Capítulo XXIX

241 18 0
                                    

—Una dolorosa discrepancia.
Daniela.

Han pasado cinco días desde que rompimos. Asher no me ha permitido verlo, a pesar de que vivimos en la misma casa.

Se preguntarán por qué: Pero la verdad es que yo solo estoy aquí por él, y él no me ha dicho que me marche, porque no es cruel como yo, porque es caballeroso y estoy segura de que también... Porque me ama.

Amor que se va a terminar rompiendo si no hago algo para reconquistarlo.

Asher ha sufrido mucho desde la partida de Isabela, y yo solo lo hago sufrir más. Así que no me parece raro que él no quiera saber absolutamente nada de mí. Aunque sé que eso le duele.

La fiesta de fin de año ya es mañana, yo ya tengo vestido, no tengo acompañante, pero espero que Asher se compadezca de mí y me deje ir con él.

Aunque no sé si Isabela no le pidió eso primero, porque es que literalmente ha estado viniendo todos estos días.

Cada vez que soy yo quien abre la puerta, le digo que Asher no está aquí o que está muy ocupado o durmiendo. Pero no sé si pase igual cuando es él quien abra la puerta.

Y yo... Yo no puedo permitir que Isabela se quede con él. Ya he perdido demasiado la confianza de Asher, como para dejar que todo siga derrumbándose y que al final no quede absolutamente nada.

También he estado hablando con Adrián, hemos establecido una buena amistad. Y me ha estado dando unos buenos consejos para hacer que Asher y yo volvamos a la normalidad. Claro que no se ha olvidado de decirme que me acordé de él cuando esto sucedió.

En cuanto a Daniel y Wendy... Ellos tuvieron una cita ayer. Estuve hablando con Daniel, le expliqué que mi corazón es de Asher, y que lo mejor para él era olvidarse de mí en cuanto a asuntos amorosos se tratase.

Así que aconsejé a Wendy, y... Ayer tuvieron una cita, solo espero que las cosas salgan bien entre esos dos.

Kiara no se ha cansado de pedirme perdón por lo sucedido. Pero Sasha no me ha vuelto a hablar desde que jugamos "¿Verdad o reto?", incluso, siento que me evade, que se esconde de mí. No sé por qué diablos, pero espero poder hablar con ella.

En este momento me encuentro terminando de darle algunos retoques a mi cabello. Quiero verme bonita para Ash. Siempre trato de disculparme con él cada cinco minutos.

Después de que me siento lista, salgo de la habitación y camino hacia la de él. Me da un poco de miedo, porque la mansión está un poco oscura, pero aun así, camino hacia su habitación, sin mirar hacia los lados para no asustarme con cualquier alucinación de mi cerebro.

—¡Asher! —toco la puerta, pero no obtengo ninguna respuesta, así que sigo tocando la puerta.

Toco la puerta por un par de minutos, cada vez toco más fuerte, no me canso de tocar aquella puerta porque el cansancio que me da el estar tocando, no es más grande que el sentimiento que siento por Asher, y es que... Lo extraño tanto.

A pesar de estar tan cerca. Asher ni siquiera me deja verlo. Puede parecer increíble vivir en la misma casa. Pero Asher puede esconderse en su habitación por un siglo y solo desahogarse, mientras mi corazón palpita rápido cuando lo busco... Aunque nunca lo encuentro.

Yo... Siento como si no viviera, cuando no lo veo, cuando no lo escucho hablar, cuando no me mira... Cuando no me ama intensamente.

Es... Es tan doloroso estar tan cerca, pero a la vez tan lejos de él... Extrañándonos en silencio, en uno muy doloroso que nos puede separar para siempre.

No sé en qué momento terminé así. No sé cuándo diablos me acostumbré tanto a sus besos, a su manera de amarme... Solo sé que lo extraño recién, y que siempre voy a vivir arrepentida de haberle hecho daño.

—Ash, por favor, ábreme. No sabes cuánto te extraño, Ash. Yo te amo...

No obtengo respuesta.

—Tú eres todo lo que yo necesito para sobrevivir, Ash —admito y confieso, pero aún sigo sin obtener respuesta.

No puedo evitar que la situación me haga derramar algunas que otras lágrimas de frustración.

Lo he intentado todo, pero nada funciona para que me perdone.

—Te juro que no quise hacerte daño —digo, mientras me dejo caer al suelo, y me quedo recostada de la puerta.

—¿No quisiste hacerme daño?! ¡Por Dios, Ela! ¡¿Meterte conmigo para terminar conquistando a mi hermano, no es un intento de hacerme daño?!.

—Te juro que yo no —me interrumpe.

—¡Daniela, no te importé! ¡Nunca paraste tu plan siniestro para pensar en mí! ¡Solo en ti y Adrián juntos! ¡Admítelo! ¡Pídeme perdón, pero no me digas que no quisiste hacerme daño porque ambos sabemos que no es cierto! ¡Solo admite lo que hiciste y deja de dar excusas!.

—Nunca dejaré de decirlo, porque es la verdad, Asher. Yo nunca quise hacerte daño, nunca intentaría hacerte daño.

—¡Pero lo hiciste! —exclama enojado—. Ya es hora de que te olvides de mí, Daniela —pide con cansancio.

—Nunca lo haré, nunca me olvidaré del ser que más amo. Aunque no lo creas, Ash, yo te amo... Más de lo que puedes pensar.

—Yo... Yo... Te odio —golpea la puerta—. ¡Yo te odio! ¡Te odio! ¡Te odio!.

Lloro, mientras siento como golpea la puerta una y otra vez, exclamando en medio de gritos lo que ahora siente por mí: Odio...

🍒Desvírgame [+18]🍒Where stories live. Discover now