➤; ᴇɪɢʜᴛ

342 49 2
                                    

La nota.

La nota había cambiado mucho la simple vida de Renjun. Él lo consideraba un "remolino". Después que este pasa, nada vuelve a ser igual, desordena unas cosas, destruye otras.

Cuando fue al salón de Jeno para preguntarle si podía ayudarlo en su misión, nunca pensó que iba a encontrar un nuevo grupo de amigos y que además, desarrollara un amor por la cocina, igual que su amigo Haechan.

La nota todavía estaba pegada con cinta adhesiva en la pared frente a su escritorio. Le gustaría mucho poder saber quien fue el autor o autora de esa nota, poder decirle gracias por gustarle. Pero todo se fue al caño desde que besó a Jeno.

Chenle le decía que era algo tonto que sintiera estar defraudando a la persona de la nota por haber besado a su Hyung.

¿Cómo quieren que se sienta? Renjun no es una mala persona ni una persona sin corazón, sabía cómo se sentía un rechazo y lo mucho que dolía, no quería hacerle lo mismo a la persona de la nota.

—Ni una señal de vida ha dado, ¿que pretendes? —Chenle atacó de nuevo los pensamientos de Renjun con sus "sabias" palabras.

—No lo entiendes, es que, todavía creo que tiene posibilidades de mandarme otra. —Renjun era demasiado amable para este mundo.

—Si esta semana no te deja nada, ni en el locker, ni en tu silla, date por vencido y quédate con Jeno. —Concluyó.

—No sé si Jeno Hyung quiera verme de nuevo —Dijo—. Cuando lo besé se veía raro, como si no le hubiera gustado que yo lo besara. —Enfatizó en la palabra "yo", apuntándose.

—Capaz la sorpresa, ¿Cómo vas a saber si le gustó o no si no le preguntas?

—Me da vergüenza. —Confesó.

—¡¿Entonces cómo te vas a quedar con Jeno si no le hablas?! —Exclamó—. Le voy a hablar y le voy a decir "Renjun quiere besarte de nuevo y de nuevo y de nuevo, dale una oportunidad y dile que te gustó su beso"

—¡Chenle! —Gritó—. Que ni se te ocurra. —El otro chico solo se alzó de hombros y dejaron hasta allí el tema.

 —El otro chico solo se alzó de hombros y dejaron hasta allí el tema

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—No puedo con esto. —Reclamó contra la almohada de Dejun.

—¿Viniste a mi casa solo para llorar contra mi almohada y exclamar que tu vida es miserable? —Preguntó Dejun.

—Si.

—Deberías hablar con él y decirle que no le pudiste decir nada porque estabas muy sorprendido. —Aconsejó.

—Él debe pensar que lo odio y seguro me odia ahora. —Golpeó su cabeza contra la almohada varias veces.

—Pero a ver, ¿quién dió el beso primero? —Preguntó mientras le quitaba la almohada a Jeno.

—Yo.

—La cagaste —Y con eso, Jeno le arrebató la almohada y lloriqueó en ella—. Digo, ahm, ¿pero él lo siguió?

—Lo profundizó, luego yo le seguí pero escuché unos pasos y me separé. —Relató.

—Tal vez pensó que no te gustó, y por eso estuviste raro después. No sabe lo gallina que eres. —Soltó unas risitas y Jeno le golpeó con otra almohada mientras se daba vuelta y quedaba boca arriba en la cama.

—¿Qué debería hacer?.

—Decirle que no te lo esperabas y por eso estuviste raro, pero que agradecías su beso. –Lo último lo dijo con duda, no se le ocurría ninguna otra excusa.

—¿Quién le agradece a alguien por un beso? —Jeno frunce el ceño—. Solo le diré que estaba sorprendido, es todo.

—Suerte.

—Suerte

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Caminaba por los pasillos mirando a todos lados, tenía miedo de encontrarse a Renjun. No se sentía listo, pero debía hacerlo.

Cuando llegó a su locker, lo abrió y sacó lo que necesitaba, pero al fondo de este, notó un cuadernillo de notas viejo. Lo tomó en sus manos y lo guardó en su mochila, tal vez lo necesitaría.

—Jeno. —El mencionado saltó en su lugar y se dió media vuelta, encarando a Chenle, quien tenía el ceño fruncido y con sus brazos agarraba sus libros.

—Chenle. —Tragó duro, sabía que algo tenía que ver con Renjun, ya que era su mejor amigo.

—Sé lo que sucedió y necesito que me aclares que fue lo que de verdad pasó contigo.

—¿Eh? ¿Porqué debería decirte eso? —Jeno dijo—. Lo que pase por mi mente no te debería interesar. —Le sacó la lengua y cerró su locker. De parte del menor, recibió un pellizco en su brazo.

—Renjun está triste.

—¿En serio? ¿Dónde está? —Preguntó preocupado, Chenle sonrió.

—En su salón.

Y Jeno caminó seguro hacía el salón del chico, esperando verlo ahí y explicarle lo que había pasado entre ellos el día del cine.

𝐌𝐀𝐓𝐇𝐒 𝐁𝐎𝐎𝐊 ✮ NorenWhere stories live. Discover now