Capítulo 6 | Decisiones.

1.3K 195 142
                                    

Pastillas y más pastillas parecían ser mi menú diario, unas para el trastorno obsesivo, otras para dormir y levantarme, vitaminas como si estas pudieran hacerme sentir emocionalmente mejor, no obstante de alguna forma ni con pastillas podía quitar...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Pastillas y más pastillas parecían ser mi menú diario, unas para el trastorno obsesivo, otras para dormir y levantarme, vitaminas como si estas pudieran hacerme sentir emocionalmente mejor, no obstante de alguna forma ni con pastillas podía quitarme la angustia que llevaba sufriendo desde hace un año.

Eso se debía a alguien, a la que se había convertido en mi pensamiento diario, el primer nombre que se me venía a la cabeza al despertar era ella, porque parecía ayer cuando la tuve en mis brazos acariciando su piel, riéndonos y olvidándonos de que el mundo era tan cruel para nosotros y los traumas del pasado se podían deshacer en su mirada, aquietar en sus labios y superar en su voz.

Entonces miraba a mi lado y ya no estaba, todo desapareció y consigo dejó aquello que quise olvidar del pasado, aun asi el dolor era lo único que me quedaba de ella.

Cuando Heather se fue no pude llorar, no me lo permití, no porque no sintiera su partida o que no me afectara, sí lo hizo y mucho. Estuve a punto de seguirla en mi auto, hacer caso a su atrevida propuesta de que no nos importara nada y despertar de la oscuridad.

¿Qué más íbamos a arruinar nuestras vidas si ya lo estaban desde un comienzo?

Hace dos años atrás Heather había regresado a Wyland y ni siquiera se imaginaba todo lo que causaría con su llegada, así era ella, espontánea, impulsiva, terca y sin miedos a decir lo que pensaba, sin embargo también era observadora, intuitiva, inteligente y con un buen corazón.

Cuando eso ocurrió yo no la recordaba, en ese momento mi mente estaba cegada, quizás tenía flechazos y luego seguía mi vida como policía, como ahora, con la diferencia de que sí recuerdo todo, sé quién soy, pero finjo no saberlo.

Compré un ramo de flores y visité a mis abuelos paternos en el cementerio, no era algo que solía hacer, sabía que fueron estrictos con mi padre y sucedieron situaciones que lo perjudicaron, pero como abuelos habían sido buenos.

Dejé las flores por debajo de sus nombres y me quedé allí un par de minutos, quizás para encontrar la paz que necesitaba, las respuestas que trataba de evitar sobre qué hacer o qué rumbo tomar, entonces escuché detrás de mí.

—De todos los lugares en los que creí que podrías estar, no pensé que estarías aquí, no es tu estilo.

Me di vuelta aunque no necesitaba verificar quién era.

—A veces uno intenta encontrarse así mismo en los lugares menos inexplicables, Gael.

—Como todo un Decksheimer ¿no? buscando donde no debe.

Todavía seguía dolido, se sentía tonto por haberse equivocado en los casos. Suspiré para no responderle de una forma que pudiera molestarlo, o empeorar el ambiente entre los dos.

—No sé cómo, ni qué hacer para que entiendas lo que sucedió —contesté sinceramente.

—No necesitas explicar nada. —respondió acercándose y quedándose a mi lado mientras miraba el nombre de sus padres.

Snowland II El despertarWhere stories live. Discover now