Dos seres, un camino, dos corazones, un único destino. El angel y humano, el inicio de un amor prohibido.
~El destino es el lugar al que nos dirigimos. Para algunos, ese futuro que algún día será presente ya está marcado (por alguna fuerza sobrenatu...
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Comenzaba lentamente a salir la resplandeciente luna, conforme jimin caminaba hacia la tienda donde se encontraba trabajando jungkook.
Sentía los dedos entumecidos sin sensibilidad pues el viento frígido de invierno, dificultaba su andar.
Echó hacia atrás la capucha de su abrigo para observar con mayor claridad el semáforo, que estaba a un lado de él.
Se impaciento cuando se percato de que las luces rojas de dicho semáforo no cambiaban a verde.
A metros de donde él se hallaba parado, logro divisar a jungkook. Esté estaba del otro lado de la avenida esperando a que el semáforo cambiará para poder cruzar.
Jimin esbozo una gran sonrisa y comenzó a saludar con la mano al más alto desde lejos. Lo había encontrado y lo veía bien, fue suficiente para que sintiera alivió en su pecho.
Hasta que de pronto vió a un hombre acercarse descaradamente a jungkook, acto que alarmo al ángel quién observo una vez más el semáforo que aún no cambiaba a verde.
El hombre era corpulento y vestía de negro, difícilmente se lograba distinguir su rostro.
Jimin observo como el desconocido forcejeaba y pateaba los tobillos de jungkook.
No había movimiento de personas al rededor. Era muy tarde y el frió que hacía esa noche no ayudaba a que jimin pudiera pedir ayuda, porque no había nadie a quién pedirle.
—¡Aléjate de él o llamaré a la policía! —grito jimin desde lejos.
El hombre se aprovechó de la vulnerabilidad de jungkook cuando cayó al suelo.
Jimin no entendía nada ¿Acaso jungkook y el hombre se conocían? Sus piernas reaccionaron en cuanto vió el semáforo cambiar a verde.
—¡Jungkook! ¡Jungkook! —gritaba con su voz desgarrada mientras se acercaba corriendo.
El pelinegro intentaba sacarse de encima al grandulon que lo golpeaba sin ningún tipo de escrúpulos.
—¡Aléjate de él, maldito demente! —insistió jimin al ver que el misterioso hombre lo ignoraba y seguía golpeando a su amigo.
—¡Jimin aléjate tú! es peligroso, amor por favor —exclamó jungkook, sintiendo un profundo sentimiento de desasosiego.
Jimin paro en seco, frente a ambos chicos y desespero. No sabía como ayudar, no sabía que hacer. Siquiera siendo un ángel tenía el poder de lastimar a otro ser. Tan sólo fue bendecido con el don de sanar heridas en mortales y tampoco era de ayuda porque tenia prohibido utilizar dicho poder.
Estaba agitado después de lo rápido que corrió para alcanzarlos. Hizo lo primero que se le ocurrió y comenzó a golpearlo por la espalda.
Pensó que sus golpes lejos de dañar al desconocido, servirían como distracción, ganando escasos segundos en los que jungkook podría usar a su favor.
