➤; ᴛʜɪʀᴛᴇᴇɴ

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¿Cuantas semanas habían pasado? ¿Tres? ¿Cuatro? Renjun había perdido la cuenta y la verdad, se comenzaba a desilusionar si es que algún día, el rubio le pediría noviazgo.

Por el otro lado, para Jeno, ser novios era algo que quería darle un gran significado, aunque capaz no lo tenga tanto. Aún así, sus ganas de hacerlo a lo grande, lo invadían. Pero si lo hacía a lo grande, ¿No sería algo de presión social? Prefería hacerlo significativo.

—¿Qué hago chicos? Denme ideas. —Pidió, cuando estaban todos, menos Renjun, en la mesa para el almuerzo.

—Umm, ¿Una cena? —Sugirió Mark.

—Soy pobre.

—¡Un gran regalo! —Habló Jaemin.

—Repito, soy pobre.

—¡Eh! Un regalo o una cena también la puedes hacer por ti mismo! —Dejun exclamó—. Tan solo necesitas imaginación.

—¿Y si vemos una película en la comodidad de mi hogar y le pido ahí ser novios? —Propone el rubio. Los demás se dedicaron a tirarle una miga de pan—. Auch.

—¡Un paseo en el parque! —Dice Haechan a lo último, mientras chasquea los dedos—. Podría cocinar algo especial.

—¡Hola Hyung! —Saludó el menor, cuando vió a Jeno acercarse

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—¡Hola Hyung! —Saludó el menor, cuando vió a Jeno acercarse. Estaban en la entrada del gran parque, eran aproximadamente las 5 de la tarde, y todavía quedaba sol en el cielo.

—Hola bonito, ¿Vamos? —El chico asintió y así empezaron con su tranquila y bonita caminata por ese lugar.

Estuvieron hablando un buen tiempo sobre cosas que habían pasado en su infancia, cosas divertidas que encontraban en algún lugar de su mente y las hacía conocer más del otro. Renjun sentía esa comodidad bonita cada vez que estaba hablando con Jeno, ese sentimiento de seguridad, ese que uno siente cuando sabe que está hablando con la persona correcta. Se sentía tan a gusto a su lado, y para el rubio era lo mismo.

Las 6 de la tarde dieron y Jeno propuso que se sentaran en una banca, esperando la puesta de sol

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Las 6 de la tarde dieron y Jeno propuso que se sentaran en una banca, esperando la puesta de sol. Tenía los nervios de punta, mientras de su mochila pequeña, sacaba una bonita caja beige con una cinta verde pastel. El menor se sorprendió por el gesto y la tomó entre sus manos, para dejarla en su regazo.

Sacó la cinta y cuando abrió la caja, vió 2 cupcakes, y entre medio un papel, que probablemente sea una carta. Con su corazón latiendo como loco, abrió el papel, este era una carta, escrita con una preciosa letra cursiva.

Querido Renjun:

Estoy a tu lado, pero aún se me hace difícil decirte todo lo que quisiera decirte, nunca fui bueno expresando verbalmente lo que siento. Así que hice esta carta para poder explicarte mejor cómo mi corazón se siente contigo.

Cada vez que sonríes, siento que me estas dando una razón más para amar el vivir en el mismo mundo que tú. Cada vez que sostienes mi mano, no siento nada más que eso, no percibo el mundo alrededor, solo te veo a ti. Y créeme que eres la cosa más maravillosa que he podido ver en toda mi vida. Desde tu físico hasta tu personalidad, tus sentimientos.

Me encanta estar enamorado de ti, porque lo haces tan fácil, eres tan bonito que enamorarse de ti es algo que no pude evitar, aunque tampoco lo hubiera hecho.

Ahora, mira a tu lado.

Te ama, Jeno.

Renjun miró a su lado, estaba Jeno con su libro de matemáticas, mientras lo miraba con una sonrisa en el rostro. Para ese momento, el pelinegro ya tenía algunas lágrimas saliendo por sus ojos. Y al ver ese libro, el inicio de todo, soltó aún más lágrimas.

—No llores precioso. —Con su dedo limpió las pequeñas lágrimas del contrario—. Toma esto. —Le entregó el libro, Renjun lo sostuvo.

Abrió las páginas y encontró una nota, el mismo papel de la primera nota. Pero en vez de un "Huang Renjun, me gustas." Había un,

"Huang Renjun, ¿puedo ser tu novio?"

Con lágrimas corriendo por sus mejillas, Renjun abrazó al mayor, como si este fuera a desaparecer en un momento. Al alejarse un poco, miró directamente a sus ojos y recitó las siguientes palabras.

—Si, puedes ser mi novio, Jeno.

El mayor no aguantó más y plantó un bonito beso en los labios del chico, sintiendo cómo por fin, podía decir "Huang Renjun gusta de mi".

𝐌𝐀𝐓𝐇𝐒 𝐁𝐎𝐎𝐊 ✮ NorenWhere stories live. Discover now