XVII┇Go down

722 68 6
                                    

-Gracias por tu tiempo, Prissy. ¿Sabes dónde esta Jane? -Preguntó __________ mirando a su alrededor.

La rubia se alzó de hombros. -Ahora desaparece, no tengo idea de donde está. -En la puerta, la figura de unos bigotes malditos y sonrisa socarrona la llamaban con señas. -Debo irme, __________. Nos vemos luego.

-Adiós. -La muchacha saludó a su compañera y la vio irse de nuevo adentro, a un lado del profesor. Frunció el ceño cuando los vio esconderse en la parte de atrás, donde estaba la oficina del profesor.

Ladeó la cabeza con una expresión disgustada. No era ya un secreto que Prissy y Stephen tenían una relación que venía desde unos dos o tres años, pero __________ no podía imaginar a alguien del calibre de Prissy con alguien como el tonto profesor bigotudo, ni tampoco tenían algo en común, y __________ siempre le dijo a la rubia que se buscara a alguien más joven que ese vejestorio. El escándalo de hace tiempo, protagonizado por ambos, y a Anne como relatora de los sucesos en el despacho del profesor, habían afectado de gran manera a Prissy, así que __________ pensó que por esa razón la rubia estaba tan sensible ese día, además de la naturaleza escabrosa de la situación.

Siguió en busca de Jane; buscó por adentro, por fuera, en el estanque, con los muchachos, en el aula de menores, pero la castaña no estaba por ningún lado. Pensó en algún otro lugar, y se le ocurrió el único donde podría estar. Un lugar que ella creyó que nadie conocía, donde iba cuando no quería ver a nadie: el gran roble torcido. Era un árbol con una gran abertura -casi como el que Moody tenía como lugar secreto en el bosque-, a unos cuantos arboles de ahí, donde una persona podría caber perfectamente. __________ pasaba ahí algunas tardes, o lo hacía cuando era más pequeña; cuando se molestaba: el roble; cuando lloraba: el roble; cuando quería leer un libro: el roble. Era su último escape, y pensó que tal vez Jane podría haberlo usado como el suyo.

Caminó hasta el árbol, y en el vio unos revoltosos cabellos castaños asomarse. Sonrió, su instinto no le había vuelto a fallar.

Caminó un poco más, pero lo hizo a pasos lentos y silenciosos, para darle un susto. Cuando estuvo cerca, inclinó rápido su cuerpo hacia adelante de forma brusca, con un "Buu" cerca de su oído para llamar su atención. El grito de susto de Jane hizo soltar una pequeña risa por parte de la más grande.

-¡Santo cielo! -Gritó la castaña. Con rapidez golpeó a la mayor con el libro que estaba leyendo. -¡__________, como lo siento!

-¡Carajo! -Sobó su cabeza. -Uh, tranquila, Jane. Eso, eso, defiéndete. -Rió la muchacha.

La más pequeña sonrió con algo de burla. -Tus bromas han bajado su calidad. No son como antes.

Lo que no era mentira, pues __________ solía hacerle bromas a las personas constantemente, cuando era apenas una niña. Hacía reír a todos siempre, asustando a los profesores, o haciendo travesuras, pero todo eso cambió cuando su madre la obligó a convertirse en una perfecta dama impecable, que se sentaba recta en la cena y levantaba el meñique para tomar té.

__________ sonrió con nostalgia.

-Antes era mejor...

Jane bajó la mirada con tristeza, y rápidamente volvió a una postura seria y vulnerable.

-¿Necesitas algo, __________? -Su voz sonó amargada.

La muchacha suspiró pesadamente.

-¿Puedo sentarme contigo? -Jane asintió. -¿Qué lees?

-¿Qué quieres?

-Saber que lees.

Jane rodó los ojos y extendió el libro. __________ observó atenta y sonrió al saber que era el mismo que ella había leído días atrás.

𝑴𝒚 𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝑳𝒂𝒅𝒚 | 𝐉𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐁𝐀𝐘𝐍𝐀𝐑𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora