Capítulo XV

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-Confundida.

Daniela.

Me he pasado toda la noche totalmente confundida y centrada en mis pensamientos, no he podido parar de pensar en aquel beso.

No sé por qué lo hice, solo sé que lo disfruté, pero como si no me bastase con toda la confusión que tuve después del beso, las palabras de Asher me confunden aún más.

Cada vez que recuerdo el momento, cada vez que trato de buscar respuestas, solo encuentro más y más confusión.

Recuerdo sus palabras y trato de buscarle algún sentido, pero no lo encuentro.

<<No trates de encender algo, que no tiene con qué encenderse... No enciendas algo que después apagarás tan rápido como una noche fría, simplemente... No hagas nada que pueda encender una llama que debe apagarse>>.

Es que no le encuentro sentido, por más que me esfuerce, no le encuentro sentido alguno.

Recuerdo a una persona que podría ayudarme, pero no puedo decir nada, no quiero decir nada.

Aunque sí necesito tranquilidad, tranquilidad que sé quién me puede dar.

Me levanto de mi cama y salgo de mi habitación—. ¿Madre, puedo ir a la casa de Asher? —le pregunto a mi madre al entrar a su habitación.

—Si no mal recuerdo, Asher y tú ya no hablan, ¿O me equivoco? —me pregunta expectante, mientras sigue peinando su hermosa cabellera.

—Yo... iré a hablar con Isabela —voltea la cara y me mira.

—Yo también, también iré a hablar con ella, podemos ir juntas —se levanta, acomoda un poco su ropa y sale de su habitación, mientras yo la sigo.

—Entonces buscaré mi celular para que nos vayamos —mi madre asiente y yo corro hacia mi habitación, tomo mi celular y salgo.

***

—Isabela —mi madre saluda a Isabela con un beso en la mejilla—. ¿Cómo te sientes?.

—Ya estoy mejor, me estoy recuperando de mi recaída.

—¡Ay qué pena! —dice mi madre cabizbaja—. No te has terminado de recuperar y yo que te iba a pedir un gran favor —dice avergonzada.

—¿Qué favor? —le pregunta Isabela mientras se sienta en la cama.

—Yo... —mi madre voltea a verme—. Daniela quería hablar contigo, es mejor que ella hable primero, ya después te digo — dice mientras se rasca la nuca.

—No, yo... Puedo esperar en... E-En la cocina —digo, mientras señalo la puerta para salir.

—E-Está bien —dice mi madre.

Salgo de la habitación y camino hacia la cocina o mejor dicho... La habitación de Asher porque simplemente mentí.

Dios... ¿En qué me convirtió?.

—¿Asher? —lentamente abro la puerta, y me encuentro con una escena excesiva, excesivamente extraña—. ¿Adrián? —me pregunto totalmente confundida.

—Dani —dice Adri.

—Ela —dice Asher.

Nunca en mi vida los había visto juntos después de la muerte del padre de Asher, después de ahí, solo éramos Asher y yo.

—¿Qué... Qué está pasando? —les pregunto, mientras entro a la habitación.

—Nada, solo que ahora el famoso, popular y el mejor chico de todos, quiere ser mi mejor amigo —dice Asher con un tono de voz molesto.

—No te estoy pidiendo que seamos mejores amigos, solo quiero que hablemos más, quiero que todo sea como antes, que nos volvamos a tratar como hermanos —dice Adrián.

—¿Pues qué si no quiero? —pregunta Asher, mientras se levanta de la cama—. ¿O es que me obligarás? —le pregunta, mientras se acerca a él lentamente.

Conozco a Asher, sé que si lo dejo, acabará con todos los huesos que componen el maravilloso cuerpo de Adrián.

Me quedo parada en medio de los dos y alejo a Asher de Adrián.

--¿Qué? ¿Te da miedo que acabe con tu querido Adri? —menciona su nombre tratando de imitar mi voz.

—Eres el único que quiere irse a los golpes —este ríe sin gracia.

—Vete —le dice a Adrián.

—Asher, escúchame, no te estoy pidiendo mucho —dice Adrián, mientras se acerca a él.

—Vete —dice, mientras respira y se acaricia el cabello dándole la espalda a Adrián.

—Dame un minuto, Asher —le dice Adrián—. Tengo que decirte algo importante.

—¡Te dije que te vayas! —se voltea y le da un puñetazo en la mejilla.

—Adrián —corro hacia él y lo agarro—. No... No le hagas nada, está fuera de control —le pido en voz baja.

—Sí, sí estoy fuera de control, ahora váyanse y déjenme tranquilo —le dedico una mirada fría a Asher.

Adrián lo mira fijamente a los ojos—. No sabes lo que haces, hermano —dice antes de salir de la habitación.

—Despierta, tú no eres así, Asher —digo antes de seguir a Adrián.

—Adrián —llama su atención, este se voltea y camina hacia mí—. Daniela, yo... Aunque no lo creas... Yo he cambiado mucho, Pitufina.

—¿Nunca vas a dejar de llamarme así? —le pregunto con una sonrisa melancólica.

—No hasta que crezcas —dice con una sonrisa triste—. Yo... Me iré.

—¿Te irás? ¿A dónde? —pregunto confundida.

—Necesito, necesito meditar, últimamente no sé lo que siento, y acabo de descubrir algo que vuelve todo más confuso y más complicado.

Vaya...

—Yo... No me esperaba eso... —digo ensimismada.

—Volveré cuando tenga todo arreglado —se acerca más a mí. Algunos centímetros es la distancia que hay entre nuestros rostros—. Yo te amo, Pitufina.

—¿Qué? —pregunto totalmente en shock—. ¿Q-Qué significa eso? ¿Me amas como cuando éramos pequeños?.

Este me dedica una sonrisa antes de bajar las escaleras e irse.

Me quedo totalmente confundida e ida, pero rápidamente me repongo y bajo las escaleras rápidamente.

La noche fría me arropa haciendo que sienta frío en mis huesos.

Lo busco con la mirada, pero no veo nada, no soy capaz de ver siquiera su silueta en ningún lado, solo veo una calle oscura y solitaria.

Después de unos minutos, decido volver a entrar, me volteo y estoy a punto de abrir la puerta, cuando escucho su voz—. ¿Daniela?.

—Nota de autora: Perdón por no haber actualizado en estos días, muy pronto me pondré al día. Gracias por apoyar la novela y leerla. Los amooo💗

🍒Desvírgame [+18]🍒Where stories live. Discover now