Dos seres, un camino, dos corazones, un único destino. El angel y humano, el inicio de un amor prohibido.
~El destino es el lugar al que nos dirigimos. Para algunos, ese futuro que algún día será presente ya está marcado (por alguna fuerza sobrenatu...
—No debiste jimin. Lo sabías, tenías prohibido sanar las heridas de un mortal ¿Por qué lo hiciste? ¡Dime, habla! —insistió yoongi.
—Hagan silenció —dijo una enfermera que pasaba cerca de donde ambos estaban parados. En aquel frió y poco iluminado pasillo de hospital.
—Se merece una oportunidad. No podía dejarlo morir. Yoongi tú eres un ángel al igual que yo, sabes como actuamos cuando suceden este tipo de situaciones —respondió por lo bajo pero lo suficientemente claro para que él contrario entienda.
—Te enamoraste ¿Cierto? Jimin ¡En que estabas pensando!
—N-no losé, Y-yo... —balbuceó, sintiendo como un nudo se formaba en su garganta, impidiendo que continúe hablando.
Las lagrimas del ángel comenzaron a caer, una tras otra, recorriendo su frió y pálido rostro, empapando sus mejillas y nublando su visión.
Dolía y de sobremanera. lo único que anhelaba en ese instante era el poder verlo una vez más. Una sensación de inquietud invadió su estómago.
Tomó sus piernas con ambos brazos y hundió su cabeza entre sus rodillas. Unos dedos comenzaron a picar su oreja y una voz peculiar pronunciar su nombre. Todo a su alrededor se volvió oscuro y pudo oír esa voz otra vez.
—¡Despierta! Jimin... jimin.
Las ásperas y grandes manos de jungkook acariciaban las mejillas del ángel, sutilmente.
Jimin se removió en el lugar y poco a poco abrió sus ojos sintiéndose completamente abrumado.
—¿Yoongi eres tú?
—Soy jungkook ¿Quién es yoongi? ¿Tú padre? bueno no me interesa. Vamos despierta debo ir a la universidad y no puedo dejarte aquí en casa.
El rubio restregó sus ojos con pereza para luego sentarse en la cama y recordar todo lo vió en esa premonición repentina que tuvo mientras dormía.
«"acabo de ver un corto lapso de mí futuro y no entiendo a quien salve o porque discutía con yoongi. Desde que tengo uso de razón tengo la habilidad de ver el futuro en lapsos cortos de tiempo y también la grandiosa habilidad de sanar heridas superficiales en humanos. Aunque a decir verdad son armas de doble filo, siempre lo dije y lo mantengo firmemente, por el simple hecho de que no tengo permitido sanar a las personas por más que quiera hacerlo. Podría ser castigado severamente por mis superiores en el paraíso del cual vengo "».
—Preparé café, dejo la taza en el escritorio de la computadora. Hazme el favor tomalo y vete —dijo el menor, sacándolo de sus pensamientos.
—No me iré.
—¿Quieres comunicarte con tú padre? ¿Yoongu? ¿Yunmi? bien, toma mí celular y vete. No vuelvas a interferir en mis asuntos —jungkook dejó el celular a un lado del ángel y se volvió a incorporar para luego darle la espalda y salir de la habitación.
—¡Es yoongi y no es mí padre!
—Me da igual. Ahora desayuna y lárgate.
—No lo haré.
—Haz lo que te digo ¿No me oíste? Quiero que te vayas —tomo su mochila y se dirigió a la puerta con la intención de marcharse.
—Iré contigo, porfavor espérame —jimin corrió hasta donde se encontraba el más alto y lo sujetó de la camisa.
—Estas demente. No irás conmigo a ningún lugar.
El rubio tironeo con más fuerza de la prenda, provocando que jungkook gire su cuerpo en dirección a él. Ambos quedándose enfrentados.
—Por favor.
—¡He dicho que no!
—Sólo quiero ser de ayuda para tí —respondió tímido.
Jungkook lo miró con atención e inhalo profundo, analizando cada palabra del más bajo.
Su corazón pálpito un poco más acelerado de lo habitual. Ese chico no era igual al resto y lo sabía. Dejó de resistirse para contemplar el rostro de jimin que a decir verdad le parecía realmente hermoso.
—Haz lo que quieras —dijo con simpleza intentado demostrar que no le importaba lo que hiciera jimin —si vienes conmigo cambiate la pijama, vamos hazlo deprisa.
—Bien. Gracias... Espérame y salimos juntos, kook.
—No me digas así, jimin —se quejó y se cruzó de brazos, mientras esperaba a que se cambiará de atuendo —Apuraté que voy tarde...
—¿Qué dijiste? Kook.
—Ash olvídalo... sólo apúrate ¿Si?
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