Perdida en las tinieblas de la duda
sin amores, sin luz, sin alegría
cual triste peregrino a quien la muda
fatalidad empuja día a día.
Así hasta ayer vagaba el alma mía
bebiendo del dolor la copa llena
sin esperanzas que del nuevo día
viniera un rayo a mitigar su pena.
Hoy la alegría retornó a mi pecho
y lucen las estrellas en mi cielo
y al sentirme contento y satisfecho.
Confieso claramente y sin sonrojos
¡Bastó tan solo a disipar mi duelo
una sonrisa de tus labios rojos!
Ambrosio A. Agustoni
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Palabras prestadas
PoetryEn esta antología de poemas, me tomo la libertad de recoger y compartir los escritos de dos de mis bisabuelos: Ambrosio Agustoni, el padre de mi abuela paterna, y Efrain Moyano, el padre de mi abuelo materno. Porque estas palabras que plasmaron en s...