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             ... A él no le importa que tenga un pasado en Las Vegas...




Taehyung entró al mundo de la prostitución cuando tenía dieciséis años, la edad legal de los omegas en Corea del Sur. La edad legal para casarse, según dictaban las leyes del país.

Él no sabía quiénes eran sus padres, porque fue abandonado cuando bebé y dejado en un orfanato, donde creció junto a otros omegas hombres que también fueron los olvidaron. Era normal en esa sociedad, considerando que un omega varón era considerado como una desgracia, y en los orfanatos trataban de enseñarles a ser buenos omegas, personas decentes y correctas que no se llevaran por el pecado.

Todo el mundo decía que los omegas hombres eran abominaciones de la naturaleza y, por lo tanto, no servían para nada. Eran seres lascivos, sucios, sedientos de sexo y egoístas por el dinero. Eran una perversión, inmundos y lujuriosos, así que para lo único que servían era para ser prostitutos.

Taehyung escapó del orfanato cuando tenía trece años, aburrido de la vida casta que les obligaban a llevar allí. Sin embargo, en la calle no tuvo demasiada suerte. Al inicio, pensaba que lo que le decían los profesores del orfanato era mentira, ¿cómo podían mirar a los omegas varones de esa forma por algo que ellos no hicieron? Quizás eran sólo historias para asustarlos, para hacer que se portaran mejor y fueran buenos niños. Taehyung iba a demostrar que él podía hacer mucho más que recitar rosarios y usar ropa grande, él era bueno en matemáticas y ciencias, él era capaz de dar más de lo que esperaban. Encontraría un buen trabajo, podría mantenerse por sí mismo y, quizás, un alfa se enamoraría de él y...

Se equivocó. Caer a la realidad fue dura, pues todos le hacían el quite y no encontró trabajo en ninguna parte, ni siquiera como recolector de basura. Al final, terminó robando para poder sobrevivir, a pesar de que fuera peligroso. Al fin y al cabo, si los policías lo atrapaban, podría darse por muerto, ¿y quién iba a preocuparse de él y, en caso de muerte, de darle un entierro digno?

Un año después fue que conoció a otro omega varón, que venía saliendo de una tienda de ropa exclusiva. Taehyung pensó al inicio que era un alfa muy afeminado, así que se le acercó para pedirle algunas monedas, y fue cuando ese omega le dirigió una mirada.

Notó la compasión enseguida, lo que no era una sorpresa. Taehyung estaba en los huesos, escuálido y hambriento, con esa mirada de un perrito que había sido apaleado y abandonado.

―¿Necesitas ayuda? ―le preguntó aquel omega con clara preocupación―. Eres un omega, ¿cierto? No corras, no te haré daño ―añadió, viendo el temor en los ojos de Taehyung―. Me llamo Jo Kwon.

Jo le ofreció ir a comer algo, y Taehyung tenía tanta hambre que terminó aceptando, sin importarle realmente si pudiera acabar muerto. Después de todo, tal vez así acabaría con esa vida horrible que llevaba, donde en sus peores momentos incluso buscó comida en los basureros para poder alimentarse.

Le llevó a comer una hamburguesa, sonriendo con suavidad al ver la forma en la que el muchacho se devoraba la comida.

―¿Cómo entraste a esa tienda? ―le preguntó entonces Taehyung.

La mayoría de las tiendas no aceptaban que omegas machos entraran, les daba una mala reputación. Otras pocas si permitían su entrada, pero los productos para ellos resultaban más caros que lo común.

―Tengo dinero ―dijo Jo―, trabajo para ello.

―¿Dónde? ―Taehyung le preguntó, atónito y con sus ojos brillando por la esperanza. Tal vez no todo estaba perdido para él―. ¿Habrá trabajo para mí?

Made in gold › YoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora