XXII┇A response of the wind

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Era el martes a la noche y __________ escribía en la silla del escritorio las próximas lecciones que recibiría de Jerry. Habían decidido que los lunes, miércoles y jueves serían para las lecciones, y que sería __________ la encargada de llevar el itinerario de cada clase, la forma en la que quería aprender y también como sería más cómodo para ambos.
La muchacha estaba haciendo la tarea de traducir verbos que Jerry le había dejado cuando escuchó murmullos en el pasillo. Dejó el lápiz con el que escribía y se acercó a su puerta de puntillas de pié.

-Estoy hablando en serio Eliza, hay que conseguirle un marido pronto.

Se extraño al escuchar la voz de su padre, y la puerta de enfrente cerrarse. Abrió su puerta lentamente y pegó su oído a la habitación de sus padres.

-Déjala estudiar al menos, luego hablaremos de matrimonio. -Pidió su madre. __________ vio por el lugar donde se pone la llave, y vio a su madre sentada en la cama y a su padre en frente de ella. -Solo hasta que termine la escuela.

-No, no esperaré ni un día más. De alguna forma tiene que conseguir marido. -La voz de su padre se oía firme, y demandante. -Tengo programada una cena para el viernes en la noche, será en un restaurante con la familia Parker, así que ve avisándole a __________. Por cierto, ni Diana ni Minnie May vendrán con nosotros.

__________ frunció el ceño.

-¿Los Parker? ¿La empresa de correo?

-Tienen dinero suficiente para varias generaciones; su empresa está en el cuarto puesto de las más famosas mundialmente. __________ estará bien con Jason, no le faltará nada. -Su padre se acostó en la cama, y su mujer lo miró suplicante.

-No puedes permitir que esto ocurra, es tu hija. Los Parker... Esa familia, es como meterla en la boca del lobo. Su hijo es otro Billy, ¿lo entiendes? Yo no quiero eso para ella, no quiero que soporte a alguien así, ya tuvo suficiente de los Andrews, ¿ahora los Parker? -Su madre se miraba angustiada.

Hubo silencio.

Sí, William sabía el riesgo que estaba tomando al ofrecer a su hija a la familia más machista y prejuiciosa de la historia de Canadá, pero sabía que a pesar de todo ella estaría acomodada, tendría una herencia por matrimonio y padre que servirían para alimentar a todo Avonlea, no tendría más preocupaciones. Estaría bien. Eso no dejaba tranquila a Eliza que seguía protestando.

-El viernes a las siete y media. Y pídele a __________ que no arruine esta cena, o la mandaré al reformatorio de Irlanda. -Apagó la vela que tenía a su lado y se acomodó para dormir.

Eliza lo miró decepcionada cuando William le dio la espalda. No le quedó más remedio que callar y acostarse también.

__________ se enderezó lentamente y volvió a su habitación tratando de ser sigilosa. Cerró su puerta y se sentó en su silla sin decir una palabra. Tenía un nudo en su garganta que no le dejó hablar ni para si misma, y unas inmensas ganas de llorar.
Su padre no se rendiría tan fácil, eso era un hecho, pero ella tampoco podría impedirlo, o la mandarían a ese reformatorio Irlandés que odiaba. El cuidado y la higiene no parecían muy comunes en ese lugar, y las personas que lo dirigían eran villanos sacados de un libro. Todos tenían caras duras y la mayoría hablaba con una voz grave y tosca, incluso las mujeres. Era de terror. No pensó que su padre podría ser capaz de mandarla ahí, pero William nunca tuvo problema en ser mano dura con sus hijas, así que supuso que tampoco tendría problema en mandarla a Irlanda.

Cerró lentamente la libreta en la que escribía, y se recargó en su silla, viendo el oscuro techo, o a la nada. Mordía su labio nerviosa tratando de no llorar en ese momento. Pensaba en que hacer, tal vez fingir enfermarse o tener mucho tarea pendiente, podría funcionar alguna de esas, pero su padre buscaría la forma de llevarla de todos modos. Era inevitable, no había más opción.

𝑴𝒚 𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝑳𝒂𝒅𝒚 | 𝐉𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐁𝐀𝐘𝐍𝐀𝐑𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora