Indira y Tom se reencuentran después de tres años y poco a poco comienzan a sentir cosas por el otro... de nuevo . Sin embargo, hay un obstáculo, la gran diferencia de edad entre ellos. Indira, con 19 años, y Tom, con 27, se ven obligados a ocultar...
Tarde un poco en actualizar no?... es q ya termino de escribir el fanfic y ya estoy empezando en escribir otro... soy así perdón JAJAJAJA. Es q como ya llega al final como que necesito iniciar algo nuevo.
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Indi entendía que ya era hora de hablar sobre su plan con Tom. Pues al final de todo es con el con quien se quedaría realmente. Salió a paso rápido de su habitación hacia la de Tom. No importaba que tanta confianza tenía con el chico siempre que se acercaba a él notaba las pequeñas mariposas revoloteando en su estómago, las mismas que sintió años atrás.
Se acercaba lentamente hacia su cuarto y cuando por fin se detuvo frente a la puerta sintió como sus nervios la consumían. Y mientras elevaba su brazo para golpear pensaba seriamente en la forma en la que le plantearía su idea a Tom sin que se lo tome mal. Dio dos golpes a la puerta y no tuvo que esperar demasiado para que esté conteste desde dentro. "¡Ya voy!". Indira podía oír el sonido de sus pasos acercándose cada vez más. Y mientras avanzaba la rubia sentía que se hacía más pequeñita a la idea de tener que hablar con Tom. Como si fuera la primera vez que ve a su enamorado.
El rostro de Tom era serio y notabas a través de sus ojos su estrés, Indira creyó que tal vez había sido por el duro trabajo que estuvieron realizando el y su padre estas ultimas semanas. Sin embargo su mirada cambió al instante en el que se percató que era su indi la que se encontraba detrás de la puerta.
"Indi...". Abrió aún más su puerta dándole a entender que tenia la libertad de entrar a su cuarto.
La rubia avanzó con timidez mientras esperaba a que el muchacho cerrara la puerta. Lo que esperaba realmente al aparecer como si nada en su cierto es poder hablar las cosas, decidida a dedicarse a realizar su vida y no la vida que deseaban los demás. Pero al intentar hablar le tomó por sorpresa las acciones de Tom al momento de encontrarse dentro de la habitación.
El muchacho no tardo en separar sus manos del picaporte y tomarla a la rubia de la cintura para besarla con entusiasmo, tal vez toda la semana en la que estuvieron distantes.
El momento tan esperado llegó después de una larga semana de silencio entre Tom e Indira. Con cada día que pasaba, la tensión entre ellos crecía, cargando el aire con expectación.
Sus miradas se encontraron, y en ese instante, todo el tiempo perdido pareció desvanecerse. Tom se separó pero lentamente acerco su rostro al de Indira de nuevo, sintiendo la aceleración de su corazón resonar en sus oídos. Cada latido parecía un eco de las palabras no dichas, de las emociones
Tom rodeó suavemente el rostro de Indira con sus dedos, acariciando su mejilla mientras se inclinaba. El mundo a su alrededor se desvaneció, y solo existían ellos dos en ese instante suspendido en el tiempo.
El beso fue requerido, como una promesa tímida de lo que estaba por venir. Pero pronto, la emoción contenida se apoderó de ellos. Los labios de Tom se movían con pasión, como si quisiera expresar todos los sentimientos acumulados a lo largo de esa semana de silencio. Indira respondía con la misma intensidad, sus manos aferrándose a la camisa de Tom como si temiera que él desapareciera.
Cada beso era un reencuentro, un perdón y un deseo compartido. Los momentos de silencio y separación parecían haber dado más fuerza a su conexión. El mundo exterior se desvaneció mientras se sumergían en la dicha del momento, finalmente libres para expresar lo que habían guardado en su interior.
Mientras los infinitos besos continuaban la rubia solo pensaba en que debía decirle que se quedaría con el...y claro...como lo haría. Sin embargo se dejó llevar demasiado por el dichoso beso que terminó en algo más.
La intensidad nunca se esfumaba, de hecho entre ellos siempre aumentaba. Tom comenzó a sacar la camiseta de indi rápidamente a la vez que se acercaba a su escritorio. Al notar como la muchacha chocaba la tomó de las caderas y con cuidado pero con ímpetu la colocó sobre el escritorio. Por inercia Indira separó sus piernas dándole lugar a Tom entre ellas quien solo se disponía a acariciar lentamente su cintura.
Indi quito la sudadera de Tom junto con su camisa y gradualmente recorría todo el musculoso torso con sus manos hasta llegar a su cuello. Noto como a este le dio escalofríos por su frío tacto y logro hacer que esté la apretara contra así aún más.
"Debo...". Intento hablar la rubia, pero fue interrumpida una vez más por tom el cual solo se encargaba de besarla sin tener la necesidad de separarse de ella ni por un segundo. "Debo hablarte sobre la propuesta que me hiciste". Dijo entrecortada me entras respiraba con dificultad y unía sus frentes.
"Ya lo sé...". Suspiro tom. Bajo su mirada afligido. Tenia la idea que seguramente su chica iba a querer estar cerca de su familia, no importaba que tanto lo amara. Aún así seguían siendo su sangre y estaba bien si ella quería irse aunque dejara sus sueños a un lado. Lo hacía ver fácil pero por dentro se quemaba de a poco al creer que no podrían llegar a tener nada por la distancia, el pasar de verla y besarla todos los días se convertiría en solo realizar videollamadas que tal vez a medida que el tiempo pase iban a disminuir. No iba a funcionar, el lo sabía. "Y esta bien si te quieres quedar, entiendo que tal vez te presiono que yo-". Fue interrumpido por indi.
"Me quedare contigo". Soltó de repente. Tom solo elevó su mirada con ilusión y sonrió. "Me- me quedaré contigo y... tengo un plan ¿si?. Solo quiero estar contigo". Su voz se entrecortó por sus nervios, nervios al pensar en que sucederá ahora que la decisión estaba tomada. Mientras el muchacho solo la miraba con amor, con una notable amor por haberlo elegido y haber elegido su camino solo se dignó a volver a besarla.
La tarde transcurrió normal y aunque indi pensaba en que aclararle su plan a Tom saldría mal, al final del día el muchacho lo comprendió totalmente. Solo quedaba aclarárselo a su padre
