Capítulo 2

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El suicidio del alma
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Morimos de muchas formas a lo largo de nuestra vida, a veces lo hacemos a mitad de una discusión, en el camino de vuelta a casa. En caso de Crowley, el ha sufrido dos muertes. La primera, cuando fue expulsado del cielo, y la segunda culminó cuando el ángel, el cual jamás pensó que lo lastimaría, lo hizo, lo fragmentó en todas las formas posibles.

Después de la caída, se sentía perdido, sin saber cómo recomponerse, pero siempre encontraba un motivo para seguir luchando, y en sus momentos de agonía lo encontró a él, un ser angelical cuya rebosante alegría le llenaba el corazón.

Pero poner un pie dentro de la iglesia no lo dañaría lo suficiente como para a acabar con su dolor.

—Dame cincuenta libras y te doy el tour completo— mencionó una muchachita parándose junto a él. Crowley dirigió su mirada hacia ella con una expresión neutra.

—No soy creyente

—Claro que no— responde la chica con una risa —Eso es evidente— Crowley no responde, ni siquiera le dirige la mirada. —Soy Saxa, por cierto

—Y él es Crowley— una tercera parte se unió a la conversación.

—Shax

—¿Piensas suicidarte entrando a una iglesia?

—¿Te importa?— preguntó Crowley indiferente, sin dirigirle la mirada.

Saxa se encoge de hombros y echa unos pasos hacia atrás saliendo de la conversación.

—La verdad no, pero necesito hablar contigo y ciertamente me encantaría que no intentes matarte

—¿Por qué?— cuestiona girandose hacia Shax —Te recuerdo que tu amo y señor me quería muerto

—Pues mientras sigas siendo útil siempre va a haber una consideración.— Crowley solo emite una risa burlona y se gira para "apreciar" la arquitectura de la tumba frente a él. —El cielo está planeando algo grande. Tienen a Azirafel de su lado, ¿lo sabías?

Recordar aquel "dato curioso" le traía una notas amargas al paladar que bajaba por su garganta y le apuñalaba el corazón.

—No tenía ni la más remota idea— responde sarcástico.

—Él te dejó Crowley. Abandonó la tierra y se fue al cielo para pelear en nuestra contra. En tú contra. Y sé qué quieres porque puedo sentirlo

—Tú no sabes nada Shax

—Piénsalo. Regresa con nosotros y lidera la guerra. Se la cara de nuestra rebelión

Shax se fue, dejándolo pensar.

Antes de todo esto, antes de lo de Gabriel y Beel le habían ofrecido un trato y por Azirafel él lo rechazó, no pudo imaginar un futuro sin él, a diferencia del ángel no fue egoísta y pensó en él, en lo traicionado que se sentiría si tan solo consideraba la idea de regresar, pero Azirafel no tuvo problemas en aceptar y abandonarlo sin importarle nada. Sin embargo él no podía verse a sí mismo peleando cara a cara contra Azirafel, caería rendido a sus pies antes que lastimarlo.

Bebería agua bendita antes de siquiera imaginarlo.

—¡Ey niña!— corrió detrás de Saxa. Subió un par de escaleras y la alcanzó antes de que esta pudiera entrar al templo.

—¿Si? Hombre que no conozco

—Cien por traerme dos litros de agua bendita

—Ciento cincuenta por cuatro litros

Elígeme a mi {Aziracrow}Where stories live. Discover now