Capitulo 5

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Después de dejar toda mi estupidez de lado, como diría mi abuela “Bobo enamorado" que por cierto no lo estaba por qué esa chica no me movía ni un mechón de mi cabello. No sabía qué hacer, estaba desesperado, pero tenía que actuar con cautela si no los vecinos comenzarían a sospechar.
Hice el almuerzo unos huevos con arroz, tenía diferentes tipos de alimentos y condimentos, todos en la nevera pero no quería hacerlo, podía haberle puesto picante al huevo pero suficiente con el tequila y el mango que anteriormente me había bebido. En eso recibí un mensaje entrante en mi teléfono.

Mensaje

»¿Qué tal amigo, cómo estás?, Espero que bien. El jefe está impaciente con tu trabajo, dice que eres un idiota y bueno para nada.«atte. Santiago

Visto

Si algo era lo que me faltaba este día era un mensaje de Santiago, pero ese cabrón no se puede estar quieto en vez de joderme la existencia.

Alfa
»hola Santiago, dile que estoy actuando con cautela que pronto tendrá a esa chica entre sus manos, y más le vale cogerla de bien por qué si no mi trabajo habrá Sido en vano«. 

Visto

Santiago

»Me parece bien lo que dices, esos tipos de trabajo llevan tiempo. Pero no te preocupes yo le diré. Ah y otra cosa, la gente de por aquí ya anda rumoreando de que a Melania la volviste a dejar plantada, al igual que un jardinero planta un árbol, como sea ella sabrá ¿No es así?

Visto

Alfa

»Lo que Digan ya no me interesa, Melania sabe que estoy trabajando y que no la dejo plantada como dices tú, por qué quiera, sino que es por qué lastimosamente estoy haciendo un trabajo que no quiero hacer, ¿Me comprendes o quieres que te lo escriba en mandarín?«.

Visto

Santiago

»Tranquilo, no hay necesidad de ponerse agresivo, si sé que estas trabajando y por lo visto estás haciendo un buen trabajo. Por cierto, el jefe me había encargado ese trabajo a mi hace tiempo pero como debo ocuparme de otras cosas no acepte. Él dijo que la paga sería buena, seguramente te llevarás una paga de más de un millón«.

Visto

Alfa

»No me interesa la paga,
 solo quiero que el Chacal me dé la libertad que quiero es todo«.

Visto

Santiago

»Como sea, se nota que no tienes buen gusto al momento que te ofrecen una ganga grande, pero haya tú, te tengo que dejar vinieron los hombres del “Pájaro" seguramente quieren hacer tratos con el jefe, nos vemos amigo y trata de no alterarte te volverás más viejo y el pito se te arrugará más de rapido.«.

Visto

Pedazo de idiota que eres Santiago en verdad sales con tus idioteces vienes a decirme eso a mí, claro tú eres el chico guapo y encantador con tu juventud a flor de piel.

Al poco rato sentí que tocaban a mi puerta, apagué la pantalla del móvil. Caminé con pocas ganas hasta la puerta, no quería que nadie me molestará, observé por la pequeña ventanilla de mi puerta, era la chica. — Joder, ¿Y ahora qué mierda
hago?.– estaba asustado es curioso decirlo, pero ¿Yo asustado de una simple niña? En primer lugar
¿qué coña hacia ella aquí? Y en segundo lugar, ¿Qué quería de mí? No abrí la puerta ¿En dónde estaban mis modales?, Pero si quería seguir tal cual estaba, ¡No hay que llamar la atención! El timbre sigue sonando, yo estaba del otro lado, no sabía qué hacer pero no iba a estar todo el día encerrado en casa solo por tener miedo a que ella se diriga a hablarme.

Después de casi una hora, si casi una hora de estar encerrado finalmente decidí salir de mi escondite. Pero ¿no se cansaba de tocar? Eran las dos de la tarde decidí salir a caminar, despejar un poco la mente, la tarde estaba tranquila, no había mucha gente en las calles de París Francia. algo no muy común un día de semana. Simplemente, llegué a la plaza pero me percaté de que me había olvidado el móvil en casa 
“Mierda", otra vez tendría que caminar dieciocho cuadras hasta el departamento, no era muy necesario el móvil en este momento pero si recibía una llamada del Chacal y no respondía a tiempo seguramente era capaz de venir hasta el edificio. Subí las escaleras, abrí la puerta y tomé el móvil de la mesada, volví a salir y en eso una dulce voz se hizo presente en mis oídos. 



— Hola.– expreso, me volteé a verla, era ella, la chica que me seguramente me condenaría a muerte.
— No hemos tenido tiempo de presentarnos y creo que es el momento indicado, Soy Candy tu vecina encantada de conocerte.– Su dulce voz me dejó más que encantado, sonreía de par en par, era una sonrisa dulce de esas que muestran todo tipo de inocencia.


— Soy Alfa. – dije frío como el mismo ártico.


— Lindo nombre Alfa. – siguió sonriendo. — Quiero decirte que si necesitas algo puedes pedírmelo sin ningún problema que no te dé pena.– me guiño un ojo.


— Lo tendré en cuenta, gracias.– exprese, no quería seguir hablando, era demasiada dulce como para hacerla sufrir de la manera que el Chacal tenía planeado. Me predispuse a seguir bajando las escaleras pero ella volvió a hablar.

— Te había visto hace varios días por aquí, solo que no me animaba a hablarte, soy un poco tímida y a veces…

— ¿Y por qué no lo hiciste?.– la interrumpí.

— ¿Hacer qué? – comento ella con cierta confusión.

— Quiero decir, por qué no me hablaste, sé que me dijiste que eras tímida pero, no soy un perro rabioso que va a saltarte encima, ¿me explico?.– me había dado cuenta de lo muy estúpido que eso sonaba.


— No quise expresarme de esa forma.– hablo, — Pero … Discúlpame esto, se siente incómodo.– finalmente la tensión de sentirnos incómodos se hizo presente en el lugar.


— Como sea, no te preocupes.

Me alejé otra vez como siempre solía hacer cada vez que quería evitar un tema.







Continuará..

AlfaWhere stories live. Discover now