Capítulo VI

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~La fiesta~.

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~DANIELA.

Me veo al espejo para buscar un defecto en mi vestuario, y descubro que... Me veo malditamente sexy.

Ese vestido me queda mortal, romperé en la fiesta con estas zapatillas y mi bolso, todas lo envidiarán.

Ok, Daniela, ahora solo tienes que escapar, solo eso... Lo más difícil.

Abro lentamente la puerta de mi habitación y veo el pasillo ligeramente iluminado por la luz que sale de la puerta de mi habitación, oscuro y silencioso.

Me quito las zapatillas para no hacer ruido, y apago el bombillo antes de empezar a caminar lentamente por el pasillo.

Mi madre está dormida, pero es mejor prevenir que lamentarse.

Cuando voy a mitad de pasillo, escucho el chillido de una puerta siendo abierta.

A la puta, aquí hay fantasma... O... ¿Quizás mi madre está despierta?.

Estoy jodida.

Escucho pisadas ligeras, pero bastantes cerca de mí.

Dios mío, yo sé que rompí la promesa de que no iba a tener un lenguaje sucio ni en mis pensamientos, pero por favor no me castigue dejando que el fantasma de mi casa me coma.

—¡Ahhhhhhh! —me asusto y grito al unísono de la persona que gritó.

—¿Dani? —suelto un suspiro de alivio cuando escucho la voz de mi madre.

—Madre —la abrazo.

—Qué susto, creí que era un ladrón, Daniela.

—Perdón —me separo de ella tratando de que no se dé cuenta de que tengo unas zapatillas en las manos.

—¿Qué haces aquí si estaba durmiendo conmigo en mi habitación? —me pregunta.

—Yo... Vine a buscar una cosa en mi habitación, ¿Y u-usted por qué está... despierta? —le pregunto nerviosa.

—Yo me levanté a hacer pis y vi que no estabas en la cama, así que vine a buscarte.

Me rasco la nuca—. Estoy aquí, vayamos a dormir, ¿No?.

—Si —siento su brazo encima de mis hombros, y no puedo evitar ponerme nerviosa ante su cercanía.

No quiero que note que no tengo un pijama puesto, sino un vestido de noche.

—Ven, princesa —me dice mientras caminamos hacia su habitación.

Una vez que la puerta se abre, corro rápido hacia la cama, meto mis zapatillas debajo de esta, y me arropo con la sabana para que no se dé cuenta de nada.

—¿Daniela, qué te pasa? —me pregunta, mientras enciende la luz de la habitación.

—Emmm... No pasa nada, solo tengo miedo... Ya sabes, se apaga el bombillo y corremos rápido a la cama —suelto una risa nerviosa.

—Pero si la luz ya estaba apagada —dice con una ceja arqueada.

—A-Ah sí —río nerviosa—. Venga a dormir, madre.

Mi madre suspira y empieza a caminar hacia la cama. Después de unos segundos, siento como un lado de la cama se hunde, y después me abraza.

—¿Qué es eso? ¿Por qué tu pijama se siente así? —¡Mierda!.

—Y-yo... y-yo... Mi pijama es de lentejuelas.

—¿Lentejuelas? Qué raro.

—Sí, es lo que lo hace especial.

—Está bien, pero no te podré abrazar porque la lentejuela me incomoda.

—Está bien, madre.

—Recuerdo que cuando te abracé la primera vez, no tenías un pijama de lentejuelas —dice mientras se voltea al otro lado de la cama.

—No, estaba desnuda.

—¿Qué?.

—Recién nacida.

—Ja ja ja, que chiste —dijo sarcásticamente—. Duerme bien —bosteza.

—Usted también, sueñe conmigo.

—Sueño con los angelitos, no con los diablillos.

—Ja ja, que chiste —digo sarcásticamente.

Después de unos minutos que parecieron una eternidad, mi madre queda al fin dormida, porque digo, una persona no puede roncar sin dormir.

Pobrecita, debe estar incómoda si no, no roncara.

Me levanto lentamente y sin hacer ruido de la cama, me arreglo mi peinado, y me tiro al suelo para buscar mis zapatillas.

Arreglé mi peinado en balde, pero ya tengo mis zapatillas después de haberlas buscado tanto.

Salgo de la habitación lentamente para no hacer ningún ruido, y después de que ya estoy en el pasillo, camino más rápido.

Estoy a mitad de escalera, cuando me doy cuenta de que he dejado mi bolsa, mi celular y las llaves de la casa.

Qué desperdicio de ser humano soy yo, no existen dos tan tontas y distraídas.

Subo las escaleras, entro a mi habitación y busco todas mis cosas.

Solo falta que mi madre se despierte nuevamente, eso si sería el colmo de los colmos.

Veo la luz de la luna cuando por fin abro la puerta trasera de la mansión y salgo.

Camino hacia el jardín, tomó la pequeña escalera que usan para cortar las hojas de los árboles, y camino hacia la pared que divide el jardín de la calle.

Me subo en la pequeña escalera y dejo mis zapatillas y mi bolsa encima de la pared, después hago mi mayor esfuerzo para pasar la escalera, y lo logro. Logro caerme hacia el lado de la calle.

Por suerte alguien hizo mal su trabajo, y dejó miles de hojas aquí sino, ya me vería sin dientes.

Me levanto con un dolor de pie insoportable, pero tomo mi bolso y mis zapatillas, alzándome para poder alcanzarlos.

Después me pongo mis zapatillas, me acomodo mi peinado o bueno, eso era antes de que me cayera, y tomo mi bolsa.

Viernes por la noche, toda demacrada y adolorida, pero lista para ir a bailar con Adri.

***

Son las diez de la noche y apenas acabo de llegar a la fiesta, y por cierto, me siento como una mona entre miles de... Chihuahuas.

Sin importarme nada, ni las miradas antipáticas de las chicas y las miradas morbosas de los chicos... ¿Qué? Espera, por fin me dedican una miradita.

Aunque solo me importa la de Adri, al cual estoy buscando, pero no encuentro.

Camino hacia el patio trasero de la casa, y veo a... No, no veo nada porque hay demasiadas personas bailando y otras, bueno... Intentando bailar aunque la borrachera no los deja.

Camino entre la gente y su asqueroso sudor, para encontrarme con una maravillosa escena en la piscina.

Adrián se está besando con una chica en su máximo esplendor, se ve que lo está disfrutando mucho, y yo aquí viendo todo como una idiota.

Enojada, estoy a punto de irme de la fiesta, pero un pensamiento maquiavélico se centra en mi cabeza.

—Nota de autora: Sé que hoy publiqué un poco tarde, tuve algunos contratiempos, pero aquí estoy. :)

Recuerda que existe una versión mucho mejor que puedes encontrar en mi perfil como "Desvírgame, un juego de seducción".

Pero si sigues con esta versión, te agradecería mucho que dejaras tus votos y comentarios, sería un gran apoyo. 💛🤍✨

Los quiero un montón... :)

Besos, plantitas, flores amarillas y cafés,

Eli. 🌻

🍒Desvírgame [+18]🍒Where stories live. Discover now