The Erased Chronicles

Capitulo 10. Bajo el caparazón

Temprano en la mañana, toda la isla estaba completamente tranquila. Tanto los habitantes animales como los humanos durmieron profundamente, olvidados todos los problemas. Pero para cierta humana de cabello rubio que residía en la casa de Son, la tranquilidad de la Tierra de los Sueños estaba a punto de ser brutalmente destrozada por la realidad.

Dentro de los límites de la habitación de Chi-Chi, anteriormente compartida con su difunto esposo, Son Goku, Erasa y Chi-Chi dormían profundamente. Al carecer de futones para que Erasa durmiera, y el ama de casa fue demasiado amable para permitir que un invitado durmiera en el sofá de la sala familiar, Erasa se vio obligada a dormir en la cama de Chi-Chi durante su estancia de entrenamiento.

Debajo de la gruesa colcha, la mujer mayor y la más joven disfrutaban de un sueño profundo en camisones, y sus pechos subían y bajaban lentamente con cada respiración que tomaban. Erasa apretó los dientes mientras se iba y se alejó de Chi-Chi, arrastrando la colcha con ella. Por así decirlo, ambas mujeres disfrutaban de un sueño placentero.

— y entonces el estridente grito de alarma resonó por toda la habitación.

"¡Piedras!" Gritó Erasa, sentándose muy erguida en respuesta al sonido de la alarma. "¡Piedras bebiendo té!" Respirando profundamente, le tomó un momento procesar que el extraño sueño que tuvo en realidad no estaba ocurriendo. Estaba a salvo en la cama de Chi-Chi, mirando un reloj despertador analógico que colgaba del techo y marcaba las 4:30 a.m.

"Veo que estás despierta..." Comentó Chi-Chi mientras se sentaba lentamente, frotándose el sueño de los ojos. Se acercó al lado de la cama de Erasa y apretó el reloj en su puño; Si bien no estaba presionando el botón de repetición, el ruido estridente aún cesó y la alarma ahora mostraba signos de abolladuras. "Sé que permití que Gohan pusiera la alarma, pero no pensé que sería tan... ruidoso." Terminó sin convicción; Incluso el ingenio de Chi-Chi se vio obstaculizado por un estado de apatía.

"¿Poner la alarma?" Erasa le lanzó a Chi-Chi una mirada desconcertada. "¿Para las 4:30 a.m.?"

"Eso suena bien", Chi-Chi miró el despertador abollado mientras se deslizaba fuera de la cama. "¿Esperas que tu entrenamiento sirva de algo si lo comienzas a mitad del día?"

Erasa se encogió de hombros sin ninguna queja; después de todo, ella misma se había inscrito para esto, por lo que tenía que aceptar cualquier entrenamiento que requiriera, incluso si eso significaba dormir solo cuatro horas. Tomando nota mental de comenzar a dormir alrededor de las 9 p.m., Erasa también se deslizó de la cama, buscando el atuendo con el que comenzaría a entrenar.

"Oh, bien, lo lograste", dijo Gohan con una sonrisa, saludando a su nuevo alumno y más querido amigo. Se alegró de que la alarma que puso la hiciera llegar a tiempo sin que él tuviera que despertarla personalmente. Teniendo en cuenta lo que había sucedido el día anterior, esperaba que Erasa superara su depresión y entrenara más duro a pesar de su fracaso de ayer.

"¿Qué? ¿Pensarías que simplemente dormiría hasta tarde?" Erasa preguntó juguetonamente, fingiendo sonar enojada cuando una media sonrisa apareció en su rostro mientras se acercaba -completamente vestida con su gi de entrenamiento- para más entrenamiento.

"¡¿Qué-?! ¡No!" Gohan inmediatamente retrocedió, interpretando torpemente la burla de Erasa como más que un poco seria. Él agitó sus manos hacia ella con ojos muy abiertos de súplica proyectados en su rostro. "Quise decir que fue agradable verte levantarte a esta hora. Normalmente la única otra persona que esperaría ver a esta hora del día sería Goten o yo. Simplemente lo encuentro un buen cambio de ritmo, eso es todo, jaja. !"

"Relájate, solo estaba bromeando", Erasa puso los ojos en blanco mientras se detenía frente a su mentor y querido amigo.

"Me alegra ver que estás listo para continuar", el rostro de Gohan se relajó en una cálida sonrisa. Era cierto, había estado preocupado por ella. Temía que Erasa se hubiera amargado por el resultado final del entrenamiento de ayer.