Taehyung porfavor

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Me encontraba parado frente a la puerta de la habitación de Taehyung. Llamé a la puerta, nada pasó, volví a llamar, de nuevo nada. Comense a hablarle.

—Taehyung por favor habré la puerta.

Nada paso.

Fue hay cundo pensé en que tal ves se había suicidado, tal ves el ya no pudo más y se había suicidado, tal vez yo había llegado demasiado tarde.
—No. Me negaba a aceptar que eso fuera cierto. Así que continúe hablando.

—Taehyung lo se todo— comense a decirle, no sabía si era la mejor manera de comenzar. —Lo que te paso no es justo, nadie debería pasar por lo que tu pasaste, por que eso es una mierda Tae una total mierda y no puedo regresar el tiempo e inpedir que pasaras por eso, por más que yo asi lo quisiera no puedo... Taehyung el mes que hemos pasado juntos a sido el mejor mes de mi vida. Siempre había pensado que estaba incompleto que algo me faltaba y nunca pude encontrar que era lo que me faltaba, no hasta que tu llegaste, te conocí y fue como si por fin algo hubiera encajado en su lugar, como dos piezas de rompecabezas o un corazón rojo que ah vuelto a ser unido.

Algo se hoyo moverse dentro de la habitación.

Continúe.

—No se como es posible que en tan solo un mes me haya enamorado de ti, es ridículo si lo piensas, pero es la mejor cosa ridícula que me pudo aver pasado. Desde que te abracé aquel primer día  en el parque, algo como ya dije encajo en su lugar y sentí que me necesitabas, que yo te necesitaba. Dos completos desconocidos abrazándose como si se conocieran desde hace años, así es como me siento Tae, como si ya te hubiera conocido antes como si tu y yo ya nos conociéramos com... Dejé de hablar.

La puerta se habrio.

Él estaba parado frente a mí. Su habitación casi en completa oscuridad, el se veía aún más delgado que cuando lo conocí y de nuevo llevaba ropa unas tallas más grandes que la suya, sus ojos estaban inchados y en ellos de nuevo eso que ya había visto antes, tristeza, esa tristeza que seguro lo ah estado atormentando desde hace meces, en su rostro también se podía ver cansancio y su cuerpo temblaba.
Quería habalanzarme sobre el y habrazarlo lo más fuerte posible, pero no podía, él volvía a estar débil y no quería lastimarlo.
Así que camine hacia el, cuando estuve cerca lo abracé, el encajo en mis brazos así como la primera vez. Nos dejamos caer en el suelo.
Llore, llore por que el había abierto la puerta, llore por que el seguia vivo, llore por que lo queria y Taehyung era el único que merecía mis lágrimas, no valía la pena llorarar por nadie más que no fueran el.

Taehyung no lloraba, era como si todas sus lágrimas se hubieran acabado, como si el quisiera seguirlo haciendo pero ya no tuviera más lágrimas para derramar y eso, eso lo sentí tan condenadamente triste.

—Jungkook yo no estoy bien. Su voz era casi un susurro, apenas y la oí.

—Lo sé Tae pero ya estoy aquí, te ayudare.

—No, yo de ver...

La frace no fue terminada, Tae volvió ah quedar inconsciente en  mis brazos, solo que está vez parecía respirar con  dificultad. Grite lo más fuerte que pude mientras levantaba a Tae.

—Señores Kim es Tae el... Mi voz se corto, ahora yo tenia un nudo enorme en la garganta.

Yo ya iba vajando las escaleras cuando los señores Kim venían subiéndolas.

—Hay dios el esta... Quiso saber el señor Kim Seok Jin.

—No, el solo está inconsciente y creo que le cuesta respirar. El señor Kim Seok Jin soltó un suspiro de alivio, pero su preocupación siguió ahí  y ahora más fuerte.
El señor Kim fue más listo que nosotros por que el ya tenia las llaves del auto en sus manos y sostenía la puerta principal para que yo pudiera salir. Eso hice, salí con Tae lo más rápido que pude rumbo al auto. Si no llegábamos lo antes posible al hospital el podría, el podr... No me negaba a decirlo, él no podía, él no debía, él no.

Subí al auto de nuevo yo en la parte de atrás y los señores Kim adelante. El señor Seok Jin arrancó y piso el haceledaror. Casi chocamos.

— Quítese idiota. Oí gritar al señor Seok Jin, ah el no le importaba nada, lo único que quería era llevar ah su hijo al hospital y que el estuviera bien. El señor Seok Jin manejaba como si la calle fuera una pista de carreras, esquivando autos  y llendo ah toda velocidad, excepto por los gritos que le daba a otros conductores para que avanzarán más rápido o se quitarán.

Yo le hablaba a Tae aun si el no podía oírme

—Tae por favor tú no puedes, no puedes dejarme, ahora que te  encontre, ahora que nos hemos encontrado, tu no puedes dejarme, te queda mucho por vivir, tu te mereces todo y no lo as tenido.

Llegamos al hospital en menos de 15 minutos.

Esta vez nos recibió una doctora y una enfermera. Coloque a Tae con todo el cuidado del mundo en la camilla y comenzaron a examinarlo. Mi corazón iba a mil por hora, los señores Kim no estaban mejor, el señor Seok Jin era el más fuerte, el señor Kim estaba detrás de el abrazándolo por la cintura, parecía más pequeño, aún si él era el más grande de los dos.

Mi teléfono sonó, sabía quien era, pero no quería contestar, no sabría que decirle, no esta vez, alguien toco mi hombro.

—Dámelo yo contesto. Era el señor Kim, hace un momento se veí pequeño y ahora su semblante era serio. Le extendí mi celular, salió del hospital para hablar  con mi padre fuera. Alguien mas me habló.

—El estará bien ya verás.

—Lo sé, él es fuerte.

—Lo es. Dijo el señor Seok Jin.

Los minutos pasaron y nadie venía a decirnos nada de Tae, yo empezaba a enojarme.

—Tranquilo Jungkook, estoy seguro de que vendrán pronto. Yo solo asentí.

El señor Kim regreso.

—Tu papá dice que esta bien que te quedes aquí, él vendrá más tarde cuando salga de su trabajo.

—Gracias.
El señor Kim asinto. Me devolvió mi celular.

Momentos después  yo estaba por levantarme e ir a preguntar por Tae, cuando la doctora llegó.

Tu, Yo y Esa Cosa Llamada Amor  [ Taekook ] Where stories live. Discover now