ᰔ Capítulo 15 ᰔᩚ

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Aprieto su mano y él la aprieta al mismo tiempo. ¿Cómo puede ser tan malditamente adorable a pesar de tener esa cara de querer asesinar a alguien? Se ha esforzado y siento que debo premiarlo, pero antes...

—Lo que sucede es que tengo una cuenta pendiente con la Señora Choi —Miro de re ojo la casa de ella. Jaemin asiente, sin estar totalmente de acuerdo. Veo que las venas de sus brazos se hinchan y sé que está molesto. Quizá molesto consigo mismo por haberme dicho algo tan difícil para él y que yo no le respondiera como esperaba. Me acerco totalmente hacia él y sonrío de lado, suavemente —. Soy su obrero, me ha recibido en su casa, ha sido una buena persona.

—¿Has trabajado tú solo? —Asiento. Él frunce el entrecejo —. ¡¿Tú solo? ¿A pesar de que esa casa es grandísima?! ¡¿Y te pagó bien?! —Ruedo los ojos. Me conoce.

—Es una persona mayor, Jaemin.

—¡¿No le cobraste?!

—Cállate —Pongo un dedo en sus labios. No quería que ella escuchara. La Señora Choi me había estado consintiendo mucho. Y para qué mentir, sí me pagó, pero no le cobré lo que Jaemin le cobraría —. Me pagó —lo tranquilizo—, está bien. Lo que me pagó está bien...

—¿Es una broma, verdad? —Gruñe, soltándome la mano bruscamente.

Ahí vamos...de nuevo. El Jaemin bruto ha salido. Ya se me hacía tan extraño que se mantuviera tranquilo todo el camino...

—¿Cómo puedes ser tan idiota? La última vez te dolía la espalda y no debiste trabajar. ¡Se supone que ibas a cuidarte!

Es ahora cuando entiendo el doble sentido de que me disminuyera el trabajo el mes pasado. Eso y lo de Jeno fueron la causa de que me tuviera en casa todo el tiempo...

—Eso fue hace un mes...—quise intervenir y decirle que ya no me dolía, pero él no me escucha y sigue con lo que le causa conflicto.

—¡No porque sea una anciana y te de lástima va a explotarte como un burro, Renjun!

Entonces la sangre me hierve. Jaemin ni siquiera tiene respeto por las personas mayores. Le suelto una cachetada y él alza una ceja. Está enfurecido, pero yo también.

¿Cómo llegamos a esto? Sólo Jaemin y yo podemos pelearnos todo el maldito tiempo.

—¡Cálmate! —le ordeno esta vez yo, retrocediendo —. ¡Tú no sabes nada, ella fue la única que me consoló luego de haberte visto follando con una de tus mujeres en el sillón de tu sala. Así que no te permito que le hables así!

—¡No me levantes la voz! —ordena esta vez él. Avanza y de nuevo retrocedo. Aprieta la mano derecha hasta empuñarla por completo.

—¡Cállate! —gruño esta vez, enfrentándolo. Si piensa que es el único que tiene un carácter fuerte, entonces está equivocado —. ¡Estoy harto, Jaemin! ¡Creí que estabas esforzándote!

—¡No me levantes la puta voz! —Grita, haciéndome temblar. Sus ojos brillan de furia reprimida. Quiere darme un puñetazo, su mano empuñada tiembla, pero no la alza. Se contiene.

—¡Vete al demonio, Jaemin! —Me desabrocho su chaqueta y siento que voy a llorar en cualquier momento, pero no quiero llorar frente a él —. ¡Vete a la puta mierda! —Le grito más fuerte, le aviento su chaqueta y me doy la media vuelta. Siento que me agarra del brazo, tosco, como siempre y busca arrastrarme con él, pero me zafo a como puedo y lo miro. Los ojos se me han llenado de lágrimas, llanto de desesperación, de impotencia. Estoy tan sensible. Una vez más las ilusiones de que podamos funcionar como pareja se han roto. Nada sale bien, una vez más nada sale bien y Jaemin nunca va a abrazarme en momentos de crisis, jamás dará su brazo a torcer. Y, justo ahora, puedo notarlo. Jaemin, incluso al verme a punto de llorar no hace nada. No se acerca, no quita su rostro enojado a pesar de que estoy sin moverme, a la esperada de que venga por mí, pero no tiene iniciativa. Él no piensa hacer nada, me lo dicen sus ojos. Sigue siendo un egoísta. Después de todo simplemente busca su estabilidad y no la de ambos —. No te quiero volver a ver.—espeto con seguridad, metiéndome a casa de la Señora Choi.

Jaemin no me detiene. No grita. No está en contra de mis palabras. Parece estar de acuerdo.

Lo único que necesito es que me abrace fuerte y no me deje marchar, pero no lo hará, porque no me conoce tan bien como yo lo conozco a él. Él no me entiende como yo lo he entendido todo este tiempo.

Tal vez no debemos estar juntos.

𝑂𝑏𝑟𝑒𝑟𝑜 ᰔᩚ JAEMREN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora