Capítulo 17 | Oportunidades.

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No me quedaba dudas de que la familia Decksheimer se traía algo entre manos

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No me quedaba dudas de que la familia Decksheimer se traía algo entre manos. Según Cami me repetía que no desconfiara de todo el mundo, pero fue muy extraño que aparecieran por la iglesia.

Cuando Kenneth se puso de pie mientras avanzaba por el pasillo, me coloqué nerviosa, sin embargo intuí que se acercaría al piano, era de pocas palabras y actuaba rápido, me había dado cuenta de eso hace unas horas cuando lo vi tomar venganza.

No sé cómo podía estar tan relajado y tocar de una forma armoniosa las teclas del piano y de repente se me cruzaban las imágenes de verlo refregar las cabezas de Thiago y Gilbert en la rayadura del auto.

Me salí de mis pensamientos al asustarme con el impacto de solo dos teclas que dio Kenneth en el teclado y vi su mirada a quien estaba dirigida. Esteban no me quitaba la vista y era incómodo, conocía sus intenciones porque ya me las había hecho saber.

Mi padre dio las gracias y nos bajamos del púlpito, miré de reojo a Kenneth que regresó a sentarse con los demás y al sentarme no pude observarlos mas ya que estaban al final de la iglesia.

Entonces la reunión terminó e Izan tomó la iniciativa de ir a saludar a mi padre, yo me apresuré a ponerme a su lado, quería oír qué le decían.

—Muchas gracias por la bienvenida —le dijo Izan—. Su hija tiene una linda voz.

—Sin duda, un don de Dios —afirmó mi padre.

—¡Ay qué dices! —exclamé con cierto nervio.

—Y quién iba a pensar que en su familia también había alguien con dones musicales —agrego papá.

—¡Ay que dices! —exclamó Kenneth burlándose de mí al imitar mi voz, dejándonos un poco desencajados en la conversación, lo miré feo porque sabía que me molestaba y los demás se rieron.

—El teclado está disponible, asi que si quieres participar podemos conversar antes —le ofreció ser parte de la iglesia.

—Vendré el sábado —respondió Kenneth bastante directo, sin dejar que le pusieran a él un horario, como no le contradijo nada, aceptaron que sería ese dia.

—Me alegro de que haya llegado bien y encontrado la casa —le comentó papá a Heather cuando empezaron a despedirse—. ¿No sabía en dónde vivía su familia? —agregó como en tono de broma.

—Es su novia, papá —contesté.

—Oh ya entiendo. —Miró a Izan y le dijo—. Espero que no se le pierda la novia de nuevo —bromeó.

Izan solo sonrió y luego miró a Heather que también le sonrió. Después se empezaron a acercar otras personas y como los Decksheimer se iban, aproveché de irme con ellos, sin embargo Heather no, de hecho se fue sola, no quiso que nadie la fuera a dejar.

Izan se fue en su auto y Kenneth con Daxler, me quedé de pie porque no sabía con quién irme si no es por Daxler que me hizo una seña para que me subiera.

Snowland II El despertarWhere stories live. Discover now