➤; ɴɪɴᴇ

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Cuando lo vió, estaba escribiendo en una pequeña libreta y tenía su cabeza apoyada en su mano izquierda. Caminó en su dirección, sabía que Chenle lo estaba vigilando a su espalda.

—¿Renjun? —Su voz salió apenas, como si estuviera asustado de la reacción que tendría el menor al verlo allí.

—¿Jeno? —Se dió vuelta y vió sus lindos ojos, parecían que estaban llenos de estrellas, aunque las luces del salón estuvieran apagadas—. ¿Qué haces aquí?

—Uh, vine a disculparme, por no haber hablado contigo desde el día del cine.

—No te preocupes, Hyung. —Sonrió apenas, volviendo a lo suyo.

Jeno suspiró y tomó una silla para ponerla frente al chino y sentarse. Lo miró, sus preciosos labios, sus concentrados ojos y como su mano movía el lápiz, escribiendo con pasión.

—En serio lo siento, por comportarme raro —Tomó aire antes de proseguir—. Tus labios encajan con los míos.

Renjun levantó su mirada, lo vió con temor, estaba confundido y su corazón latía desenfrenadamente. Jeno jugaba con la hoja de su cuaderno y trataba de mirar fijamente a el contrario. Su corazón le estaba jugando una mala pasada.

—¿Qué significa eso? —Preguntó el pelinegro.

—Que no quería separarme —Levantó su vista, se incorporó en su silla y habló—. Estaba sorprendido, mi corazón latía mucho y no sabía cómo controlarlo.

—Yo... tampoco sabía como controlar mi corazón —Dejó al lápiz rodar por la mesa y escondió sus manos en su suéter—. Sabes, ahora mismo no sé que hacer. ¿Qué pasará con la búsqueda?

—Con... ¿la búsqueda? —Jeno pensaba que el tema ya estaba olvidado, estaba seguro que Renjun había dejado de lado todo—. Renjun, ¿no crees que ya es absurdo seguir buscando? Ha pasado mucho tiempo y si no aparece....

—No es así Hyung, yo.. si quería saber quien era —Bajó su voz—. Quería preguntarle el porqué le gusto.

Y así Jeno recordó el día que Renjun le habló sobre tal nota.

—¿Es muy importante para ti saber el porqué? —Preguntó Lee, pero el menor ya había salido de la habitación.

—¿Solo por eso?

Jeno quería poder responder a esa pregunta, decirle a Renjun qué cosas son hermosas en él. Decirle todo lo que le hace sentir en tan poco tiempo. Ese sentimiento de protección que le produce en lo más profundo de su corazón. Huang es alguien realmente importante, y desea poder algún día decirle todo eso.

—Si. —Respondió—. ¿Irás a clase?

—Uh, si. —Jeno asintió y se levantó. Tantas cosas por decir, pero ninguna salió de su boca.

—¿Y que pasó? —Preguntó Dejun cuando Jeno llegó al salón.

—Fue un desastre —Su cabeza se recostó en la mesa y su mirada se perdió—. Dice que quiere saber quien fue la persona de la nota.

—Eso está en ti —Levantó las cejas y apretó los labios, dando entender su ya cansancio del tema—. Lo que haces es absurdo.

—¿Y si le dejo de gustar? —El rubio ya ni siquiera sabía que era lo que su corazón decía, su mente ya no tenía control sobre sus acciones. Es cómo si estar cerca del chino lo hiciera desconfigurarse completo—. Si se lo digo me odiará.

—No pasará.

𝐌𝐀𝐓𝐇𝐒 𝐁𝐎𝐎𝐊 ✮ NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora