Las vacaciones estaban por terminar y yo no podía estar más triste, el estar en Los Ángeles con mi hermano y sus amigos me ponía muy feliz ya que me la pasaba escuchándolos cantar y tocar sus guitarras todo el día, me emocionaba verlos haciéndolo ya que sabía que mi hermano había soñado con la música desde que era muy chiquito y el verlo aquí cumpliendo su sueño me hacía sentir muy orgullosa.
Tengo recuerdos de él y Gabito en mi casa cuando estaban en la secundaria, siempre después de la escuela se juntaban ahí para cantar y tocar todo el día.
Cuando Rubén se mudó a LA conoció a Junior, él me parecía muy lindo y siempre tuve un crush en él, aunque el solo me veía como la hermanita menor de su amigo y aunque muchas veces no sabía si su amabilidad solo era eso o el también sentía algo por mi.
—Ya casi es hora de que te vayas—dijo mi hermano algo triste.
—No quiero irme—dije mientras recargaba mi cabeza en su hombro.
—Prometo visitarte seguido vinny—dijo y me dió un beso en la cabeza.
Apenas tenia 17 años así que no podía quedarme a vivir con mi hermano, aunque eso fuera lo que más quisiera. Mis padres querían que entrara a la preparatoria en Hermosillo junto a mis hermanas, ellas eran mayores que yo y ni siquiera me llevaba tan bien con ellas como lo hacía con mi hermano.
Ellas siempre me decían que debía ser más femenina y no podía pasar tanto tiempo con mi hermano y sus amigos, pero ellos eran mucho más cool que ellas. Aunque no podía negar que últimamente la vanidad estaba llegando a mi, la ropa corta y el maquillaje me comenzaban a parecerme interesantes y no podía negar el hecho de que Junior me volteara a ver me hacía emocionarme aun más.
Y en cuanto los demás amigos de Rubén, siempre me lleve muy bien con ellos ya que los conozco desde hace dos años cuando tenia 15, aunque a Gabito lo conozco de mucho antes ya que él frecuentemente estaba en mi casa con mi hermano antes de mudarse a LA y aunque él se había quedado en Hermosillo estudiando cuando terminó el volvió a LA con Junior y mi hermano, por otro lado a Antonio o Toni como suelo llamarlo, él siempre fue más tímido a la hora de llevarse conmigo, siempre me trataba como una niña no como un vato más como todos los demás amigos de Rubén lo hacían y tal vez por eso era que me gustaba.
—Hola Toni—dije pasando a su habitación donde él estaba tocando la guitarra.
—Hola Ney, qué pasa?—dijo mientras dejaba de tocar y me miraba con su linda sonrisa.
—Solo vengo a despedirme—dije sentándome a su lado en la cama.
—Ya te vas? Tan pronto?—me miró con algo de tristeza.
—Bueno, en realidad ya pasaron dos meses desde que llegué creo que ya tuvieron suficiente de mi—dije mirándolo a los ojos acercándome un poco a él.
—La verdad es que te extrañare, gracias a ti esta casa no fue un caos este verano—dijo riendo—Espero verte el próximo verano Ney—dijo mientras sonreía y me miraba fijamente.
—Ehh... Toni, puedo decirte algo?—dije con nervios y las mejillas sonrojadas.
—Claro, que sucede?—dijo atento a mis próximas palabras.
—La verdad es que desde que te conocí me gustaste demasiado y con el paso del tiempo que te fui conociendo más el sentimiento solo creció y creo que...que estoy enamorada de ti Toni—confesé tímidamente en una ola de valentía, mi cara estaba completamente roja, mis manos sudaban y mi pierna no dejaba de moverse por los nervios. Junior solo se quedó mirándome algo confundido por algunos segundos hasta que habló.
—De que estás hablando Vianney?—dijo confundido mientras fruncía el ceño—Yo solo era amable contigo porque eres la hermanita menor de Nata, lamento si confundiste las cosas pero yo no siento eso—dijo serio mientras se paraba de la cama donde estaba sentado junto a mí.
