29. Noticia

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De nuevo estábamos abrazadas, debajo de las sábanas tratando de recuperar el aliento, solo que esta vez fue Momo la que se quedó dormida y me encargué de despertarla con pequeños besos sobre su rostro.

Soltó un risita y se movió, tratando de apartarse con diversión.

—Estoy despierta, estoy despierta.

—Vamos a ducharnos —le dije.

Ella asintió de inmediato así que tomé una bata y la besé fugazmente antes de retirarme con dirección al baño para llenar la tina.
Muy rara vez la ocupaba, pero esta vez sentía que era un buen momento para hacerlo, así que cuando estuve lista fuí en busca del amor de mi vida, notando que se volvió a quedar dormida... Me permití admirarla durante algunos minutos, con ese semblante tan tranquilo y su respiración lenta que combinaba hermosamente con su rostro angelical perdido entre sueños.

Acaricié un poco su rostro y la moví con suavidad para sacarla de los brazos de morfeo.
El cambio de su respiración y semblante me indicaron que estaba despertando así que me alejé un poco hasta que sus ojos se abrieron y me dedicó una sonrisa adormilada.

—Ya está el baño, ve a ducharte.

—¿No vienes conmigo? —su expresión cambió al verme negar—. Ven, hagámoslo juntas.

—¿Estás segura?

—Completamente.

Me sonrió y se levantó conmigo para ir al baño donde la tina preparada con un aroma delicioso nos recibió, nos despojamos de la bata que teníamos y entramos en el agua con una temperatura elevada, aunque no demasiada, pero sí la suficiente para llenar con vapor el ambiente del lugar. Ella estaba en un extremo y yo al otro pero por esa razón formó un puchero y tomó mi mano.

—Ven aquí —seguido de esas palabras me atrajo hacia ella, colocándome sobre su cuerpo hasta que el contacto me hizo suspirar y alejarme un poco.

Soltó un risita y me ayudó a colocarme de espaldas para abrazarme en esa posición. Como siempre su pecho sobre mi espalda, solo que esta vez no íbamos a cocinar o iba a cubrirme con su abrigo.
Me relajé y coloqué mi cabeza sobre su hombro mientras ella colocaba sus manos sobre mis brazos y las dejaba viajar hasta mis antebrazos los cuales acarició con cariño.

—Después de esto tengo que irme —rompió el silencio.

—Lo sé —me senté lentamente, alejándome un poco de ella y aprovechó para pasar sus manos con jabón sobre mi cuerpo con delicadeza y enjuagarme.

Disfruté el contacto al igual que el ambiente mismo, recordando las veces que nos bañamos juntas siendo adolescentes y casi adultas, la mayoría de ocasiones terminábamos haciendo el amor por segunda vez, pero ahora era distinto, solo disfrutábamos la sensación de nuestros cuerpos juntos y debido a lo exhaustas que nos encontrábamos dudaba que pudiéramos hacerlo de nuevo.

Volvió a acercarse a mí, recargando su cabeza sobre mi hombro. Cerré los ojos y sentí sus manos sobre mi cuerpo, acariciándolo con delicadeza hasta que su mentón abandonó mi hombro y pronto sentí sus labios en mi omóplato izquierdo en un beso pequeño e inocente, lleno de adoración como lo que transmitían sus manos que delineaban mi anatomía con amor.

—Te amo, Sana —susurró y volvió a recargar su mentón sobre mi hombro.

Mis piernas se debilitaron y mi corazón empezó a latir fuertemente dentro de mi pecho. Mi mano se dirigió hacia su cabeza y me giré hacia ella para atrapar sus labios entre los míos.

—Yo también te amo, Momo —respondí en el mismo tono, cerca de sus labios.

Sonrió y volvió a besarme, lento, suave y delicado, tomándose el tiempo de capturar mis labios entre los suyos con tanto amor que me estremecí al sentir todo lo que quería transmitirme a través del beso que tanto amé.

Go Back For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora