Una vez me preguntaron si había tenido un momento que nunca olvidaré, entonces no pude contestar, mi vida no había sido emocionante, más bien aburrida y llena de fracasos, pero ahora te doy a tí la respuesta:
"Elijo protegerte. A cualquier precio"
E...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Despierto sola en la oscuridad de la habitación, la luz de la luna y el viento helado se cuelan por la ventana, pero estoy bien abrigada con la cobija. No recuerdo haberme arropado, eso me saca una sonrisa fugaz, el colchón a mi lado está frío ¿A dónde fué? No veo su laptop sobre el escritorio.
Siento una punzada de miedo en el pecho, me levanto y subo el cierre de su sudadera.
—¿Jake?
El silencio es casi abrumador, avanzo descalza por el pasillo. Bajo las escaleras, el miedo se acentúa en mi pecho ¿Ni siquiera pensó en despedirse?
—¿Jake? —Insisto con la voz temblorosa.
La idea de que se vaya me acobarda, pero me aterra aún más la importancia que tiene Jake en mi vida, él no confía en mí y yo tampoco me entregaré por completo hasta saber porqué lo persiguen. Debí ser más sensata y mantener la distancia, no estoy para más eventos canónicos.
Escucho el tono de un teléfono, dejo salir de golpe aire que no sabía que estaba conteniendo, es el suyo, nunca lo dejaría.
Lo tomo para llevárselo, por descarte debe estar en el sótano. Él se sobresalta al escucharme entrar, su mano va instintivamente al arma sobre la mesa, pero se da cuenta de que soy yo y no llega a tocarla. Suspira pesadamente y vuelve la atención a las piezas esparcidas sobre la mesa.
Definitivamente ese no es el recibimiento que esperaba. Dejo el teléfono a su lado, leo la notificación en la pantalla "Llamada perdida de: Alice ♥" Sólo lo miro, me parece innecesario verbalizar la pregunta pero él sigue concentrado en unir las pequeñas piezas en el interior de un círculo plateado, parecido a una moneda.
—¿Jake?
Frunce el entrecejo, conecta los cables y se enciende una luz roja en forma de llave en medio del pequeño dispositivo.
—¿Quién es y porqué la guardas así? —Su indiferencia me está sacando de quicio, traté de ser paciente, pero probablemente a mí me agendó sólo con mi nombre.
—No tienes derecho a exigirme nada, vuelve a dormir —Dice sin siquiera mirarme.
Sus frías palabras me golpean tan fuerte que tardo un par de segundos en reaccionar.
—Con lo que acabamos de hacer claro que puedo preguntar ¿Qué estás ocultando?
—Nada.
—¡No mientas! ¿Quién es ella? —Él suelta la pinza con más fuerza de la necesaria. Se levanta y toma su teléfono —¿A dónde vas?
La impotencia arde en mis venas, esto es humillante, siento un nudo en la garganta, me hace quedar como la tóxica demente, la falta de información me está carcomiendo, hay demasiados escenarios en mi cabeza y necesito desmentirlos.
—¿Ya obtuviste lo qué querías de mí? ¿Es eso? —Lo sigo escaleras arriba, sale al porche.
—¿En serio vas a hacerte la víctima? —Me mira de arriba a abajo, niega con la cabeza y suelta una risa sarcástica, busca un cigarrillo en su bolsillo— ¿Te parezco ese tipo de persona?
