Junior's POV
El fuerte dolor de cabeza hizo que despertara, vaya que ayer había tomado demasiado. Al abrir mis ojos me di cuenta que no estaba en mi cama mucho menos en mi casa, me levanté de golpe asustado ya que no sabía dónde estaba.
Comencé a examinar cada parte del lugar donde me encontraba, hasta que me di cuenta. Que carajos hago aquí? Era la casa de Vianney, los recuerdos borrosos comenzaron a llegar a mi cabeza, le había pedido a Gabito que me diera la dirección de Vianney después de que se fue molesta por lo que le había dicho.
Mire que tenía una manta sobre mi, ella me cobijó? No sabía que había pasado ayer, mis únicos recuerdos son yo saliendo del antro conduciendo a no se donde.
—Al fin despiertas—dijo una voz a mis espaldas, al girarme vi a Vianney con un conjunto deportivo y haciendo el desayuno en la cocina.
—Que hago aquí?—dije apenado parándome del sofá después de ponerme mis zapatos.
—Lo mismo me pregunto yo—hablo desinteresadamente—Ven el desayuno está listo—dijo mientras ponía dos platos en la barra de su cocina.
Me acerque a la barra para sentarme y comenzar a comer el desayuno que ella había preparado, ambos estábamos en silencio sin siquiera mirarnos, yo no podía estar más apenado después de lo de anoche y creo que después de despertar en su casa, solo significa que realmente lo había jodido todo.
—Puedes decirme qué pasó anoche? Como fue que llegue hasta aquí?—pregunté con pena.
—Viniste a disculparte—despegó su mirada de su plato para mirarme sin expresión alguna—Estabas demasiado ebrio y te quedaste dormido en mi sofá, solo eso—siguió comiendo.
—Bueno, te pido otra disculpa por venir a molestar a tu casa seguro te desperté—hablé con la vergüenza que sentía con toda esta situación.
—No podía dormir—se levantó y recogió su plato para ponerlo en el lavadero—Y sobre lo de anoche, te disculpo. Se que estabas muy ebrio y tal vez borracho eres más estupido de lo normal—dijo mientras tomaba una mochila.
—Pues creo que si—reí ante su comentario.
—Yo no me disculpo por haberte lanzado mi bebida, te lo merecías—río un poco—Tengo que irme al gym, puedes quedarte a terminar de desayunar, solo cierras la puerta antes de irte—comenzó a caminar hacia la salida.
—Si quieres puedo llevarte, supongo que llegue aquí en mi auto—rasque mi nuca.
—Bien—dijo sin más.
Me paré de mi asiento para después recoger mi plato y salir con ella hasta mi auto que por cierto estaba muy mal estacionado fuera de su casa, abrí la puerta para que ella subiera, me subí yo y comencé a conducir hasta donde ella me indicaba.
—Ney, otra vez lo sien...—intenté hablar pero ella me interrumpió.
—Está bien Antonio ya no tenemos que hablar del tema—dijo ella antes de abrir la puerta para bajar—Y por favor puedes no decirle nada de esto nadie, no quisiera que mi hermano se enterará que te quedaste en mi casa—pidió y bajo sin decir nada más.
Estaba un poco en shock, no podía terminar de procesar toda la mierda que había hecho.
Llegue a casa y al abrir la puerta me encontré con Gabito desayunando en la cocina.
—Te ves muy mal—dijo él mientras comía algo.
—Lo sé—pase mis manos por mi cara, me sentía fatal.
