21. Piénsalo

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Un movimiento suave sobre mi hombro se encargó de despertarme, enseguida abrí los ojos y me desorienté porque no reconocía el lugar, hasta que sentí un peso sobre mi brazo y ví a Momo dormida en él y después a la persona que me había despertado: su esposo.

—Sana...

—Mierda —juraba que podía escuchar la voz de Momo en mi cabeza diciéndome "vocabulario" eso provocó que llevara la mano desocupada a mi boca para taparla.

—Lo siento mucho, Kim —dije.

—Te pedí que te fueras antes de las once.

—Lo sé, lo sé, me quedé dormida.

No podía descifrar su expresión, la luz del pasillo iluminaba bien, pero su rostro no daba muchas señales.

Traté de levantarme con cuidado para no despertar a Momo, pero apenas retiré mi brazo ella tomó mi mano con suavidad, seguramente seguía dormida.

—No te vayas, Sana —susurró.

Me giré a ver a Heechul apenada y por fin pude encontrar tristeza en su mirada, tal vez combinada con un poco de enojo, pero estaba segura que la primera emoción era la indicada.

—Después te veo, ahora descansa y espero que mejores pronto —respondió con un monosílabo y por fin me levanté para enfrentarme con el único hombre en la habitación.

Su mirada estaba fija sobre Momo y después sobre mí, y la culpa de lo que había hecho comenzaba a llegar a mi ser pues me analizaba como si pudiera encontrar algo en mí que le delatara lo que había sucedido.
¿Cómo es que Momo podía dormir tan tranquila y pedirme que me quedara cuando tenía a su esposo frente a ella?

—Gracias por cuidar de ella —fue lo único que dijo. Desvío la mirada y ahora podía notar otro sentimiento en él, pero no estaba segura de qué se trataba.

—No hay problema, lamento no irme antes de la hora que me dijiste.

—Está bien, estoy cumpliendo promesas —sonrió amargamente—. Descansa, Sana. 

Respondí que él igual lo hiciera y me acompañó para abrir la cochera y salir de la casa e iniciar el camino lento hacia la mía, soñando despierta con Momo y el día que habíamos pasado... No quería arruinarlo, no iba a cuestionarme lo que teníamos en ese momento, solo iba a dejar que sucediera, aunque no me agrade lo que en el fondo de mi mente se alberga.
Lo único que importaba eran los avances que había conseguido el día de hoy, pero, a pesar de todo no quería regresar a casa, así que llamé a mi mejor amiga para ver si podía ir y dormir en su casa.

—No me digas que sigues sin poder dormir —fue la frase que me recibió en cuanto tomó la llamada.

Solté una risita, eso le dije el día que salimos, pero en mi defensa estaba ebria.

—No, de hecho estoy cansada, pero no quiero dormir en casa.

—¿Y entonces quieres venir a dormir conmigo?

—Sí, Nayeonnie, ¿Puedo?

—De acuerdo, ya sabes cuál es la clave de la puerta.

—¡Gracias, gracias! Te recompensaré.

—Por supuesto que lo harás.

La llamada finalizó al igual que mi camino a casa, me desvíe y fuí hacia el departamento de mi mejor amiga, coloqué el código y subí hasta la habitación donde Nayeon ya me esperaba con la luz de la mesita de noche encendida y una pijama sobre la cama.
Sonreí y entré al baño para cambiarme y así acostarme junto a ella.

Go Back For Me | SamoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora