P R E F A C I O

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Lo primero que me dijeron cuando me enamoré en el instituto fue: Dios mío, ¡el amor te ha vuelto ciego!

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Lo primero que me dijeron cuando me enamoré en el instituto fue: Dios mío, ¡el amor te ha vuelto ciego!

Y yo no les creí, porque sólo era joven; pero también estúpido. Supongo que al principio no eres muy consciente de cuánto puede cambiar un sentimiento, pasando de ser puro y que te brinda la más absoluta felicidad hasta recordarte en una esquina que jamás te quisieron o simplemente el amor murió.

Yo amé incondicionalmente a Narciso, incluso cuando el nombre era tan bello como la propia flor y su personalidad se hizo tan fría como el relato griego. El amor debería ser una emoción genuina e intrínseca, en lugar de prostituida a conveniencia y utilizarla como escudo en lugar de hacerlo con la emoción adecuada.

Mi nombre, Ébano, tiene gracia aunque sea un humor de mierda: Significa abandonado.

Aun así, seguí siendo fiel aunque intuyera que las cosas no fueran bien. De eso se trataba el amor genuino, y de quitarme la venda muy, muy lentamente aunque ya nada tuviera arreglo para mí.

¿Puedes culparme siquiera de haber amado, aun cuando sólo era un cobarde en la relación que mantenía con Narciso?

Era cobarde porque no le llamé hasta que me quedara sin voz. 

Era cobarde porque no quería verle llorar, y por ello siempre intentaba parecer feliz.

Era cobarde porque no me atrevía a huir de una casa vacía por sus mentiras.

Era cobarde porque me obligué a creer todas las promesas que me dio.

Era cobarde porque no quería salir lastimado de nuevo.

Desde la primera vez que vi a Narciso, estaba completamente seguro que lo amaría incondicionalmente aunque la vida fuera injusta y sus palabras parecieran cuchillos cortando mi piel. 

Y aun así, pese al amor devoto que le ofrecí, seguía sin entender sobre qué hice mal. Es decir, ¿por qué Narciso me dijo que me amó, y en lugar de una eterna felicidad, terminé por sentir dolor y tristeza?

¿Era ingenuo pensar que quería que mis "hoy" se transformara en una cadena infinita de "mañanas"?

El amor te volvía ciego y estúpido a cualquier edad, porque a cierta edad entendí que imaginar el amor perfecto era una fantasía, del mismo modo que era creer que algún día Narciso cambiaría y que en su mirada volvería a encontrar ese amor genuino que me ofreció en la época del instituto.

Entonces, cuando él comprendió todo lo malo que le perdoné, dejé pasar o por qué siempre intentaba que él viera la mejor versión de mí... ya era tarde.

Tarde para él, porque conseguí romperle el corazón sin tocarlo.

El arte de romper un corazón sin tocarloWhere stories live. Discover now