su alma,

se ve una enorme soledad que llora

en los eriales de un Edén en ruinas,

y entre ciudades de una eterna aurora.


Y dicen, que una vez, una Hada blanca

le engañó en sus mieles y ambrosías;

y que las tristes huertas del (...)

se poblaron de flores y armonía.


Desde entonces, viviendo en un tormento

el corazón, que su ansiedad no calma;

va buscando en la estepa del destino

en qué llenar la soledad de su alma.


Córdoba, 1 de enero de 1937

Emma Will

Palabras prestadasWhere stories live. Discover now