Capítulo 76 por Bianca Winston.

1.6K 98 0
                                    

Mañana darán inicio los juegos, y aquí en la oficina, todos estamos emocionados, cada día de las dos semanas anteriores, hemos estado practicando en el deporte en que nos inscribimos; con las chicas de mi equipo, hemos estado entrenando de seis a siete y uno que otro día, de siete a ocho.

¡Obviamente!, al encantador señor Brown, eso no le causó la menor gracia, porque según él, eso significa que ande yo sola muy noche en la calle, así que sorpresivamente para todos, este año se ha tomado la molestia de venir de espectador a los entrenos.

Por suerte Diego y Javier están en uno de los equipos de basquetbol masculino, y se ha interpretado que su presencia es para brindarles su apoyo a su amigo y a su hermano, cada día me ha insistido en que me vaya con él en su coche, ¡obviamente no he aceptado!, porque eso sería dar paso a habladurías.

Suficiente es ya, con que me vean platicando tan amistosamente con él, con Diego y con Javier, en algunas ocasiones ha venido Sofía y Lore a acompañarme y eso hace más creíble y relajada la situación.

Y hoy que hemos terminado el último entreno, las chicas quieren irse de fiesta, pero yo desde temprano quedé con Stefan en que nos iríamos a su apartamento a montar nuestra propia fiesta.

—Vamos Bianca únetenos, queremos un poco de karaoke —me pide Aby.

—Lo siento chicas, pero ya tengo planes, si me hubieran dicho temprano, las podría haber acompañado, pero otro día con gusto.

—Pero mañana, ¿si vas a ir conmigo a ver la carrera? —me pregunta Aby.

—Sí, tienes que ir a verme correr, he estado entrenando todo el año para no volver a llegar en último lugar —comenta Mariana riendo.

—Que quedes en antepenúltimo será un avance —le dice Carolina que es de su mismo departamento.

—¿Quedaste en último lugar el año pasado? —le pregunto incrédula.

—No, pero casi —responde divertida—. Solo porque quienes iban adelante de mí, se quedaron tomando un poco de agua.

—Ok. Llevaré agua y le daré a quienes vayan dejándote en último lugar —me comprometo.

—Sí, mi orgullo te lo agradecerá —me responde tranquila.

Me suena el teléfono y es el señor calidez, obviamente no le puedo contestar enfrente de las chicas, así que cuelgo y le mando un mensaje.

Estoy en el vestidor aún con las chicas, no puedo contestar.

Recibo su respuesta en seguida.

Ok. Te estoy esperando en el parqueo, Wilson se va a llevar tu coche.

¡Por supuesto que no!, te has vuelto loco, quieres que todos nos vean ir juntos

¡No es mala idea!

No y no, las chicas querían que fuera con ellas a comer algo y las he rechazado por irme contigo, quieres que se den cuenta.

Lo pintas como si fuera un sacrificio irte conmigo, ¡si prefieres puedes irte con ellas!

No, ¡por supuesto que no!, mil veces prefiero estar contigo, ¡no te pongas en ese plan!, simplemente no quiero habladurías.

Mañana se reúne prácticamente toda la empresa, no quiero en el itinerario el tema de discusión ¡de cómo Bianca anoche se fue con el jefe!

A nadie tiene que importarle, pero está bien, nos vemos en tu casa en cuarenta minutos.

Estaré ahí en quince

No quiero que vayas corriendo, y voy a ir a mi apartamento a cambiarme de ropa.

Señor Brown no firmaré ese contrato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora