Dos seres, un camino, dos corazones, un único destino. El angel y humano, el inicio de un amor prohibido.
~El destino es el lugar al que nos dirigimos. Para algunos, ese futuro que algún día será presente ya está marcado (por alguna fuerza sobrenatu...
Jungkook estaba a días de graduarse y no daba abasto con los exámenes finales, pues estudiaba en la semana y algunos días trabajaba en una tienda de conveniencia durante largo tiempo.
Jimin esperaba por él, todos los días, despierto a altas horas de la noche, velando por su bienestar, siempre pendiente de su salud y cuidados.
En ningún momento jungkook se cuestionó el porque jimin nunca mencionaba a su familia o el porque no quería volver a su hogar.
Se habían vuelto inseparables, era su mejor amigo, aunque sus sentimientos hacia el rubio iban mas allá de una simple amistad.
Llegó a la conclusión que su vida cambio drásticamente cuando el precioso ángel apareció aquel día, donde penso que debía darle fin a su existencia.
Se sentía sólo, únicamente acompañado de la angustia y la idea de un futuro que lo perseguía constantemente.
Estaba siendo consumido lentamente por la obscuridad. Sólo pedía a gritos silenciosos ayuda, alguna señal de que todo iba a estar bien y así de ese modo apareció jimin, como un intenso pero cálido rayo de sol después de una tormenta.
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—¡Jungkook ey jungkook! —exclamó namjoon en cuanto notó al pelinegro distraído en horas de trabajo.
Se acercó, esquivando las cajas que estaban regadas por todo el suelo de la tienda, para posar ambas manos en los hombros de jungkook, quien rápidamente reaccionó ante la cercanía de su Hyung.
—¿Que te ocurre Namjoon Hyung? puedes aléjate de mí.
—Has estado actuando extraño todo el día —dijo el mayor cruzándose de brazos.
—Es jimin —suspiro cabizbajo peinando su cabello hacia atrás con frustración.
Ocultar el malestar que tenía, no estaba funcionando. Era evidente que algo le sucedía. Últimamente no podía dejar de pensar en lo precioso que se veía jimin, no podía controlar su impulso de querer protegerlo e imaginar un futuro a su lado. Se sentía un verdadero imbecil al no poder confesar sus verdaderos sentimientos por el temor de perder su amistad.
No sabía en que momento cayó en los encantos del ángel. Estaba completamente ido, sumergido en lo más profundo de sus pensamientos, mientras su mirada se perdía en algún punto en el suelo.
—¿Qué le ocurrió a tu amigo? Kook.
—Estoy enamorado de él —soltó de repente, ocultando el sonrojo de sus mejillas, cubriendo su rostro con ambas manos —Y no se como decírselo.
Namjoon quedó perplejo ante la repentina confesión de su empleado y amigo, sin embargo quería ser un buen consejero para el pelinegro, después de trabajar años juntos tenían la confianza suficiente para ser honestos.
—Eres un hombre increíble Jungkook y no lo digo porque seas mí amigo. Mírate solo házlo. No pierdas la oportunidad de ser feliz con la persona que amas... creó fielmente que jimin siente lo mismo por tí.
El menor descubrió su rostro y abrió sus ojos oscuros con demasía para poder observar a su Hyung con asombró —¿Lo dices enserio?
—Por supuesto que sí, kook —lo miró y sonrió dulcemente —Ayudame acomodar estas cajas, luego puedes marcharte... vamos deprisa que jimin espera por tí.
Jungkook asintió y con una sonrisa plasmada en sus labios comenzó a levantar las cajas del suelo.