—Que? Ehh...Lo siento, yo no se por que dije eso—me paré con brusquedad mientras salía con prisa se su habitación con lágrimas en los ojos.
—No Ney, espera—dijo a mis espaldas pero lo ignoré y corrí hasta mi habitación donde me encerré.
Escuché por varios minutos a Junior detrás de mi puerta llamándome pero la vergüenza y la tristeza no me dejaban moverme, fui una estupida como creí que confesarle mis sentimientos sería una buena idea.
Después de un rato Junior se fue de mi puerta y yo estaba recostada en mi cama, con las lágrimas que aún salían de mis ojos cuando Nata tocó mi puerta pidiendo entrar, yo no respondí pero el igual entró.
—Estas bien? Por que lloras?—dijo el sentándose a mi lado.
—Solo estoy triste por que ya no podré estar contigo...y los chicos—dije sorbiendo mi nariz.
—Vinny, solo serán unos meses hasta que vuelvas a tener vacaciones y podamos estar juntos de nuevo—dijo mientras me levantaba y me acurrucaba en sus brazos.
—Y qué pasa si tú te vuelves un cantante famoso y no tendrás tiempo para tu tonta hermanita menor?—dije con un puchero en mi rostro.
—Siempre tendré tiempo para mi tonta hermanita menor—dijo riendo y yo le di un golpe en el hombro—Auch! Es broma flaca sabes que te amo y aquí entre nosotros, tú eres mi hermana favorita—susurro en mi oído y después beso mi mejilla—Vamos, todos iremos a cenar sushi—dijo mientras se paraba y tendía su mano para levantarme de la cama.
—Está vez paso, tengo que terminar de empacar ya que mañana salgo temprano—dije fingiendo una sonrisa.
—Está bien, te traeré algo para que cenes entonces—dijo mientras besaba mi cabeza y salía de mi habitación.
[...]
La mañana siguiente llegó y yo abordaba mi avión, Rubén me había traído al aeropuerto junto con Gabito.
—Los voy a extrañar mucho—dije mientras los abrazaba a ambos.
—Y yo a ti flaca—dijo Gabito dándome un beso en la frente—Cuídate y escríbeme seguido—sonrió.
—Por favor llámame si las locas de Andrea y Ale te hacen algo, las asesinaré—dijo refiriéndose a nuestras hermanas mayores.
—Antes lo hago yo primero—dije riendo—Te amo Ru—le di un beso en la mejilla.
—Te amo más Vinny—dijo y apretó más nuestro abrazo.
Poco a poco me alejaba de ellos, no sin antes voltear cada 5 segundos moviéndo mi mano como despedida, el hecho de que Junior no haya venido a despedirse de mi me ponía algo triste pero después de lo de anoche tal vez no quería volver a verme nunca, aunque para ser sincera si esperaba verlo aquí.
Cuando el avión despegó decidí que mis sentimientos por Junior se quedarían aquí en LA y me olvidaría de él, tal vez solo era un amor adolescente del cual me olvidaría pronto o eso quería pensar.
Al llegar a Hermosillo mi vida volvía a la normalidad, inicié las clases en la preparatoria y aunque de vez en cuando hacía FaceTime con Rubén y Gabito los seguía extrañando demasiado, poco a poco su carrera fue creciendo, recibían mucho hate debido al nuevo género al cual pertenecían pero si algo he admirado de mi hermano es su actitud ante el mundo, siempre le importaba poco lo que decían de él una cualidad que compartíamos. Pero no lograba entender el como me había afectado tanto el rechazo de Junior para ser una persona que toma muy poco en cuenta las opiniones de los demás, me dio justo en mi ego.
No era una chica linda como las demás, siempre fui muy delgada como mi hermano y a mis plenos 17 años mis atributos no estaban ni cerca de empezar a notarse, además que siempre usé ropa oversize debido a que crecí a lado de mi hermano y siempre quise imitar su estilo, me gustaba el skate y los caballos, cero femenina para ser sincera.
Aunque eso cambiaría después de un tiempo conviviendo con mis hermanas mayores.
