➤; ᴛᴇɴ

307 45 0
                                    

—Haechan Hyung, llegaste. —Renjun sonrió al ver al castaño entrar por la puerta, últimamente no habían pasado mucho tiempo juntos y el chino a veces lo extrañaba.

—¿Pasó algo? Casi nunca me llamas al salón de música a las cinco de la tarde. —Sonrió y se apoyó en una mesa, esperando la respuesta del más bajo.

—Debo preguntarte algo, muy importante.  —Jugó con sus manos—. ¿Eres tú el de la nota?

—¿Qué nota?

—La que estaba en mi libro de Matemáticas, lo conseguí en la feria a principio de año, en el puesto de Jeno Hyung.

Renjun recordaba ese día como si fuera ayer, cómo llegó al puesto de Jeno y revisó el libro para comprarlo, ansioso por el nuevo año, por nuevas experiencias, nuevos sentimientos. Cuando le entregó el dinero al rubio y este sonrió, mostrando sus hoyuelos. Desde aquel día, sin siquiera pensarlo, encontró nuevos amigos. Encontró su felicidad, Jeno.

—Yo no te he escrito una nota, no te conocía. —Explicó con calma—. Jeno te conocía desde antes, nos hablaba de ti el año pasado, todos te conocíamos como "el chico de pelo un poco largo y sonrisa linda", ya que así te describía Jeno.

—¿Eh? —Su voz salió débil. La reciente información martillaba en su cabeza sin parar, como si quisiera romperla. Estaba confundido. Jeno le había dicho que no tenía idea de quién le había enviado esa nota.

—Solo sé eso.

—Haechan. —El rubio entró al salón, sin percatarse de la presencia del chino hasta que estuvo enfrente de los dos.

—Jeno, ¿todo bien? —Donghyuck preguntó, mientras Renjun seguía en un estado de trance, apreciando a el rubio en frente de él.

—¿Puedes dejarme con Renjun un momento? —El contrario asintió, saliendo de la sala. Jeno se dirigió a Renjun, este no respondía sus llamados.

—Fuiste tú. —Pronunció. El coreano quedó estático, sin saber que decir o cómo defenderse—. Tú pusiste esa nota y luego actuaste como si no me conocieras, ¿cierto?

—Renjun, calma.

—¿Quieres que me calme? ¡Me has estado mintiendo! —Escupió las palabras, cómo si alguien se las pudiera arrebatar—. ¿Cómo voy a saber si lo que dices de ahora en adelante es real?

—Renjun, todo lo que siento por ti es real.

—¡¿Y no quisiste decírmelo?! —Gritó—. Yo... ¡a mi enserio me gustas! Pero saber que fuiste tú el de la nota, no sé si me alegra o me decepciona. 

—¿Puedes escucharme? Planeaba decirtelo pero...

—¿Te gustaba ver cómo buscaba cómo tonto el autor de esta nota? —Sacó dicha hoja de su bolsillo.

—No, nunca me gustó. —Soltó—. Me dolía ser tan cobarde y no poder decirte todo a la cara, me dolía tener que guardar este secreto por tanto tiempo, porqué sabía que cuanto más tiempo pasara, más te ibas a enojar conmigo y no estaba preparado para estar lejos de ti.

—¿Estar lejos de mi? —Soltó una pequeña risa dolida—. Si me lo hubieras dicho desde un principio, ¿no crees que las cosas hubieran ido mejor?

—Lo sé, me arrepiento. —Bajó la cabeza.

—Necesito un tiempo. —Jeno lo miró a los ojos, cómo si le estuvieran quitando un pedazo de su corazón—. Me siento inseguro con todo esto. Necesito entenderlo.

—Déjalo así Jeno. —Xiaojun apareció por la puerta, llegando a su lado. Había escuchado la conversación y se sentía orgulloso de las palabras de su mejor amigo. Trató de explicar su punto, y eso era suficiente.

Renjun salió del salón y consecutivamente, Jeno se aferró a Dejun, soltando algunas pequeñas lágrimas. Sabía que iba a doler, pero no sabía que tanto.

—¿Fuiste tú? —Dejun cuestionó a Donghyuck apenas llegó a la mesa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—¿Fuiste tú? —Dejun cuestionó a Donghyuck apenas llegó a la mesa.

—No sabía que era importante, lo juro. No fue con mala intención. —El castaño se sentía mal. No quería arruinar las cosas entre esos dos chicos, menos ver a su amigo llorar.

—Lo sé Hae, pero pudiste haberlo dicho con más cuidado. —Suspiró—. Jeno se retiró de la escuela temprano, dijo que le dolía la cabeza.

—Espero no se coma la cabeza con lo de Renjun. Solo espero que los dos entiendan cómo se siente el otro.

𝐌𝐀𝐓𝐇𝐒 𝐁𝐎𝐎𝐊 ✮ NorenWhere stories live. Discover now