3 ~Verdad

9 6 2
                                    

El tiempo pasó y el poco brillo que en aquel frío castillo una vez existió, había desaparecido por completo.

Fueron drásticos e inigualables los cambios que dió todo aquello, junto con el príncipe, el cuál parecía una momia acabada de salir de su sarcófago, sobretodo pareciese como si su cuarto compartiera con el sus más tristes sentimientos.

Aquella habitación en la que antes podías
observar leves rayos de luz, se había convertido en un maldito sepulcro y ni que decir del palacio, era un completo valle de sombras.

Muchos de los sirvientes huían despavoridos de allí, sin mirar atrás, ya que según ellos preferían huir antes de ser torturados a sangre fría, otros se se suicidaban porque decían que aquel lugar estaba embrujado, así que acortar sus vidas les parecía la mejor opción y muy pocos sin más remedio y con un miedo que temblaban, decidían quedarse y afrontar las consecuencias.

Así transcurrieron 3 interminables años y a Avery solo le faltaban algunas palabras para concluir aquel hermoso libro que el abuelo le había otorgado y sí, el príncipe había sufrido mucho, se había convertido en un alma en pena, pero a pesar de eso jamás dejó de refugiarse en unas hojas se papel, su única compañía.

El rey de vez en cuando iba a su puerta y no entraba, no porque no quisiera, solo que le dolía el echo de volver a ver el rostro de lo que un día fue su pequeño ángel, sé conformaba con detenerse delante de la habitación y aunque el príncipe no hablaba, Dimitrius sabía que todo estaba en orden al escuchar como se pasaban las páginas de un libro.

Así transcurrió el día hasta que...

— Fin — dijo el chico para luego cerrar con delicadeza aquello que cargaba en sus manos.

Había caído la noche y ahora era que se percataba, pues Avery era de esas personas que se introducían tanto en las historias, como si el mismo estuviese allí viendo cómo ocurría todo.

Ahora que haría, seguro su padre había ido a sus aposentos a descansar un poco, por lo que de seguramente estaba completamente solo, en todo aquel castillo no se escuchaba ni una mosca, además de eso se sentía viejo y sucio, tan solo teniendo 17 años de edad, sumándole a eso el echo de que no podía salir, pues la tormenta de afuera era tan inmensa que parecía como si se fuese a acabar el mundo.

Aún así este se desplazó hasta la ventana y se recargó sobre el fino marco de esta, para quedarse ensimismado viendo cómo caía la lluvia y como el frío hacia acto de presencia junto a ella.

En toda su vida había vivido tantas cosas, desde que nació, odiaba todo a su alrededor, odiaba aquella maldición que cargaba consigo y que el jamás quiso obtener, odiaba por completo el echo de ser diferente al resto de los demás chicos, odiaba mirarse las manos y recordar su cumpleaños número 8.

Odiaba a su padre por obligarlo o ocultarse de las personas como si fuera un bicho o un monstruo, que como Medusa matase a todo aquel que lo mirara, odiaba sentirse prisionero, odiaba estar encerrado si más compañía que sus libros, ya llenos de polvo por fuera, pero por dentro repletos de historias hermosas y emocionantes

Estuvo así reflexionando como unos 30 minutos, hasta que una sombra cerca de un rosal que había en el jardín, lo sacó de sus pensamientos.

Era obvio que aquello era una persona, o bueno quizás era el diablo, porque allí nadie tenía aquellos gigantescos tarros que se veían en aquella macabra silueta

Tampoco sé le podía ver el rostro, a raíz de la densa oscuridad que emanaba por todo el lugar, aunque aquellos ojos tan rojos como la sangre, jamás podrían pasar desapercibidos

Definitivamente era alguien tenebroso pues solamente con su silueta hizo que el príncipe se estremeciera de pies a cabeza.

«¿Ese quién es?», pensó Avery y rápidamente creó una esfera de luz en su mano tanto como para iluminar, como para atacar si era necesario.

▫️◽✨ Luz En La Oscuridad 🌑◽▫️Where stories live. Discover now