IX

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La misión continuó, los Dioses se mantuvieron siempre al frente custodiando a los semidioses. — ¿Artemisa está bien? — preguntó Tritón manteniendo su vista al frente.

— Ella se encuentra en Delos, me temo que esto es demasiado para ella, los Primordiales seguramente ocupará todo sobre Percy para molestarla — explicó Apolo suspirando pesadamente.

— Siento lo que pasó con Percy — añadió Tritón un poco incómodo ante todo aquello.

— No me agrada nada todo esto — respondió Apolo observando a su alrededor en un intento de ver si alguien los seguía

— Siento lo mismo — respondió Tritón, — Siento que en cualquier momento llegarán ellos a atacarnos.

— Manténgase alertas — exclamó Tritón alertando a los semidioses, mientras se acercaban a un almacén de chatarra. — ¿Crees qué sea buena idea entrar en aquel sitio?

Apolo se detuvo por un momento observando aquel tiradero, podía reconocer el sitio sin duda se trataba de uno de los almacenes de Hefesto. El Dios del Sol levantó la mano, deteniendo a los semidioses. — Puede que encontremos algo útil — respondió Apolo, aunque sabía que Hefesto era algo extremo con las cosas que guardaban en sus almacenes.

— Este almacén es de Hefesto, no toquen nada de lo que encuentren y vigilen donde pisen — explicó Apolo abriendo la puerta del almacén, los semidioses sacaron sus armas caminando lentamente por el sitio.

— No me agrada para nada este sitio — murmuró Leo mientras intentaba observar dónde pisaría, no quería morir de pronto con alguna de las armas de su padre.

— Creo que ustedes no entienden que esto es una misión suicida — murmuró Ananké apareciendo enfrente de los Dioses. Apolo se quedó en silencio disparando un par de flechas en dirección de la Primordial pero estás se quedaron a escasos centímetros de herir a Ananké.

— Siguen sin entender que ninguno de ustedes está a nuestro nivel — dijo la Primordial caminando en dirección al centro del lugar, — Les di la oportunidad de que dieran la vuelta y salvarán su vida.

— Ustedes van a fracasar — rugió Tritón golpeando su tridente al piso provocando un ligero temblor, lo único que provocó que la Primordial sonriera.

— De verdad piensan que unos Dioses menores y unos insignificantes semidioses podrán contra mi marido y conmigo — añadió Ananké sonriendo maliciosamente.

— Pues pelea contra nosotros estúpida — gritó Zoe disparando varias flechas en dirección a la Primordial pero nuevamente todas fueron eliminadas.

— Se los dije, yo no me rebajaré a pelear contra seres tan insignificantes como ustedes — añadió Ananké mientras levantaba un par de latas del piso. — Pero en esta ocasión no voy a enviar a la ex cazadora, veamos que tan bueno es Hefesto.

La Primordial se acercó a un montículo de basura lanzando una bola de energía. — Veamos cuántos morirán el día de hoy — dijo la Primordial desapareciendo de pronto.

— Salgan de aquí — gritó Apolo manteniéndose con su arco levantado esperando algún ataque. Una fuerte vibración se sintió en todo el sitio alertando a todos.

— Zoe saca a los semidioses — gritó Apolo, disparando un par de flechas en dirección al robot que se estaba levantando. Tritón dio un par de pasos para mantenerse junto a Apolo, ambos se mantuvieron con sus armas listas.

— Vamos a correr a la salida — gritó Zoe pero fue golpeada por un rayo. Kinzie sacó sus armas disparando varias flechas en dirección al robot, pero ninguna pareció dañar al robot. Tritón por su parte corrió en dirección al robot en un intento de apuñalar al robot con su tridente pero de igual manera no le causó ningún daño.

Percy Jackson el Héroe de la Caza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora