S𝖈𝖊𝖓𝖙 | S𝖚𝖌𝖚𝖘𝖆𝖙𝖔 [ 𝖆𝖑𝖋𝖆 𝖝 𝖆𝖑𝖋𝖆 ]

Kapitel 01

"Todo empezó con ese aroma"

El pelinegro se encontraba yendo hacia sus clases, no había podido dormir durante toda la noche al estar pensando en su próxima misión, nada fuera de lugar, excepto que hoy conocería a su nuevo compañero.

— Escuché que alguien poderoso acaba de llegar esta mañana — susurraban los demás hechiceros entre ellos, como si realmente no hubieran maldiciones qué eliminar, "poderoso?, eh?" pensaba para si mismo mientras soltaba una pequeña risa indiferente.

"Parece que llegó antes que yo". Alcanzó a ver el cabello blanco de aquel chico, demasiado llamativo, fue lo primero que le vino a la mente, no le gustaba la gente que quiere atención, usando y vistiendo cualquier cosa que pareciese extravagante para que alguien más lo note.

Algo parecía andar mal, el peliblanco estaba retorciéndose en su asiento, apretando su estómago con tanta fuerza mientras escondía su rostro en el pupitre. Geto suguru lo notó de inmediato y no espero más para entrar al aula.

— Disculpa la intromisión, estás bien?.. — se disponía a acercarse a él, hasta que un aroma adormeció sus sentidos, aturdido mientras se cubría la nariz, se dirigía hacia aquel chico.

Geto no odia las feromonas, si no lo que estas pueden causar, no puedes evitar sucumbir ante los instintos y terminas convirtiéndote en algo que no quieres, antes cometió errores que a día de hoy, anhela desesperadamente borrar.

Era un olor exquisito, como ningún otro, "vainilla? No, también huele a rosas". Era un olor extremadamente dulce y fresco, qué podría oler por horas sin cansarse, aún sabiendo que este odia las cosas dulces, un olor qué quería solo para él, qué nadie más lo notase. Estos pensamientos inconscientemente llegaban a su cabeza, sus ojos parecían asecharlo, una bestia contemplando a su presa.

"Un omega? Es una pena"

Se limitaba solo a observar desde atrás de su asiento, verlo temblar lo hacía estremecer por dentro, esa delicada y hermosa nuca estaba expuesta para alguien como él, un hermoso cuello qué se torno carmesí por el rubor, con una piel tan pálida como esa, una marca se notaría a kilómetros de distancia.

— Deberías cubrir tu nuca, no querrás que te marquen por accidente — sonrió atrevidamente mientras deslizaba sus dedos en la delicada y fina piel de su nuca — estás en celo? Debiste tomar tus supresores.

Ante el toque, el peliblanco se estremeció, dando un pequeño salto qué lo hizo reaccionar de forma abrupta sin querer, acompañado de un dulce jadeo. Ese sonido fue música para sus oídos, no pudo evitar ponerse un poco nervioso al ver el rostro de aquel chico girarse hacia él.

— lo siento, tengo una cara tan linda que te hizo pensar que soy omega — dijo difícilmente el albino, jadeante y sudoroso le dedicó una pequeña sonrisa, acompañado de una risa burlona — lamento arruinar tu fantasía, pero soy un alfa, podrías pasarme mis supresores? Los dejé en la sala de maestros pero no puedo salir en este estado — pidió mientras se quitaba sus anteojos redondos, qué a la vista de geto, también se veían exagerados y ridículos, justo como un anciano.

A pesar de todo, sintió curiosidad cuando los anteojos fueron despojados del rostro de ese chico, que clase de mirada tendría.

"Zafiros", fue lo primero que pensó el pelinegro al ver sus ojos, mierda, tardó unos segundos en contemplar lo que estaba frente a él, sintió como si esos ojos lo hubiesen juzgado de la manera más dulce, sintió la paz y tranquilidad que tanto había buscado, el cielo en el que quería volar.

— Espera, dijiste que eres alfa?

Continuará

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Es la primera vez que escribo después de 3 años de no hacerlo, disculpen si hay errores ortográficos. ૮ ˶' ᵕˋ ˶ა